Con 12 años comencé mi andadura en el grupo “Voces y Esparto” y nadie me dijo entonces que, gracias a este, conocería tantos lugares y a tantas personas excepcionales de tan diversa índole. Recuerdo las tranquilas y laberínticas calles de tantos pueblos, gobernadas diariamente por el silencio, que en esta ocasión era roto por el sonido de nuestras dulzainas y redoblantes. ¡Paisanos, siéntense! La función comenzaba.
Actuaciones en las que uno sale a bailar, otro acude al botijo a reponer fuerzas, el de en medio le robaba el sombrero al ciego, y el último descansaba sobre las mantas esperando su turno. Todas las actuaciones eran parecidas, pero todas diferentes.
El final de la actuación era común. Había que acabar con una jota, pero con todas las que hay, ¿con cuál acabamos? Había que acabar con una que fuera seña de identidad para toda la provincia, y esa jota la teníamos. Escrita por Javier Ballesteros y compuesta por Herminio Carrillo, comenzaba a sonar en las plazas “La Jota del Agua” (véase Anexo I).
La región situada entre Cuenca y Guadalajara es una de las más despobladas y olvidadas de España, pero… ¿Siempre fue así?
Durante los años 60, la comarca se convirtió en un auténtico reclamo turístico nacional. Las aguas retenidas de sus ríos se insinuaban ante los visitantes, y las vistas de sus parajes jugaban con los ojos de quien quería disfrutar de la playa. Pero, ¿cómo era posible? ¿Una playa al lado de un bosque?
- ¿Es eso una gaviota?
- ¡No! ¡Es un águila real!
- Mira papá, ¡un tiburón!
- Nene, ten cuidado con las truchas.
El desarrollo socioeconómico de la zona, como era de esperar, se alineó con el turismo. Inmigrantes de toda España acudían a la zona de moda para buscar un empleo y encontrar un hogar. La agricultura tomó el gran impulso que necesitaba y las ofertas de trabajo caían del cielo, fundamentalmente de mantenimiento del pantano y sector servicios.
Lanchas y barcos surcaban las aguas de la también denominada “Costa de la Miel”. Sería romántico ver aquellos barcos cuando el sol caía desde el paseo marítimo de Sacedón.
Se comenzó la construcción de edificios que dieran cobijo a tantos visitantes como “Las Brisas” y “Las Anclas”, restaurantes y cafeterías, se impulsó la compra-venta de viviendas; todo ello con los respectivos empleos que aquello formó. Por otra parte, la ciudad de Sacedón se lavaba su cara; se construyeron parques y jardines, reacondicionaron calzadas, se mejoraron las comunicaciones, transportes y accesos. Aquella época en la que la chica más guapa del baile causaba furor.
Pronto, aquella joven y bella bailarina, transmutó en la gorda, vieja y fea despoblación.
Trasvase Tajo-Segura: la primera vez que la sociedad escuchó este proyecto fue en el año 1933, en el Plan Nacional de Obras Hidráulicas que poco después fue desestimado. Posteriormente, en el año 1967 volvió a surgir en el “Anteproyecto General del Aprovechamiento Conjunto de los recursos hidráulicos del Centro y Sudeste de España. Complejo Tajo–Segura”, iniciando la obra en el año 1979.
La idea era engrosar las aguas del río Segura mediante el Mar de Castilla (véase Anexo II), es decir, acortar la vida de un río tomando el agua de donde más daño puede causar, su cabecera, para enviarla a otra vertiente, cuyas finalidades podrían considerarse incluso lícitas, pero solo desde un nivel teórico.
La obra fue muy bien acogida por la mayoría de los habitantes de los pueblos por donde pasaría el trasvase, ya que las personas trabajadoras de aquellos municipios, veían cómo una obra colosal iba a dar trabajo y futuro a muy corto plazo. Alcaldes, con formación y visión cercana, se jactaban del desarrollo que causaría aquella majestuosa obra.
No podíamos pasar por este punto sin hablar de un político que llevó la integridad por bandera: Don José Luis Álvarez de Castro, presidente de la Diputación Provincial de Cuenca (1969 y 1971).
Don José Luis recibió en su mesa durante su presidencia el ya mencionado anteproyecto en el que se plasmaba la obra del trasvase, y viendo en ello un futuro pronóstico lamentable para la provincia, se opuso a su ejecución, argumentando las consecuencias que esto acarrearía en los 69 municipios de la cuenca del Tajo y los municipios por los que se trazaba el canal. Por lo que acto seguido dimitió de su cargo y regresó a su antiguo empleo, mostrándonos la honorabilidad en la derrota.
Volviendo al tema que nos atañe, el volumen máximo que la ley permite trasvasar es de 600 hm3 anuales a la cuenca del Segura y una cantidad adicional a la cuenca del Guadiana de 50 hm3. El organismo encargado de la regulación semestral en este sentido es la Comisión Central de explotación del Acueducto Tajo-Segura (decisión basada en un informe realizado a partir de los datos aportados por las Confederaciones hidrográficas afectadas), excepto en circunstancias hidrológicas excepcionales, siendo el Consejo de Ministros quien toma la decisión (previo informe de la Comisión).
Existen unas reglas de explotación del trasvase Tajo-Segura (recogidas en el Real Decreto 773/2014, de 12 de septiembre) que establecen, en función de las existencias de los embalses Entrepeñas-Buendía, la cantidad y frecuencia de agua que es susceptible de envío al sudeste peninsular. Las reglas establecen diferentes niveles, 1, 2, 3 y 4, siendo el nivel 1 el de mejor estado hídrico, el nivel 3 el de situación hidrológica excepcional, y el 4, el que prohíbe trasvase alguno por ser los niveles de ambos embalses en conjunto menor a 400 hm3.
También son recogidos en este decreto el sistema de predicción de aportaciones mensuales futuras, que pueden alcanzar hasta un punto de visión máximo de 6 meses desde su estimación. Con esta predicción se determina la aportación de agua que llegará a los embalses procedente de lluvias y ríos (posiblemente, también se haya estimado la cuantía de rezos a San Isidro) y así justificar la cantidad enviada por el canal, con una técnica a modo de pitonisa. Con este método, el Real Decreto dictamina qué cantidad se podrá trasvasar (siguiendo las reglas de explotación) dando por sentado el agua extra que se almacenará en los meses siguientes, o lo que es lo mismo, se vende la piel del oso sin saber ni siquiera si hay algún oso que cazar.
Actualmente, el porcentaje de agua embalsada de Entrepeñas y Buendía durante la primera semana de junio se establece en 828 hm3 (alrededor del 33% del total).
Según este dato, nos encontraríamos en el nivel 2, también denominado “Situación de normalidad hidrológica” (no olvidemos que los embalses están al 33%), por lo que se trasvasarían 38 hm3 al mes, hasta el máximo anual estipulado (600 hm3).
Si contamos con que la meteorología no es una ciencia exacta, y que la variable lluvia/no lluvia queda supeditada al capricho natural, ¿cómo el Real decreto puede basar la política de envíos de hoy en la estimación de lluvia de mañana? Pero entonces… ¿Hay oso o no hay oso? Sería un gran disgusto enviar agua sabiendo que el trasvase no es reversible. ¿Pero alguien ha visto alguna vez un oso por aquí? El sistema de trasvasado por predicciones, en realidad, significa que el sudeste peninsular se asegura tener el agua en sus cisternas cuanto antes, hipotecando agua que aún no ha llovido.
Esto asegura que el nivel del agua embalsada en el mar de Castilla, sea cual sea la situación, siempre será el mínimo posible dentro de la legalidad, como aquel buceador que tiene muchas bombonas de oxígeno, pero todas casi vacías, jugando sus cartas con la línea de la muerte a quedarse sin oxígeno bajo el agua, en vez de asegurarse de que todas las bombonas están llenas. La erótica del riesgo, puede que nos hipoteque de por vida.
Según la Ley 52/1980 de 16 de octubre de Regulación del Régimen Económico de la explotación del Acueducto Tajo-Segura, el estado español es el encargado de financiar las obras relacionadas con la derivación, conducción y distribución de las aguas trasvasadas, así como de su mantenimiento, excluyendo las redes de distribución, desagües y caminos e instalaciones complementarias propias de los sectores de las zonas regables y de los abastecimientos de agua a poblaciones.
La tarifa, asignada a las distintas dotaciones de los diferentes terrenos y usos, tiene carácter periódico y liquidación anual (véase Anexo III).
En este punto, nos enfrentamos a los dos protagonistas de la guerra. Los habitantes de la cuenca hidrográfica del Tajo, que ven como sus ya diezmados recursos hídricos y, por consiguiente, humanos, se van reduciendo de forma paulatina e inevitable con el tiempo; y, por otra parte, los habitantes del Levante español, que demandan cada vez más un recurso tan escaso como valioso.
El problema es claro: no hay agua. La solución es algo más compleja. ¿De dónde la sacamos? La respuesta por parte de los políticos no ha variado en función de su color: el Tajo, unido a la inauguración de alguna desaladora para mejorar la opinión pública. En este sentido, los agricultores del sudeste se posicionan en contra, ya que el agua proveniente de desaladora resulta hasta 6 veces más cara que la que tiene como origen el trasvase (de 0,65 a 0,10 €/m3).
Por otra parte, la afloración de regadíos ilegales (no necesariamente agrarios) agrava la situación. La oferta de agua actual es insostenible y la demanda aumenta. Desde el gobierno de C-LM se insiste en la realización de una auditoría del uso del agua, tras el descubrimiento de 9.500 hectáreas de regadíos ilegales en Murcia, salidos a la luz por contribuir de manera directa a la contaminación del Mar Menor con agua dulce y materia orgánica en 2019 (se estiman alrededor de mil hectáreas de regadíos ilegales en la actualidad, que serían unos 10 parques del Retiro de Madrid). ¿Por qué no se eliminan? Porque no interesa económicamente.
En 2007, la organización Greenpeace publicó un informe muy detallado, “El negocio del agua en la cuenca del Segura”, en el que se tratan temas como el impacto ecológico y social que supone el trasvase Tajo-Segura, dando alternativas más sencillas y baratas a este recurso.
También se critica la mala gestión de agua que se lleva a cabo en la cuenca del Segura (derroche, sobreexplotación de suelos, y especulación urbanística), estableciendo una ley de: a mayor cantidad de trasvases, mayor superficie de regadío, lo que a su vez conlleva un número mayor de trasvases, etc. Dedica también secciones a la proliferación de áreas ilegales de riego (en espacios protegidos, con un consumo estimado de 632 hm3/año), campos de golf, pozos ilegales, así como el mercado negro del agua establecido (por el uso indebido de canales subterráneos por empresas privilegiadas, donde no vamos a ahondar en este artículo).
En 2017, Greenpeace publicó “La trama del agua en la cuenca del Segura… Diez años después”, en el que recuerdan la abundancia de agua, pero su mala utilización en el sudeste peninsular, el incremento constante de regadíos y el fraude en la planificación hidrológica.
Luis Francisco Turrión Peláez, autor de la publicación de Greenpeace, es hidrogeólogo y funcionario de la confederación del Segura; calificado como díscolo por el lobby del agua en el Levante, defiende que la cuenca del Segura no solo no es deficitaria, sino todo lo contrario, calculando un superávit de 200 hm3 anuales. Las causas del supuesto déficit las explica como un “artificio contable” para justificar el uso del trasvase Tajo-Segura.
En los cálculos oficiales para establecer la cantidad de agua disponible en la cuenca se omite el flujo subterráneo de agua que va directamente al mar. Un flujo que puede ser hasta 15 veces el caudal normal del río y que está justificado por el instituto geológico y minero. Flujo fácilmente aprovechable.
En las islas Baleares, la situación hídrica referencia al agua superficial y subterránea, mientras que en la península sólo es referida al agua superficial. En opinión de Turrión, este hecho se explica por la necesidad de justificar trasvases en la península, cosa que no se podría realizar en las islas. Añade además que está involucrado en esta trama el lobby del hormigón, los aguatenientes (que evitan la competencia) y el negocio del agua urbana.
Finalmente, asegura que el final del trasvase podría llegar en 3 años si se realizaran los correspondientes pozos, se hiciera un consumo responsable, se utilizara el flujo subterráneo renovable y se promoviera el uso de agua desalada.
Por estas afirmaciones, el hidrogeólogo fue sancionado por el Ministerio de Transición Ecológica y suspendido de empleo y sueldo, siendo finalmente los tribunales quienes exculparon al experto y condenando a la Confederación Hidrográfica del Segura a 12.000 euros en concepto de daños y perjuicios morales por vulneración de sus derechos fundamentales e intento de coartar su libertad de expresión.
Para finalizar el artículo, nos gustaría facilitar las conclusiones del informe de situación de la Comisión Central de Explotación del Acueducto Tajo-Segura, para mayo de 2020:
“Con la información facilitada por la Confederación Hidrográfica del Tajo correspondiente a la situación registrada el 1 de mayo de 2020, el sistema Entrepeñas-Buendía se mantiene en nivel 2, situación de normalidad hidrológica. En esta situación corresponde a la Comisión Central de Explotación del Acueducto Tajo-Segura la autorización del trasvase a realizar. Dicha autorización será preferentemente semestral y de una cuantía de 38 hm3/mes, hasta el máximo anual estipulado. La aplicación semestral de la regla de explotación permite deducir que el sistema se encontraría en nivel 2 en el primer trimestre (mayo-julio), en el que se trasvasarían 38 hm3/mes, y entraría en situación hidrológica excepcional, nivel 3, a comienzos de agosto, manteniéndose en esa situación el resto del semestre (agosto-octubre). Durante esos tres últimos meses se podría trasvasar el volumen máximo de 20 hm3/mes.”
Anexo I: Jota del Agua
Nace el Júcar y es serrano
Y cuando crece manchego
Nos lo quitan de las manos
Pa’ que riegue otros terrenos
Pa’ que riegue otros terrenos
Y los nuestros al secano
Que por mucha agua que baje
No podemos ni lavarnos
ESTRIBILLO
Esta jota que canto no es por agradar
Que aquí lo que se lleva es callar y callar
Y si no tienes agua pa’ poder regar
Te jodes como siempre y luego a emigrar
Todo pantanificado
Y hasta del Tajo un trasvase
Que el agua es pa’ quien sabemos
Y los de siempre a aguantarse
Que se nos llevan el agua
Que no tenemos trabajo
Que las gentes y las tierras
Se nos pierden río abajo
ESTRIBILLO
Y esto es lo que algunos llaman
Tener solidaridad
Quitar a quién poco tiene
Pa`darle a quién tiene más
Así que nos despedimos
No nos vaya a salpicar
Que sólo tenemos agua
Cuando baja la riá
ESTRIBILLO Y FINAL
Letra: Javier Ballesteros
Música: Herminio Carrillo
Vídeo: Grupo Voces y Esparto
Anexo II: Mar de castilla
- Embalse de Buendía: regado por las aguas del río Guadiela, se sitúa entre las provincias de Cuenca y Guadalajara. Le da nombre el municipio de Buendía, cercano a la presa del mismo. La presa se inauguró el año 1958. Tiene una capacidad de 1705 hm3, distribuidos en 8.194 ha encontrándose en la actualidad al 22,17% de su capacidad: 378 hm3, a día 02.06.2020.
- Embalse de Entrepeñas: en la provincia de Guadalajara, surtido por el río Tajo. Toma su nombre del poblado cercano Entrepeñas. Se inauguró en 1956 con una capacidad de 813 hm3 en una superficie de 3.213 ha. Actualmente alberga el 55,35% de su capacidad: 450 hm3 a 02.06.2020
- Embalse de Bolarque: situado entre Cuenca y Guadalajara, se encuentra en la desembocadura del río Guadiela (una vez superado el embalse de Buendía) en el río tajo (tras el embalse de Entrepeñas). Tiene una capacidad de 31 hm3. Este embalse bombea agua al embalse de la bujeda, que se encuentra a más altura, para enviar el agua a través de La Mancha al Levante español.
- Embalse de La Bujeda: en el que se almacena temporalmente el agua para verterla posteriormente al canal Tajo-Segura, no se incluye dentro del denominado Mar de castilla, pero se ha definido por ser el origen del Trasvase Tajo-Segura.
- Embalse de Zorita: frena el curso del río Tajo en Almonacid de Zorita (Guadalajara). Durante su actividad, sirvió para la refrigeración de la central nuclear José cabrera.
- Embalse de Almoguera: En el término municipal de Almoguera, complementa a Bolarque como caudal del río Tajo. Tiene una capacidad de 7 hm3, situándose al 85,71% de su capacidad: 6 hm3 a 02.06.2020.
- Embalse de Estremera: se sitúa curso abajo del río Tajo, y su finalidad es el regadío de los terrenos adyacentes al río mediante el canal de Estremera. Un canal que discurre paralelamente al río tajo hasta Villarrubia de Santiago.
Anexo III: Tarifas de dotaciones
La tarifa, asignada a las distintas dotaciones de los diferentes terrenos y usos, tiene carácter periódico y liquidación anual. Corre a cargo de los usuarios afectados con derecho al uso del agua, y será invertida por orden en los siguientes puntos:
- Acciones pendientes en la cuenca del Tajo y provincias de tránsito.
- Infraestructura hidráulica de las provincias de las cuencas del Tajo y de tránsito que no sean receptoras de agua.
- Estudio y ejecución de nuevos trabajos de regulación, captación y uso combinado de aguas superficiales y subterráneas e implantación de ahorro de agua.
- Si todo lo anterior se cubre, se aplicará a la infraestructura hidráulica de las provincias receptoras de agua.
La tarifa engloba también: amortización del coste de las obras (no sufragadas por el estado, y en función de si es para riego o abastecimiento), gastos fijos de funcionamiento y gastos variables de funcionamiento.
No sé que hacer la Confederación hidrográfica del Tajo que no pone ningúna solución a este problema,
Se habla de habla pero no hay ninguna solución ni intención de solucionar el problema.
La España de interior pobre salvando la costa Murciana y así seguira.
Una pena