Durante un trabajo de control arqueológico vinculado a la obra de construcción de un almacén-trastero en el solar del Antiguo Hospital de Castillo de Garcimuñoz (promotora Carmen Lamuela[1] y proyecto del arquitecto Aurelio Carrilero) se ha podido valorar este interesante complejo[2]. La iniciativa constructora no afectó ni a estratigrafía terrestre ni a elementos arquitectónicos de relevancia histórica. Por el contrario: sirvió para identificar uno de los límites del antiguo conjunto religioso y también como excusa para analizar los restos que de él se conservan insertos en las casas particulares que hoy lo ocupan.
La historia del pueblo[3] que ha sobrevivido hasta el momento actual se inicia, al menos, desde época islámica y fue asimilado y refundado el lugar dentro del Reino de Castilla por el personaje que daría nombre a la plaza cristiana: “García Muñoz”, caballero que sirvió al rey Alfonso VIII en el contexto bélico de las tomas de Cuenca, Zafra de Záncara y Alarcón (años 1177, 1179 y 1184 respectivamente). El hito después pasaría a formar parte del Alfoz de Alarcón y seguidamente a la propiedad señorial de Don Juan Manuel (entre los años 1304 y 1348). Tras ello, Castillo de Garcimuñoz formó parte del Señorío de Villena hasta la desaparición de los señoríos en el S. XIX.
En lo relativo al inventario de monumentos del casco urbano, recientemente puesto en valor4, el pueblo está constituido por un importante conjunto de viviendas tradicionales manchegas, casas blasonadas, fuentes medievales y modernas, dos conventos, varias iglesias y el hospital para pobres que aquí es objetivo principal de análisis arqueológico.
Antes del establecimiento del Hospital de la Concepción propiamente dicho, en su solar existen noticias de inmuebles medievales de carácter religioso, concretamente se ha apuntado a una sinagoga refundada después en templo cristiano. Según Petrel y Salas Parrilla[5] sobre la sinagoga antigua de Castillo de Garcimuñoz se levantó la Iglesia de la Inmaculada, que sería la del Hospital en la Calle la Virgen.
Alonso González de Villamayor, párroco y regidor de la villa, fundó el Hospital ya en 1535, dotándolo de capellanes y rentas para su sostenimiento[6 y 7]. Además de ser cura de Castillo de Garcimuñoz, lo era de San Pedro de Moya y la caridad del hospital iría dirigida a los pobres peregrinos y a los naturales de la villa[8]. Los Villamayor de Castillo están relacionados con la institución desde su fundación en adelante. El Papa Clemente X designó a los miembros de dicho linaje patrones y administradores perpetuos.
Dato relevante es el de que Esteban Jamete, el ilustre escultor francés, estaba tallando en el complejo la imagen funeraria a escala real del dicho fundador cuando fue apresado por la Inquisición acusado de hereje en 1557[9]. El 2 de abril de 1557 fue prendido y llevado a la Cárcel de Cuenca[10]. Vivió en Castillo de Garcimuñoz en “la casa que fue antes convento de monjas aneja a cierta iglesia”[11]. No terminó la cabeza y esta imagen se guarda hoy en el Auditorio Municipal de Castillo de Garcimuñoz, protegida y restaurada.
Otro dato famoso relacionado con el edificio que estamos analizando es el de que Alonso Francisco de Villamayor y Caballón, de extensa carrera militar, fue el responsable del encargo de la copia de la “Sábana Santa de Turín”, que se concluyó en 1640 y que se terminó guardando en el Hospital de la Concepción. Hoy está expuesta en el Museo Diocesano de Cuenca[12].
En 1653, hundiéndose la Iglesia Parroquial de San Juan (ruinas en el Cerro de San Juan), se trasladó el culto a la Iglesia de la Concepción en el Hospital provisionalmente[13], siendo el patrón (el séptimo) de la institución Don Carlos de Villamayor y Vivero[14].
Según mención recogida en la obra de Petrel y Salas[15] la Iglesia era de tres naves y el complejo general tendría su final como institución religiosa en época de las desamortizaciones. Destaquemos ahora aquí que, a partir de la segunda mitad del S. XIX el solar o solares que constituían el complejo hospitalario pasarían desde entonces y hasta el presente a manos particulares. Sobre los restos del Hospital y la Iglesia de la Inmaculada Concepción se irían solapando casas y se irían compartimentando las estancias hasta dar lugar a la planta actual.
Pocas menciones documentales hay por el momento disponibles o localizadas sobre cómo fue el Hospital entre los siglos XVI a XIX. Por ello el trabajo de estudio arqueológico resulta indispensable y labores de control que aprovechen obras en el complejo son un notable camino de obtención de datos. Desde el exterior ha destacado siempre la supervivencia de la entrada principal. Se trata de una serie de cuerpos de fábrica en mampostería caliza y tomada con cal, con refuerzos de cantería en las esquinas y que han de haber perdido sus enlucidos originales. El acceso propiamente dicho consiste en un sobrio arco de medio punto de cantería, decorado mediante arquivoltas aboceladas en la arista del intradós. También serían parte remanente del solar hospitalario algunas de las tapias de mampostería y refuerzo de cantería linderas con la vía pública de la Calle de la Virgen. A priori resulta difícil establecer los demás límites del complejo hospitalario sobre el parcelario actual. Al Norte y al Este se abren solares vacíos, que en el pasado pudieron formar parte parcialmente del perímetro. En el lado del Oeste también son difusos los linderos y algunas de las pequeñas propiedades actuales pudieron ser parte del Hospital de la Concepción.
Como complejo hospitalario religioso y como posible templo medieval previo y como parroquia provisional en el S. XVII, ha de esperarse que en el interior de su iglesia, en sus alrededores y/o en sus patios se dispusiesen enterramientos[16].
Tras explanarse la zona destinada al nuevo almacén, se comprobó que la base de las tapias en mampostería sí que tenía la entidad suficiente para ser trazado original del cierre del complejo por el N. Aunque las partes altas serían de una reparación del S. XX desarrollada por el padre de la promotora en piedra caliza y cal. En las zanjas de cimentación: sólo se llegó a profundizar en niveles de revuelto o echadizo con materiales arqueológicos de diversas épocas.
Otra de las acciones previstas y realizadas ha sido la inspección, con permiso y acompañamiento de los propietarios, de las construcciones recientes en busca de los principales restos del Hospital. El complejo, actualmente, se encontraría dividido en tres casas (tres hermanos), compartiendo un patio al que se accede desde la fachada de cantería y con arco original. Se han identificado los siguientes elementos atribuibles a dicha fase:
- Columnata de cantería, pórtico, en el patio. A principios del S. XX estaban sin rellenar los huecos entre columnas, cosa que ocurre al hacer las casas actuales ellos y sus familiares. Habría 3 columnas en posición original y 2 basas movidas.
- El empedrado del patio, aunque rejuntado y consolidado con cementos, sería también el original.
- Existen diversas piezas de cantería, sueltas y acopiadas, en el patio. Una, se comprueba, es parte del arco de la entrada. Otras son parte de pilares nervados y otras piezas de cornisa, tal vez pertenecientes a la interna de la iglesia.
- También se conserva una cueva tradicional, que puede ser parte de la institución religiosa, después aprovechada en la fase de casas particulares.
- Los muros de la fachada principal y su portada, fachada Sur y algunos muros interiores (por el grosor distinguido uno en la casa de Carmen), serían también de la fase del Hospital. Además de la tapia trasera documentada directamente durante el presente expediente.
- En las jardineras y muretes frente a la puerta principal y por el exterior también se detectan restos de cantería cuya procedencia es, inequívocamente, la ruina del Hospital.
De la inspección general de la propiedad y de los testimonios deriva por un lado la confirmación de que las casas del S. XX conservan aún integradas fábricas importantes del Hospital. Por otro, se bosqueja una humilde aproximación a la morfología del complejo:
La portada principal daría acceso a un patio empedrado y porticado al menos en el lado NE, donde se elevaría al menos 2 alturas. Bajo esta panda se abrirían bodegas aprovechando la pendiente del cerro. La disposición de las dependencias del lado Norte del edificio sería obligatoriamente escalonada, de nuevo adaptándose a la topografía. Los indicios de la presencia de la iglesia u oratorio del complejo apuntan a que su cuerpo se hallaría dispuesto en el lado Este, tal vez fuera de lo que hoy es el perímetro de la propiedad, por la presencia de huesos humanos en esta zona (constatados personalmente y expuestos en testimonios). Tal vez el atrio u otro patio destinado a inhumaciones se desarrollase por lo que hoy es el exterior. Los límites tanto en la esquina NW (la estudiada ahora) como en los lados Sur y Sudeste quedan ya claros.
Toda pieza de cantería en posición primaria (entrada y pórtico) parece coherente con el estilo renacentista al que, por fechas de fundación, debe pertenecer la obra original. Obra que sería, hasta el XIX, seguramente modificada sin indicios sólidos de en qué consistieron tales reformas (la zona de la entrada, el pórtico, muestra claras reformas, por ejemplo).
En el extremo NW se han aportado escombros repetidamente, seguramente para regularizar el terreno, hace unas décadas aún huerta. Por lo menos a la cota alcanzada por las zanjas de cimentación no se observan estructuras anteriores, que pueden quedar aún enterradas a más profundidad.
Referencias y notas:
[1] Se le agradece a ella y a su familia su colaboración total para el buen desarrollo de la presente investigación.
[2] El Casco Urbano de Castillo de Garcimuñoz es Bien de Interés Cultural (BIC) con categoría de Conjunto Histórico desde el año 2002. Los restos del Antiguo Hospital de la Concepción están inventariados en el documento de protección relativo al Plan General de Ordenación Urbana correspondiente al municipio. Concretamente en el Ámbito de Protección/Prevención A.11. Antigua Sinagoga/Hospital.
[3] Un breve resumen, en castellano e inglés, de su significado histórico en Domínguez-Solera, S. D. y Muñoz, M. (2020): Patrimonio de Castillo de Garcimuñoz. Clan, Madrid.
[5] Petrel, A. (2018): En torno a los conversos «hidalgos» de El Castillo de Garcimuñoz. IDEC Patrimonio, IV: 67-71.
Petrel, A. y Salas Parrilla, M. (2016): Garcimuñoz Medieval. El Castillo y la Villa del S. XIII al XV. Ayuntamiento de Castillo de Garcimuñoz, Albacete: 84.
[6]Relaciones Topográficas. Castillo de Garcimuñoz.
R.A.H.E., Col. Salazar, D-28, — act. 9/303— fol. 15.
[7] Aunque en el Diccionario de Madoz se indica 1586 como fecha de fundación. Página 218 del Volumen 1.
[8] González Muñoz, J. M. (2009): La Muy Noble Villa del Castillo de Garcimuñoz y su Monasterio de San Agustín (Fundado por Don Juan Manuel en 1326). Segunda Edición. Edición del autor, Madrid: 57.
[9] Domínguez Bordona, J. (1933): Proceso inquisitorial contra el escultor Esteban Jamete. Centro de Estudios Históricos, Madrid.
Turcat, A. (1994): Etienne Jamet, alias Esteban Jamete: sculpteur franc̜ais de la Renaissance en Espagne condamné par l’Inquisition. Picard, Paris.
[10] Rokiskiy Lázaro (1985), Arquitectura del S. XVI en Cuenca, Diputación de Cuenca: 163.
[11] Domínguez Bordona, J. (1933): Op. cit.: 7.
[12] https://www.lasnoticiasdecuenca.es/provincia/la-sabana-santa-y-castillo-garcimunoz-simbolo-eterno-19446
[13] Archivo Diocesano de Cuenca, Curia Episcopal, Audiencia, 1101/6, folio sin numerar.
[14] https://www.castillogarcimunoz.es/personajes/los-villamayor/
[15] Op. cit.: 287.
[16] Domínguez-Solera, S. D. (2010): Cementerios. Génesis de los enterramientos en sagrado. Memoria, la Historia de Cerca nº XXVII.
Gómez Sánchez, D. (1998): La muerte edificada. El impulso centrífugo de los cementerios de la Ciudad de Cuenca (Siglos XI-XX). Universidad de Castilla-La Mancha, Cuenca.