Roca caliza te admira,
esculpidas con atino
tus duras vigas de pino;
Todo aquel que viene y mira
y deambula, y te respira,
siente el peso de tu historia,
y le viene a la memoria
esos años de grandeza
cuando lucías tu belleza
y en tu nombre había gloria.
Pero verte así me pesa,
soy un hijo que has parido
que sin salida ha elegido
levantarse de tu mesa
aun sabiendo que no cesa
tu proceso de abandono,
ya que no hay alternativa
porque no te siento viva,
y ahora ya no me perdono
que no seas un icono.
De las ciencias y las artes;
de tu patrimonio abstracto
al que tratabas con tacto
no tantas décadas antes;
De tus gentes con talante:
Músicos, poetas, pintores;
De toda esta gran belleza
que hay en tu naturaleza
que tiñe de colores
que despiertan mis fervores.
¡¡¡Hermoso!!!
Muy bonito!!
Genial.Muy bien escrito y muy bien definido ese sentimiento dual que tenemos algunos conquenses de amor y tristeza!!!