Fuentes documentales diversas demuestran que en el siglo I de N.E. una segadora de cereal bastante avanzada debió usarse en Treberes (Galias). Por razones poco estudiadas este invento pasó al olvido. Quince siglos después otras segadoras propulsadas por bestias ayudaron a las tareas de cosecha. El Museo de Modúbar de la Emparedada (Burgos) acoge a esa “moderna” segadora, otras más mecanizadas y a modo de hipótesis, una maqueta de la primitiva galo – romana.
Comparte este artículo en tus redes socialesCompartir este contenido