La ciudad de Cuenca tiene un retraso crónico con el resto de ciudades medias de España y Europa en la implantación de una movilidad sostenible. La pandemia de la COVID-19 obliga a una distancia física imposible en el centro de Cuenca con numerosas aceras de 80-100 cms de ancho. La bicicleta ha demostrado ser el mejor medio no contaminante para mantener la distancia entre las personas. Recientemente, el Consejo de Ministros ha aprobado el proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética, por el que se deberá llegar a la neutralidad en emisiones en 2050. Y que en política municipal obliga, entre otras cosas, a que las ciudades de más de 50.000 habitantes dispongan de una “zona de bajas emisiones” antes de 2023. Aunque los plazos parezcan largos, es necesario dar pasos de forma inmediata con el fin de conseguir objetivos tan ambiciosos.
El diseño del espacio público en el centro de Cuenca resulta especialmente agresivo para colectivos vulnerables como: niños, mayores y personas con movilidad reducida. Precisamente las zonas de la ciudad más transitadas para poder comprar, hacer gestiones o recibir servicios públicos (salud, educación…) son las más complicadas de transitar e inaccesibles. El enfoque eco-feminista es muy apropiado para dar solución a estos problemas, poniendo en el centro la vida y los cuidados y repensando el espacio público con nuevas gafas: las de los mayores, los niños (teniendo en cuenta las sillitas de ruedas) y las personas con movilidad reducida.
Con estas premisas se pone en marcha la campaña “Confinamos el coche” a nivel nacional y “Confinamos el coche, vivimos Cuenca” dentro de nuestra provincia. Inicialmente estaba pensado para durar junio y julio de 2020. Durante tres meses se ha realizado un trabajo de concienciación ciudadana y, en paralelo, de diálogo con el Ayuntamiento de Cuenca para conseguir peatonalizaciones, ampliación de aceras y más cuidado para ciclistas que circulan por carriles compartidos con coches. El resultado ha sido modestamente exitoso porque no ha habido ni un solo cambio por parte del ayuntamiento en estos meses y a la vez ha aumentado la presencia en medios de comunicación donde una y otra vez hemos insistido en que la ciudadanía conquense reclamamos más espacios peatonales, más amabilidad para la circulación de bicis y mejor transporte público.
También destacar la creación de la plataforma ciudadana Cuenca en Transición (CeT), donde se ha pretendido aglutinar a la sociedad movilizada para reivindicar una Cuenca moderna, sostenible, que cuida a su ciudadanía y su entorno natural. Esta plataforma de la que Ecologistas Cuenca forma parte tiene cuatro grupos de trabajo: movilidad, calidad de aire y urbanismo; aguas, ríos y riberas; Residuos cero y; economía local con base agroecológica. Como CeT realizamos una bicicletada que juntó a casi 100 personas, lo cual es un éxito en la capital conquense.
Una de las acciones más importantes y de calado que hemos realizado ha sido la entrevista a Pilar Vega, de Gea21, que queremos compartir íntegra, por su importancia para la ciudad de Cuenca, pero también a nivel nacional. Hablamos con ella sobre movilidad en tiempos de COVID y cómo ve el futuro conquense con respecto a los desplazamientos urbanos.