Por Miguel Romero Saiz, Doctor en Historia
- Semblanza
¡Aún resuenan los troqueles de aquellos fusiles carlistas que por aquí anduvieron¡
Eran unos dos mil seguidores de don Carlos –según citan las crónicas-, soldados bien equipados y dirigidos por un tal Valiente los que allí se agruparon. Su centro neurálgico lo colocaron en Albalate por entender que allí, en lo alto de su cerro donde se ubica la iglesia podían avistar la llegada de liberales y defenderse. Era la tercera de las guerras carlistas que enfrentaron a España contra España.
Las tropas del gobierno dirigidas por el general Santa Cruz estaban a mitad de camino, pero a los carlistas no les preocupó en exceso. Bien atrincherados y abastecidos por las buenas hortalizas de las huertas del Trabaque y, sobre todo, bien regados por el excelente vino de sus numerosas cuevas, se regodeaban de su privilegiada situación.
El brigadier Valiente estaba convencido de que sus amigos, Santés desde Valencia y Villalaín desde Guadalajara le ayudarían ante el ataque. Por el contrario, las tropas de gobierno liberal venidas de Madrid, fueron reagrupando efectivos gracias a Carbayo desde La Mancha y Calleja desde el Levante para efectuar uno de los ataques más decisivos en el desarrollo del conflicto.
El 6 de mayo de 1874 se producía la batalla de Monsaete. Allí, las tropas de Valiente que acababan de salir de Albalate se encontraron con las del brigadier La Iglesia unidas a las de Santa Cruz y en lo alto de aquel monte se produciría una de las más sangrientas y decisivas batallas del carlismo. Los carlistas perdían su posición y cerca de trescientas bajas, mientras el ejército liberal fortalecía su imagen consiguiendo una de las más importantes victorias.
2. Origen
Pero Albalate tiene demasiada historia. Aquellos tiempos de romanos ya dejaron aquí su fuerte impronta, si cabe asimilando al poblado del Bronce que aquí habitó. Su calzada, secundaria, que desde Torralba atravesaba el valle, dejaba al lado Villaconejos, luego La Frontera y seguía camino de las minas altas de la Sierra. Por la fuente de los Baños, donde el primer poblado con el nombre de Albalate de Bombarrá ocupó lugar dicen algunos, hasta su puente entre el Trabaque y el Torralba, donde la vega que llaman de Arriba y la Veguilla, abastecían a la población de todo lo necesario para vivir.
Algunos papeles viejos nos dicen que este lugar fue ocupado por una familia bereber, de los que quisieron cierta independencia del Califato cordobés y aquí hicieron feudo.
Poblado musulmán o poblado cristiano, y que una vez recuperadas estas tierras por Alvar Fáñez primero y luego, Alfonso VIII, ciertos caballeros templarios pasaron por este lugar y vieron muy propio para hacer descanso un tiempo. Sin embargo poca huella dejaron según atestigua la historia, y si cruzaron ese puente medieval que unió punto fortificado de la llamadas tierras de Bombarrá.
Los parajes de este enclave son bellos en toda su extensión. El agua corre libremente y las vegas son fructíferas en hortalizas de todo tipo. Montes, dehesas y pequeños valles, entre rocas, torrentes y viñas domésticas.
No lejos del poblado, la Cañada Real, el paraje de Veredillas, aguaderos y sesteros, hacían recorrido al ganado trashumante para rendir cuentas a San Blas, el patrón, sin dejar de lado a Santa Quiteria y Nuestra Señora del Rosario, sus albaceas. Ermitas que fueron importantes en tiempos, el caserío de ahora, remozado y, arriba en lo más alto como oteando el horizonte, su iglesia, como un fortín que ondea en ese cerro perfectamente perforado de excelentes cuevas de vino.
3. Patrimonio
El edificio de la iglesia parroquial de la Asunción es el más importante del lugar. Se encuentra en el extremo meridional del poblamiento, dando su fachada norte a la plaza, sus fachadas oeste y este a calles y abriéndose su fachada meridional, a un recinto murado, que posiblemente fuese utilizado como cementerio, sobre las cuestas que descienden hasta la vega.
Esta iglesia tiene una fábrica que le hace ser una de las más nobles y elegantes de todas las medievales de la provincia. Fue mandada construir, según la tradición por don Gil de Albornoz, cuando fue nombrado cardenal y en recuerdo del tiempo en que fue cura de esta parroquia. Sin embargo, no hay constancia cierta de ello, aunque sabemos que la construcción habría que situarla en 1350, año en que fue ordenado Cardenal y en 1376, año en que murió, es decir en la segunda mitad del siglo XIV, fecha un tanto tardía para la pureza y buen hacer del estilo que muestra el edificio.
Su planta es de cruz latina, cabecera rectangular y crucero al exterior con un cuerpo central más elevado a modo de cimborrio, dos pequeñas capillas de planta cuadrada a los brazos del crucero en una única nave rectangular de proporciones más reducidas que la cabecera, elegante espadaña a los pies y dos portadas de acceso, enfrentadas, en cada uno de los muros de la nave.
De época románica se conservan la nave, construida en piedra sillar y cubierta con bóveda de cañón apuntada, las dos portadas y la magnífica espadaña, la cabecera original fue sustituida por la que muestra en la actualidad de corte y estilo barroco, construida en el siglo XVII.
El caserío está adaptado a las laderas del propio monte y hay casas de buena factura, con la casa palacio que se encuentra en la plaza y que ha creado fundación para la música especialmente.
Pero son sus cuevas lo que más llaman la atención. Forman parte del caserío, en un circuito bien remozado, entre la ladera y la ribera del río. Es un trenzado de recintos con buena hechura en su entrada que contiene en su interior, tradición, historia, sentimiento, economía y vida. Allí se han conjugado familias, parejas, amistades, proyectos, iniciativas, fiestas y celebraciones donde la amistad y el afecto han hecho crecer su historia.
4. En la actualidad. Curiosidades
Aquí se cría muy buena gente y eso que algunos hablan de un triste crimen. En la Navidad cantan eso de “Yo vengo del monte de ver un zagal, traigo un pajarillo que sabe cantar.” También se cuenta que aquel cardenal Gil de Albornoz, el que tan importante fuera para la historia de Castilla, cultivó mucho la devoción al patrón San Blas al que se llevan buenos rollos hechos de bizcocho y adornados con nata y otras golosinas, algunos con cabello de ángel, subastados al terminar la misa patronal.
Pero yo me quedo con esa amistad que allí habita. Subo desde la carretera y a mitad de camino me encuentro a Fredy con su desdén, el que me lleva sin descansar a su casa-cueva donde se encuentra Alicia y te recibe con esa hospitalidad tan generosa que no tiene negativa. Casa, hecha para el disfrute de todos. ¡Qué buena gente¡
Al bajar, Julián Moreno y sus hermanos –especialmente Lucy que fuese alcaldesa y tuviese la idea- me cuentan eso del Pueblo Libro y veo la cultura que aquí rezuma con tertulias, lecturas y conferencias, a ras del teatro que su sangre advierte, porque Albalate de las Nogueras no es solo fiesta, también es libro, hontanar, crepúsculo y belleza. Aquí se han forjado escritores que aún siguen haciendo uso de su palabra en buenos proyectos editoriales, por eso lo de pueblo libro me sigue gustando usarlo para este lugar. No lo olviden, amigos.
Muchas gracias Miguel Romero Saiz por este artículo que ha publicado sobre mi pueblo, Albalate de las Nogueras. Pero creo que debo hacerle una pequeña aclaración, como historiador de Albalate que soy, que creo que me da derecho a ello los ya 21 libros sobre Albalate de las Nogueras y su Historia que llevo hechos. Mi nombre es Alicio Racionero, y puede comprobar algunas pequeñas partes de mi trabajo en mi Blog El Rincón de Albalate de las Nogueras. La pequeña aclaración que quiero hacerle es la siguiente: por Albalate corre la tradición de que en tiempos antiguos (hasta 1525 que se le cambió el nombre) de que Albalate se llamaba: Albalate de Bombarrá, como ud. menciona. Pues bien, en mis numerosas investigaciones documentales que he hecho, NUNCA, repito: NUNCA aparece en ninguno de los documentos que he hallado que aparezca BOMBARRÁ (según parece y cuenta el cura D. Ricardo en su libro, en un antiguo libro de Bautismos así aparece: Albalate de Bombarrá, y a partir de 1525 vuelve a poner en ese libro: Albalate de Bombarrá, dicho Nogueras…) Pero como yo no he podido ver ese libro, ni está ya en la Iglesia, según creo, ni lo afirmo ni lo desmiento. Pero como le digo, en mis documentos antiguos, en cuatro de ellos se le nombra como: Albalate de Ban borraz(uno de ellos es el testamento del canónigo don Alonso Hernández del Peso, fundador de la Capilla de los Peso de la Catedral de Cuenca, que era natural de este pueblo, y como digo, en su testamento lo nombra así: Albalate de Ban borraz. Y en otros tres documentos más anteriores a 1500 también se le nombra así, como: Albalate de Ban borraz (en uno de ellos el escribano lo nombra: Albalate de Valborraz, pero creo que es más por sonarle mejor Valborraz Al escribano, que Banborraz). Bueno, espero que esto le ayude para cómo debe nombrar el antiguo nombre de Albalate, ya que como historiador local que soy, estoy intentando corregir ese error, que creo que sea tal. Le pongo el enlace a mi blog para que vea de qué le hablo. Un saludo cordial como clegas historiadores que somos los dos. https://elrincondealbalatedelasnogueras.blogspot.com/p/libro-de-arvam.html