• Capitán Diego López de Haro, Señor de Vizcaya, hombre de confianza de Alfonso VIII y capitán en jefe de las tropas allí instaladas. Fundará luego el Señorío de Haro.
• Capitán Nuño Pérez de Lara, nieto del conde Gonzalo Núñez de Lara, encargado de la vigilancia y control del lado septentrional de la ciudad, al mando de trescientos soldados de caballería. Moriría en una escaramuza en la puerta de San Martín antes de tomar la ciudad, por un disparo de flecha en el cuello. Enterrado en el cementerio de batalla, a los pies de las murallas del flanco este.
• Capitán Gutíerre Gutiérrez de la Bastida o de Cuenca, de origen asturiano, al mando de los soldados de ataque, leoneses y asturianos, primeros en entrar en la ciudad una vez abierto el boquete de acceso. Entraron por la parte alta y le acompañaba Pedro Gutíerre que fallecería en el momento del ataque. Eran arqueros y honderos.
• Según el cronista real Maese Giraldo, los primeros soldados en entrar, lo hicieron por la puerta de San Juan, la que da hacia el Júcar y fueron, no más de treinta hombres comandados por Alfonso de Járaba o Xaraba y su sobrino Mateo Xaraba (no se cita la leyenda, que será posterior.)
• Junto al rey Alfonso VIII- al entrar en la ciudad- iban dos importantes personajes: por un lado, Tello Pérez, el cual portaba el pendón blanco de tafetán con la imagen de la Virgen del Sagrario, en nombre del obispo de Burgos, su señor; y Andrés de Cañizares, el cual fue a colocar el estandarte real de Castilla, en la parte más alta del muro redondo encima del Júcar (posiblemente el muro de la parte alta del Castillo, lugar más visible). El primero, oriundo de Las Merindades y el segundo, de las tierras altas del Duero (montañas palentinas).
• Como señores de tropa y aliados de Alfonso VIII de Castilla, Pedro Manrique de Lara (de los Lara, ayos del niño rey), Pedro Fernández de Fuentecalada, maestre de la orden de Santiago, y el maestre de la Orden de Calatrava –cuyo nombre no aparece citado-; y junto a su aliado, el rey Alfonso II, Pedro Ruiz de Azagra, señor de las tierras de Albarracín, que llegó a abarcar Huélamo y parte de Cañete.
• El capitán Diego Jiménez, comandaba las tropas de asalto y se encontraba con los soldados más aguerridos, originarios de la Castilla alta, los cuales siempre estuvieron prestos con las máquinas de guerra que, no utilizarían a pesar de tenerlas confeccionadas. Se encontraban en la llanura de entrada hacia las tierras de Jaén.
• Juan Yañez, arcediano mozárabe residente en la villa de Calatrava, hijo de Juan Álvarez, uno de los capitanes de la conquista. Fue elegido Primer Obispo del recién creado Obispado conquense, en 1182 por Bula papal de Lucio III, uniendo Valeria y Ercávica.
• Era Arzobispo de Toledo, Cerebruno, el cual había elevado al arcedianato de Calatrava al tal Juan Yañez, nieto de Alvar Fáñez, sobrino del Cid.
• Álvar Ruiz de Ceballos (para otros, Fernán Martínez de Ceballos), capitán de Santander, era el Adelantado Mayor del Reino. Conquistará Alarcón y su Tierra (Familia Ruiz de Alarcón.)
• En 1183 se funda el primer cabildo catedralicio de Cuenca, con los siguientes canónigos:
  • Don Gutierre
  • Don Juan de Contreras
  • Don Miguel de Sanesteban
  • Don Pedro arcipreste
  • Don Velasco de Villaespesa
  • Don Rodrigo de Castro
  • Don Juan de Lara
  • Don Juan de Cañaveras
  • Don Martín de Lugo
  • Don Fernando
  • Don Lope de Osma
  • Don Martín de Calahorra
  • Don Lope de Villaespesa
  • Don Rodrigo Nuño de Burgos

(*) El maestro Giraldo, Canciller del Rey y Cronista real será el encargado de plasmar muchas de estas referencias en su “Conquista de Cuenca”.

Por último, según un interesante artículo del investigador Antonio Rodríguez Sáiz, también los hermanos Bezudo formarían parte de ese cortejo conquistador, en base a una serie de referencias que sobre estos personajes aparecen en determinadas obras. Tal es así que nos dice en su artículo de referencia, como:

“El capitán Rodríguez Bezudo había muerto junto a la puerta del Castillo el 21 de septiembre de 1177 a la entrada de las tropas de Alfonso VIII en la toma de Cuenca, logrando izar en el muro de la fortaleza el pendón cristiano.

Sobre ello se deliberó en el pleno añadiendo, por parte de la presidencia que, también un hermano suyo tuvo una actuación destacada en el mismo sitio. No se tomó ninguna resolución, previo examen y deliberación, para dedicar una calle al bravo e intrépido caballero segoviano pero sí, en su lugar y por unanimidad, se decidió dar el nombre de “Hermanos Rodríguez Bezudo” al arco existente a la entrada de Cuenca y que forma parte de esta antigua construcción.

Este acontecimiento histórico protagonizado, en parte, por los hermanos Rodríguez Bezudo ha sido fechado con frecuencia en 1177 cuando se toma definitivamente a Cuenca por Alfonso VIII. En honor a la verdad no ocurrió en tiempos de este noble rey castellano.

Entre los distintos cronistas e historiadores que recogen este episodio, la mayor parte de ellos coincidentes con la salvedad de la fecha, he tomado la narración de Diego de Colmenares, autor de la Insigne Ciudad de Segovia y Compendio de las Historias de Castilla, publicado el año 1637.

En ella, nos refiere el cronista que en el año 1100 (otros cronistas afirman otra fecha pero próxima a esta) que las tropas cristianas al mando de Fernán Ruiz de Minaya cercaron la antigua ciudad de Cuenca que estaba defendida por Alhacén Bolí (o Boalí) “moro valiente con muchos almorávides de valor y experiencia” pero que la pierde en el primer y único asalto de las tropas cristianas formadas por soldados de Segovia, Ávila y Zamora. Su conquista duraría poco tiempo“.