Futuro de nuestro pasado

Futuro de nuestro pasado

Y con todo esto llegamos al día de hoy. De aquella primera imagen panorámica de nuestra ciudad, en las que las manos de un experto y la paciencia de un artista eran requeridas, a una época en la que un simple click, veloz e inconsciente, es capaz de grabar la belleza del paisaje que nos rodea. 

Y es que quizás, en el caso de Cuenca, cualquier tiempo pasado sí que fue mejor. Lo que después fue despoblación y desastres arquitectónicos, en 1565 era un incremento poblacional y el surgimiento de muchos de nuestros más emblemáticos edificios. Si hoy Cuenca destaca por ser una ciudad desindustrializada y un punto perdido en el mapa, en 1565 fue una potente industria ganadera, textil y papelera que nos hizo ser conocidos en toda Europa. Fue el tiempo dorado de Cuenca.

Por ello es más necesario que nunca, en la actual sociedad de la inmediatez, meditar sobre el valor e importancia de la labor llevada a cabo por personajes como Anton van den Wyngaerde. Es patrimonio de nuestra ciudad y, por tanto, debe democratizarse para ser disfrutado por todos y todas las conquenses.

Este es el objetivo del proyecto “Wyngaerde. El fotógrafo de Felipe II”, desarrollado por la Asociación Cuenca Abstracta 2016 [1], presentado al Consorcio de la Ciudad de Cuenca en el año 2019 primero y de nuevo en 2020, con un recibimiento poco entusiasmado en ambas ocasiones, por desgracia.

Este proyecto tenía por objetivo rendir homenaje a la figura de este gran pintor del siglo XVI, 450 años después de su fallecimiento, y coincidiendo con el 25 aniversario de la proclamación de Cuenca como ciudad Patrimonio de la Humanidad.

Como ya se ha comentado, este dibujante paisajista flamenco recorrió España dibujando una extensa colección de 53 vistas, detalladas y meticulosas, casi fotografías, de pueblos y ciudades, por encargo de Felipe II, a cuyo servicio estaba desde 1557.

Tomando como base los dibujos de la ciudad de Cuenca y de otras ciudades Patrimonio de la Humanidad, el proyecto pretendía organizar en Cuenca la mayor exposición que de este pintor se ha hecho nunca en España, un valor para una ciudad que pretende ser referente en arte y en originalidad de su muestra.

Además, se puede considerar esta exposición, y sus actividades anexas, como una iniciativa para fijar la documentación y el fomento del patrimonio arquitectónico e histórico de Cuenca y el resto de ciudades patrimonio implicadas. Además, Cuenca es la ciudad con más dibujos de todas, seis en total, que aportan infinidad de datos históricos sobre la evolución del patrimonio local construido.

La mayoría de los originales de estos dibujos, y los del resto de ciudades implicadas, se encuentran actualmente en la Nationalbibliotek de Viena, en el Victoria y Albert Museum de Londres y the Ashmolean Museum in Oxford. Se buscaba obtener la cesión de las obras originales durante el tiempo que durase la exposición.

Pero el proyecto no sólo se quedaría en la exposición de las obras originales. Habría exhibiciones paralelas sobre su obra en diferentes puntos de la ciudad, así como se organizarían actividades asociadas a Anton van den Wyngaerde, entre las que destacarían: la edición de un libro conmemorativo; la generación de rutas interpretativas del siglo XVI; observatorios donde comparar sus dibujos y la Cuenca actual; la realización de conferencias en las universidades de la ciudad (UCLM y UNED); y, también, la puesta en marcha de dos concursos, uno de fotografía y otro de gastronomía de la época adaptada a la actualidad.

Por supuesto, un proyecto de tal envergadura no puede realizarlo una asociación en solitario. Necesita de apoyo, tanto de instituciones públicas como de organizaciones privadas. Así, se pretendía la colaboración activa del Excmo. Ayto. de Cuenca a través del Consorcio de la Ciudad de Cuenca, la Excma. Diputación Provincial de Cuenca, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, la Universidad de Castilla-La Mancha, la UNED, así como cualquier otra institución que quisiera implicarse de forma activa y eficaz.

Cabe destacar también la colaboración de empresas conquenses de ámbito tecnológico como Six3D o FabLab, que participarían del proyecto con presentaciones holográficas, elementos interactivos e impresiones 3D, con lo que la exposición contaría con elementos virtuales sobre las obras de Wyngaerde y sobre el evento en general, dinamizando así su visita e introduciendo, en un contexto del pasado, las tecnologías del presente. También de empresas de marketing y comunicación como Adeenne.

La Asociación Sociocultural Los Ojos del Júcar considera que iniciativas de este tipo son cruciales para nuestra ciudad y provincia, dinamizándola, diferenciándola del resto, y fomentando una economía asociada al mundo de la cultura. Este camino es el que tenemos que seguir como sociedad que quiera luchar contra lacras como la despoblación, valorizando nuestro patrimonio, con las oportunidades de futuro que ofrece. Debemos crear un tejido empresarial y asociativo vertebrado por la cultura y la naturaleza, que nos convierta en un lugar de referencia nacional e internacional.

Y ante la indiferencia de las instituciones, damos un paso al frente. Por eso editamos este monográfico en un número tan especial para nosotros y nosotras. Somos conscientes que esto es un pequeño grano de arena a un problema muy complejo. Pero alguien tiene que ponerlo. El Consorcio tendría que dejar de poner piedras únicamente. Desarrollar proyectos culturales vivos es crucial para evitar que la ciudad se marchite. En este proyecto tienen una oportunidad.

Uniendo nuestras fuerzas podemos hacer de esta España Vaciada la guía del futuro, centro de una economía en armonía con nuestro medio ambiente, cercana y empática con el ciudadano raso. Pero sólo podemos hacerlo desde la coordinación efectiva entre todas aquellas iniciativas que busquen mejorar nuestra provincia, con enfoque en un desarrollo sostenible, feminista y basado en derechos humanos. Y, desde luego, con el apoyo de las instituciones que nos representan y, no olvidemos, nos deben rendir cuentas.

En el presente número hemos trabajado para poner en marcha un mapa sobre algunas de las iniciativas de nuestra provincia más interesantes en este sentido. Trabajando en la misma dirección, con objetivos comunes, proyectos como este podrían llevarse a cabo. Y así hacer de nuestra Cuenca una provincia más viva.

En definitiva, se busca trasladarnos al siglo XVI, un ejercicio de concienciación de la población local que ahonde en nuestro pasado, para así desarrollar un futuro de la ciudad de Cuenca como espacio relevante en el ámbito cultural. Homenajeemos a nuestros antepasados y apreciemos los tiempos más calmados de otras épocas, en las que trabajos hoy inmediatos exigían un gran esfuerzo. Admiremos a todas aquellas personas, desde reyes a campesinos, de sacerdotes a artistas, que trabajaron por mejorar nuestro presente, nuestra calidad de vida. Hagamos lo mismo por aquellos que nos sucedan.

Bibliografía

[1] Asociación Cuenca Abstracta 2016, Wyngaerde. El fotógrafo de Felipe II. Cuenca, 2019.

[2] Cordente Martínez, Heliodoro. La Cuenca marginada del siglo XVI, noticias y relatos de la época. Cuenca, 1989.

[3] Ibáñez Martínez, Pedro Miguel. La vista de Cuenca desde el Oeste (1565) de Van den Wyngaerde. Cuenca 2001.

[4] Ibáñez Martínez, Pedro Miguel. La vista de Cuenca desde la hoz del Huécar (1565) de Van den Wyngaerde. Cuenca 2006.

[5] de Siruela, Fray Juan Luis. Libro y registro de la bodega del monasterio de Guadalupe, 1520. (Facsímil del manuscrito original.)

[6] Pérez Samper, María Ángeles. Comer y beber, una historia de la alimentación en España. Madrid, 2019.

[7] Troitiño Vinuesa, Miguel Ángel. Cuenca, Evolución y crisis de una vieja ciudad castellana. Madrid, 1984.

[8] Vallés Rojo, Julio. Cocina y alimentación en los siglos XVI y XVII. Junta de Castilla y León Ed., 2007.

 

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