Fundación en el tintero

Fundación en el tintero

Cuando se dice que “algo quedó en el tintero”, se indica que hay cosas que se dijeron, que no se hablaron o que quedaron pendientes”. La expresión “Quedar en el tintero” define muy bien la situación a la que hemos llegado con los edificios de la calle de los Tintes nº41 y calle Fray Luis de León nº1.

En este caso, se dan todas ellas a la vez y los protagonistas principales de esta historia son el Excmo. Ayuntamiento de Cuenca y la Fundación Sánchez Vera, los cuales han mantenido una serie de “tiras y aflojas” que han derivado a la situación actual con la que nos encontramos en el edificio emblemático que vemos enfrente de las escaleras del Gallo.

Para hablar sobre ello, es necesario hacer un repaso de sus antecedentes a través del Informe Jurídico en el Expediente de Gestión Patrimonial Nº12/2018.

El primer antecedente que aparece es del año 1941 en el que el Sr. Sánchez Vera se hace con la adquisición por compra del piso principal del inmueble número 41 de la Calle de los Tintes (anteriormente, calle de Odón del Buen) para destinarlo “a un Centro de Estudios Conquenses”, junto el jardinillo interior. En 1943 se ratifica que el resto de los dos inmuebles queda en propiedad del Ayuntamiento, comprometiéndose este a “satisfacer para siempre jamás los gastos de conservación de todo el edificio”, incluida la parte comprada por el Sr. Sánchez Vera, que los poseerá en “usufructo vitalicio [1]”.

En 1959 empiezan los problemas, y el arquitecto municipal, Sr. de León, “emite un informe para el inicio del expediente de ruina”, avisando de un “estado avanzado de descomposición”, “alarmantes grietas” y “putrefacción de los elementos estructurales”. Pero, inmediatamente después, los inquilinos del edificio presentan alegaciones mediante un informe alternativo librado por D. Fernando Alcántara Montalbo, arquitecto colegiado en Madrid, que desmiente el anterior informe y alega que el único problema estaba localizado únicamente en un muro del patio exterior.

Lo mismo pasa un año después: en 1960 se vuelve a declarar en estado de ruina y en 1962 se pide que, al haber incumplido el Ayuntamiento el deber de conservación del edificio, se expongan tres posibles soluciones: que vuelva a ser entero titularidad de la Fundación Sánchez Vera, que se vendan las viviendas a sus ocupantes para entregar ese dinero a la Fundación y que esta tenga fondos para poder subsanar las obras, que se realicen las obras de conservación entre inquilinos, Fundación y Ayuntamiento.

En ese mismo año entra en juego otro propietario, que ejecuta la compraventa tras subasta pública del “local sito a la izquierda desde la entrada al edificio y del piso segundo” del número 41 de la calle de los Tintes.

Cinco décadas después, en 2007, la Fundación Sánchez Vera solicita la “reversión de todos los bienes que constituían el patrimonio de Don Ángel Sánchez Vera”. Esto deriva finalmente en que en septiembre de 2009, el Ayuntamiento en Pleno acuerde la “cesión gratuita de ambos inmuebles” alegando la situación de enajenación [2] en el que se encontraban dichos inmuebles.

De este modo, en 2010 encontramos la situación actual de propiedad de un 55% perteneciente a la Fundación Sánchez Vera y un 45% a cinco viviendas propiedad de seis titulares distintos.

Más recientemente, en 2018 se produce un incendio en la segunda planta del inmueble. Revisados los daños, se asegura de que “no se aprecia riesgo de colapso inminente de los elementos estructurales”. Todo esto se refleja en el Informe Técnico correspondiente, hecho por el arquitecto del Servicio de Gestión y Disciplina, David Domínguez Rendeiro. Un expediente en el que también aparecen todas sus debidas protecciones que atesora el edificio:

“Es una edificación tradicional de los años 30 […] se encuentra incluido dentro del ámbito del Plan Especial de Ordenación Mejora y Protección del Casco Antiguo y sus Hoces de Cuenca de 14 de Febrero de 2001 (en adelante PECA) y está sujeto a un Nivel de Protección IV (Art. 4.17), que se aplica a los inmuebles con calificación de arquitectura culta y ambiental (ficha XII-44). La edificación pertenece al área de Homogeneidad Tipológica 12 (A.H.T. 12). El inmueble se encuentra incluido en el entorno de protección B.I.C. El carácter de la protección se dirige en estos edificios al mantenimiento de las tipologías de fachada, cubiertas y elementos visibles al exterior”.

Sin embargo, según el Informe de Ruina, se estipula que el coste de las reparaciones (453.276,62€) supera la mitad del valor de una construcción de nueva planta (358.533,00€ / 2 = 179.266,50€, según notificación en el BOE de Gerencia Municipal de Urbanismo el 13 de julio de 2018), por lo que se atiene a que:

Cuando se justifique la imposibilidad de conservación de la fachada por estado de ruina e imposibilidad de consolidación, se permitirán las obras de Reconstrucción, tal como se definen en el artículo correspondiente del PECA, con reposición obligada de los elementos que en ella se señalan.

Una vez que el Ayuntamiento ha declarado la situación legal de ruina, los interesados pueden interponer un proceso contencioso-administrativo y recurrir esa decisión, paralizando este proceso y dejando en manos de la justicia este caso. Pero la pregunta es: ¿hay alguna parte interesada en conservarlo? Como hemos podido comprobar, no hay informe técnico alternativo, diciendo en el punto cuarto de la “Valoración de los trabajos de demolición necesarios”:

Cuarto.- El informe de valoración ha sido realizado por técnico municipal, funcionario público, que goza de presunción de veracidad y que por tanto sólo puede ser destruido su argumento mediante prueba en contrario. Prueba en contrario que en este caso debe materializarse en un informe de valoración contradictorio, el cual no se ha aportado.

Todo queda en manos de el Informe Cultural que, esperemos, tengamos noticias pronto, el cual es determinante a la hora de decidir si se tira o no se tira finalmente ya que éste tiene prioridad ante el informe técnico ya emitido. Tendremos que estar atentos ya que a lo largo de la historia de este edificio, ya han habido contradicciones entre profesionales e informes contradictorios. Por eso es tan importante tener segundas opiniones; pueden evitar que estas decisiones se tomen en base a intereses individuales ajenos al beneficio de la ciudad.

Con este caso, tenemos la sensación de que estos procedimientos se van realizando sin transparencia, ya que a cada paso dado y para cada información a la que queremos acceder no encontramos más que trabas, plazos de espera y demora en las respuestas. Todo parece estar orquestado para que se demuela, perdiéndose así una parte de la ciudad, un recuerdo que es muy difícil de recuperar, ya que muchas de estas situaciones acaban con un solar vacío en medio de la ciudad (como se puede observar en algún solar recorriendo esa misma calle) o que se utilice para la especulación, con la construcción de unos pisos de lujo favoreciendo así la gentrificación (o turistificación) en una zona de tales características.

No queremos que haya más casos así, y menos en una zona que está incluida en el entorno de protección B.I.C. Una edificación que tiene una localización perfecta para conectar el casco histórico con la “ciudad moderna”. Por ello, denunciamos esta situación lamentable de dejadez y deterioro y reivindicamos mayor sensibilidad con nuestro patrimonio. Imaginemos usos para estos edificios y cómo podrían mejorar la calidad de vida de los conquenses, como espacios culturales de uso público, tan necesarios en nuestra ciudad.

La Fundación Sánchez Vera ya abogaba en su Informe de Intervención datado el 21 de noviembre de 2008, la intención de crear “una especie de escuela o centro de investigación sobre técnicas populares referentes a la horticultura” en algunas fincas que se encuentran ubicadas en la Hoz del Huecar. Alegan que “todas las prácticas de actividades ‘populares’, así como usos y costumbres artesanos […] se encuentran en vertiginoso declive y con evidente posibilidad de desaparición del entorno social dado el desconocimiento…”. ¿Por qué no podría ser este un espacio para acercar esa cultura a la ciudad? De esta forma se conseguiría que los más pequeños estén un poco más cerca de estas prácticas y se familiaricen con los productos naturales y sanos.

En general, tenemos tendencia a echarnos la culpa entre nosotros y este es un buen ejemplo. El Ayuntamiento tira y la Fundación y los propietarios aflojan y no se dan cuenta que al final están tirándose piedras a su propio tejado ya que los que salimos perdiendo somos todos. Por eso, lo que hace falta para corregir esto es más transparencia por parte de las instituciones, más comunicación e información por parte de los medios de comunicación para generar reflexión y por parte de la ciudadanía intentar involucrarse en estos procesos y las problemáticas de nuestra ciudad para no arrepentirnos a posteriori del “cómo podría haber sido” al ver fotos de un pasado reciente.

Por nuestra parte, haremos lo que que esté en nuestra mano para dar a conocerlo, aportar ideas y formar parte de un debate fructífero y constructivo con la intención de ayudar en la manera de lo posible a las partes. Para ello, hemos presentado tres instancias el pasado 19 de agosto ante el Ayuntamiento y la Comisión Provincial de Patrimonio y publicaremos en los próximos artículos las evoluciones de las mismas, junto a posibles soluciones e intervenciones que ayudarían a la zona a revitalizarse.

Para saber más

  • Inorme Técnico OE/ER. Nº Exp.- R01/2018. Gerencia Municipal de Urbanismo de Cuenca. Exco. Ayto. de Cuenca.
  • Notificación número 0056/2016, Decreto Nº 2018004284 de fecha viernes, 13 de julio de 2018.
  • Informe jurídico en el Expediente de Gestión Patrimonial nº 12/2018
  • Informe de intervención de fecha 21 de noviembre 2008

[1] Usufructo vitalicio: es el derecho por lo que una persona puede usar los bienes de otra con la obligación de cuidarlos como si fueran propios.

[2] Enajenación: distracción, falta de atención, embeleso.

Deja una respuesta