Origen y Edad Media
Cierto es que hablar de Alcantud, nombre moruno en su creación, es hablar de sus baños. Desde tiempo inmemorial aquí se bebe esa buena agua que hizo de sus favores la estela de su riqueza.
Aunque las ruinas romanas próximas al caserío nos permite hacer historia pasada sin apenas documento que lo verifique, tenemos que acercarnos a esa Edad Media para conocer origen con certeza. Su población nació en tiempos de reconquista, un poco después que la de Cuenca, siendo incluso Alfonso VIII su deudor, cuando en ese 17 de mayo de 1201 concediese a la Orden de Santiago la llamada aldea de Valtablao y se cita en el documento que “cum ómnibus terminis suis, sicut incipit de media veguiela suptus Vaduz de Fonceteio usqeu ad Pennan rubeam que est super castelum de Alcantuth, sicut vadit cerro cerro…” Por este documento deja al Concejo de Cuenca, Villanueva de Alcorón que poco antes le había dado a la mencionada orden, haciendo clara referencia al castillo de Alcantud.
Sobre la leyenda del término que nos aduce Alcantud, algunos investigadores nos llevan a esa época musulmana, apoyándose en el reconocido apellido Hud (Amed Hud) y sus rebaños a la ribera del Guadamejud y entre las orillas del Guadiela y su puente nos llevaba a esa población que empezó a recibir el nombre de Alcantur Hud (Alcantud más tarde).
Sus baños: morunos y cristianos
Muy cerca de la población, sus baños, a la falda de un cerro poblado de pinos y carrascas en sitio apacible y alegre. Nos dice Madoz que “el agua sale hirviendo de un hoyo de bastante capacidad, y su porción es del grueso de una pierna; la pila pequeña y enlosada, está al aire libre, de manera que no hay comodidad alguna para los bañistas, ni en esta parte ni en lo relativo a los edificios donde poder recogerse; las aguas se toman bien solas, bien bebidas o en baño, o embarrándose la parte afectada de la dolencia y sus resultados son admirables, especialmente en los dolores reumáticos y afecciones herpéticas, siendo también un éxito en las atonías, perlesías, obstrucciones, escrófulas, supresiones de orina y menstruo, hemorroides, cálculos renales y vexicales, flusiones de ojos, alferecías, convulsiones, vahídos y todo accidente de cabeza, hidropesías, dolores cólicos, hipocondrías, histerismos, calenturas rebeldes sostenidas pr lesión de algún órgano, escorbuto y toda enfermedad cutánea. Así es la gama de estos baños habiéndolos tomado en la temporada de 1844 más de 800 personas.”
El uso de estos baños surgió debido a la existencia de un manantial clasificado minero-medicinal y mineral-natural. Sus aguas están declaradas de utilidad pública desde 1845. Al final de la finca donde se encuentra el balneario está también la embotelladora de agua de Alcantud, cuya imagen de marca se parecía mucho a Solán de Cabras. A día de hoy la embotelladora tampoco se encuentra en funcionamiento.
Las aguas de este balneario de composición bicarbonatada, sulfatada y cálcica, están especialmente recomendadas para enfermedades reumáticas, musculares y cutáneas, así como para el aparato digestivo y circulatorio.
Dentro del terreno del balneario encontramos en la parte este, el río Guadiela, que cruza toda la finca, con bonitas zonas de baño.
Patrimonio monumental
Su iglesia, del siglo XVI, es de excelente construcción de arcos y bóvedas, coro y arco triunfal en el presbiterio, y una bonita portada, teniendo espadaña. En su interior, la Virgen de los Afligidos, la que como patrona da vida a sus fiestas más solemnes.
Todos recuerdan las quintadas, con la corta de pinos, -en los montes de Gualde Quemado o Gualde Zapatero con ese pino halepensis-, tal vez, evocando los peleles o Judas en Semana Santa, colgados y prendidos fuego en señal de devota compostura, ahora perdido. Pero, es ese segundo domingo de mayo cuando la fiesta engalana la villa y la hace solemne y alegre.
Su parroquial –según JL rodríguez Zapata- conserva su estructura románica pero al igual que otras de esa época ha tenido diversas modificaciones que dejan difusas las partes retocadas de las que no, por lo que podemos observar de su estilo románico, aunque algo haya sido retocado posteriormente, que se trata de un templo realizado en mampostería con sillares en las esquinas, encontrándose en su muro de poniente una portada, una saetera encima y todo ello rematado en la parte superior por la espadaña. Esta portada abocinada de poniente está formada en su parte superior por adovelado arco entre peraltado y apuntado compuesto por arquivoltas molduradas lisas formando medias cañas y chambrana similar que apoyan en una imposta decorada por una entalladura entre dos molduras de bocel; soportan las impostas seis columnas acodilladas entre jambas lisas de aristas cóncavas cuyos capiteles bajo estrecho cimacio tienen decoración vegetal, siendo los fustes de las dos columnas interiores más estrechos, y todas las basas dobles sobre zócalo; sobre la puerta estrecha saetera terminada en punta en su parte superior, y el remate triangular de la espadaña formado por tres huecos para campanas con arco de medio punto, más grandes las dos del primer piso que los del campanil superior.
La modernidad
Atrás aquellas Benditas Ánimas del purgatorio, Cabildo del Santísimo Sacramento y la propiedad del marqués de Ariza, hacendado mayor de este lugar, ahora, es un pueblo alegre que disfruta de futuro con esos baños, modernos, alojamientos, cabañas, bungalows y un sinfín de recreo al descanso y a la tranquilidad en un paisaje de ensueño.