El Castro del Cerrito del Moro es un yacimiento arqueológico situado en la Serranía de Cuenca en el término municipal conquense de Huerta del Marquesado. Desde el año 2021 los autores de esta noticia venimos desarrollando diferentes líneas de investigación en la comarca serrana de Cuenca y otros territorios adyacentes con el objetivo de llenar el gran vacío de conocimiento sobre las diferentes etapas de la Prehistoria en la zona. El trabajo en el Cerrito del Moro se inició precisamente para obtener información sobre lo que hemos denominado como el proceso de “Castrificación” en la Prehistoria Tardía y en especial en el periodo de la cultura Celtibérica (segunda mitad de la Edad del Hierro). Sin embargo, los trabajos realizados se han revelado como útiles para conocer un rango mucho más amplio del pasado de esta zona[1]. Las tres campañas arqueológicas celebradas hasta ahora están siendo promovidas y financiadas por el Ayuntamiento de Huerta del Marquesado.
A través de los resultados obtenidos, la secuencia de fases de ocupación es la siguiente:
Fase 0: Momento hipotético de uso del cerro en época calcolítica. Esta ocupación está representada tan sólo por algunas piezas líticas y, tal vez, por algún fragmento de cerámica a mano. Y también, por supuesto, por el objeto protagonista de este artículo.
Fase 1: Castro celtibérico. Poblado amurallado y aterrazado. Abarcaría todo el cerro, desde la cima a las distintas terrazas de las laderas. Resultan claramente visibles sus líneas de aterrazamiento y de murallas y también aparece una gran cantidad de cerámica a mano y a torno característica de esta época.
Fase 2: Reocupación del castro en época medieval andalusí. Está representada por abundantes materiales cerámicos. Puede ser parte de una reocupación de tipo aldea (agropastoril) pero también debemos valorar su función defensiva relacionada con las coras islámicas que comparten frontera en la zona. Se extiende, por la ausencia de materiales significativos en la cima del cerro, fundamentalmente por la ladera Este.
Fase 3: Uso esporádico probablemente pastoril de la ruina del núcleo en época medieval cristiana, moderna y contemporánea. Está representada por los restos de cerámicas con vidriados y esmaltados, pero en cantidad más escasa. No se habla en la documentación conservada tras la conquista cristiana de la zona de una aldea dentro del término de Huerta del Marquesado que pueda relacionarse con este enclave. Por ello consideramos que desde la conquista cristiana de la Serranía se extinguiría la ocupación continua o estable de este enclave.
Desde el año 2021 se ha venido prospectando y excavando el yacimiento, identificando sus diferentes líneas de aterrazamiento y muralla, de construcción de piedra en seco. En 2023, procedente de los niveles de la excavación en área de la puerta del castro ha aparecido una pieza especialmente singular que se ha identificado como un ídolo placa prehistórico[2].
Se trata de una pieza tallada sobre una lámina de pizarra, con marcas grabadas claramente formando patrones triangulares, circulares y lineales. Se encuentra muy deteriorada, pero conserva el estrechamiento en la parte superior que sugiere su forma antropomórfica y un parte de un agujero de suspensión. Estaría partida por la mitad primero y erosionada en todo su contorno. Algunas de las líneas que se observan pueden corresponderse con una etapa de deterioro o reutilización de la pieza. Ostenta también dos fracturas posteriores (en el agujero y en una esquina).
Una vez en el laboratorio se realizó sobre esta pieza una primera limpieza, tan sólo pincel suave y agua, para poder apreciar las distintas líneas y marcas más evidentes. Gracias a ello se pudo desarrollar un primer boceto que reconstruye lo que parece la cara principal o delantera, en la que se observa (en comparación con otros ídolos placa ibéricos mejor conservados) uno de los ojos con rayas concéntricas y el contorno inferior del mismo. También se observan triángulos rellenos de rallados que serían parte de la vestimenta que se les atribuye a estas piezas. En tercer lugar, cabe destacar unas líneas descendentes que representaría uno de los brazos de la representación antropomorfa.
Posteriormente la restauradora del equipo (Lucía Hernández Vivanco) ha realizado un trabajo de limpieza en profundidad, mucho más detenido que ha terminado revelando más líneas y definiendo más las ya conocidas. Gracias a ello se ha conseguido recuperar mejor la traza de las líneas originarias grabadas. No obstante, será necesario desarrollar un nuevo trabajo de lectura y representación de la pieza, discriminando entre las distintas trazas para poder alcanzar una nueva visión mucho más precisa del aparato gráfico del ídolo. Entregada la pieza al Museo de Cuenca, se han realizado varias reproducciones a gran resolución para facilitar la labor de identificación y reconstrucción del grabado original.
Debemos recordar que los ídolos placa son comunes en otras áreas de la geografía ibérica y se relacionan con el mundo megalítico y con contextos funerarios[3]. Son muy conocidos los más numerosos y característicos ejemplos del Alentejo (Portugal), destacando también los del área del Mediterráneo y los de Galicia, pero son muy escasos los ejemplos documentados en el Centro de la Península. En la Provincia de Cuenca son mucho más conocidas las representaciones de Arte Rupestre Esquemático[4] y dos ídolos antropomorfos en Chillarón[5] y en La Parra de las Vegas, ambos de bulto redondo y expuestos en el Museo Arqueológico de Cuenca). El Ídolo de Huerta del Marquesado sería el primer ejemplo de ídolo placa del área. Aún no se han confirmado dólmenes en la Serranía de Cuenca, pero sí áreas de enterramiento del Calcolítico Final en el mismo término municipal (Cueva de la Mora, excavada por este mismo equipo desde 2021 y con cronologías radiocarbónicas obtenidas para los restos humanos cremados del 2500-2400 a.C.[6]). Según las tipologías en uso[7], sería una pieza que se sitúa dentro del denominado como Tipo A por su silueta antropomorfa. Por las características de poca finura y relativo desorden del dibujo podría definirse dentro del denominado como tipo “placa loca”.
Más allá de la constatación de materiales muy puntuales del Calcolítico en el Cerrito del Moro (un fragmento de hacha pulimentada y otras pocas piezas de industria lítica), no se ha localizado aún ningún nivel de ocupación estable en este rango cronológico. Hay dos interpretaciones posibles que explicarían la presencia en el sitio del Ídolo Placa: la primera sería la de que éste procediese de otro yacimiento del entorno (recuérdese, por ejemplo, la citada Cueva de la Mora en Huerta del Marquesado con restos datados por C14 en el final del Calcolítico y el inicio de la Edad del Bronce) y que posteriormente se emplease como un útil o herramienta o, incluso, como pieza simbólica en el final de la Protohistoria o ya en época Medieval. La segunda opción pasaría por la existencia de una fase de ocupación del Calcolítico Final y/o Bronce Inicial que aún no se ha accedido en las excavaciones.
En todo caso, consideramos que la pieza que aquí se presenta significa una noticia relevante y merece ser reseñada por la escasez de hallazgos de este tipo en esta zona de la Meseta y por la rareza de su tipología. La continuación de las excavaciones arqueológicas en el Cerrito del Moro servirá para resolver las cuestiones pendientes sobre su origen y sobre el contexto en el que se ha recuperado.
Santiago David Domínguez-Solera, Jesús Francisco Torres-Martínez y Miguel Osma (IMBEAC y HEROICA)
[1] Domínguez-Solera, S. D. y Torres-Martínez, J. F. (2023): La “castrificación” en la Sierra de Cuenca. La campaña de 2022 en el Cerrito del Moro (Huerta del Marquesado, Cuenca). Mansiegona, 17: 8-11.
Domínguez-Solera, S. D.; Torres-Martínez, J. F. y Osma, M. (2023): La “castrificación” en la provincia de Cuenca: campaña de 2021 en el Cerrito del Moro (Huerta del Marquesado). Cuenca: Su historia y sus tierras (Jara y Ruiz coord.). UCLM, Cuenca: 111-130.
[2] Y que ha sido inventariada como AA/2023/09/396.
[3] Bibliografía de interés:
Almagro, M. (1973): Los ídolos del Bronce I Hispano. Biblioteca Praehistorica Hispana XII, Madrid.
Bueno, P. (2009): Ancestros e imágenes antropomorfas muebles en el ámbito del megalitismo occidental: las placas decoradas. Ojos que nunca se cierran. Ídolos de las primeras sociedades campesinas. Cacho, Maicos, Galán y Martos coordinadores. MAN, Madrid: 39-77.
Bueno, P.; Fóbregas, R. y Barciela, P. (2003): Placas, estatuas, ídolos. Representaciones antropomorfas megalíticas en Galicia. A Carballeira (Pontevedra). Brigantium, 14: 47-61.
Gonçalves, V. (2004): As deusas da noite: p projecto “Placa Nostra” e as placas de xisto gravadas da regiâo de Evara. Revista de Arqueología, 7(2): k49-72.
Lillios, K. T. (2008): Heraldry for the dead. Memory, Identity and thee engraved stone plaques of Neolithic Iberia. University of Texas, Austin.
[4] Ruiz López, J. F. (2017): Estado de la cuestión: El conocimiento del arte rupestre del arco mediterráneo. Cuadernos de arte rupestre: revista del Centro de Interpretación de Arte Rupestre de Moratalla, 8: 47-64.
[5] Almagro Basch, M. (1966): El ídolo de Chillarón y la tipología de los ídolos del Bronce I Hispano. T.P. Vol. 22, Madrid.
[6] Domínguez-Solera, S. D. y Osma, M. (2023): Campaña de 2022 en la Cueva de la Mora (Huerta del Marquesado, Cuenca). Las grutas sepulcrales en la Provincia de Cuenca. (Domínguez-Solera y Osma coord.). Ayuntamiento de Huerta del Marquesado e IDEC, Cuenca: 11-32.
[7] Bueno, P. (1992): Les plaques décorés alentejaines: aproche de leur étude e analyse. L’Antrhopologie, 93 (2-3): 573-604.