Es evidente que las ciudades deben cambiar hacia un uso peatonal. Es la evolución natural a la que están avocadas. El transporte es un gran problema al que nos tenemos que enfrentar más pronto que tarde. Según datos del Ministerio para la transición ecológica y el reto demográfico, las emisiones de transporte en España representan aproximadamente el 25% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero en España, siendo casi el 95% de estas emisiones el transporte en carretera.
Además, el uso del coche incentiva la invasión del mismo sobre el espacio público de la ciudad. Como reflejan nuestros compañeros de Cuenca en Transición en su manifiesto, no hay más que pasear por el centro de la ciudad para ver que el porcentaje de calle destinada a coche (tanto para aparcar como para rodar) es muy grande en contraposición a las aceras que en muchos casos son ridículas y provocan una obligada invasión momentánea a la carretera. Todos tenemos en mente calles como la Calle Cervantes, Calle Jorge Torner, Camino Cañete o las adyacentes al Parque de San Julián.
La peatonalización está hoy en día en boca de todos y poco a poco se está trasladando a las autoridades pertinentes gracias a la concienciación a través de colectivos que han proliferado por todo el mundo. Nombres como Ecologistas en Acción, Greenpeace o Fridays For Future han acaparado portadas y eventos como La Cumbre del Clima, celebrada en diciembre de 2020 en Madrid. Estas acciones hacen que se pongan sobre la mesa estas cuestiones y se extrapolen a las autoridades pertinentes. De este modo y en base a las evidencias científicas, se ha aprobado definitivamente la Ley de Cambio climático y Transición Energética que, entre otras cosas, obliga a que en los municipios de más de 50.000 habitantes se establezcan zonas de bajas emisiones, no más tarde de 2023, ley que afectaría directamente a Cuenca.
Esta cesión de espacio a la movilidad sostenible beneficiaría a la ciudad. Fomentando ese traslado a pie, no solo mejoraría calidad del aire que respiramos, sino que repercutiría también en la economía, incentivando los encuentros y las interacciones de los ciudadanos con los comercios y los equipamientos de la ciudad. En Cuenca, desde hace mucho tiempo, se requiere que las autoridades se comprometan a extender el uso peatonal. Unido a ello y para hacer posible el desplazamiento tanto de personas mayores como jóvenes, esta propuesta debe ir asociada con un estudio pormenorizado de redes tanto de transporte público como de carril bici que vertebrarían toda la ciudad. Es inaceptable que actualmente se hagan calles peatonales sin incluir ningún carril bici, prohibiendo su uso en la misma. Es todo un error de ejecución que no se puede permitir ninguna ciudad en pleno siglo XXI. En algunas ciudades están apostando paulatinamente por este sistema de peatonalización con la inminente implantación de “supermanzanas1”, que hoy en día ya funcionan en algunos barrios de Vitoria y Barcelona y permiten liberar espacio para ser aprovechado por el peatón.
Dicho todo esto, también hay muchos colectivos que piden a gritos espacio público. Este es el caso de los skaters. Llevan más de 15 años demandando espacios para poder practicar su deporte en condiciones. En la ciudad, encontramos dos zonas habilitadas pero llevan prácticamente sin mantenimiento desde que se hicieron, allá por el año 2000. Los pocos avances que se han conseguido han sido gracias a la asociación llamada Club Deportivo Stalefish creada en 1999 para aunar las demandas de los skaters.
Este colectivo ha intentado hacerse visible durante mucho tiempo mediante eventos y acciones ciudadanas como Patina y Construye en 2011, acción que les sirvió para ganar un premio a nivel nacional, en la que se organizaban para arreglar de manera autogestionada el skatepark localizado en el Parque Europa.
También son conocidos eventos como Skate from the Crypt o Festival Rolling Culture Cuenca, competiciones que reúnen a skaters de toda la península y que es posible gracias al esfuerzo de “puesta a punto” por parte de los componentes de esta asociación. Ellos mismos se encargan de soldar, arreglar el hormigón y pintar dichas instalaciones para que se pueda realizar este evento, que tampoco sería posible sin la ayuda de sponsors.
Fernando Cubells, miembro de C.D.E Stalefish, se ha mostrado muy crítico en numerosas entrevistas:
“A nosotros, todos los años nos toca soldar rampas y arreglar grietas con cemento, pero nunca en Cuenca he visto a un futbolista soldar la escuadra de una portería o a un niño arreglar un columpio”.
Para que sus demandas llegasen a las autoridades, han presentado al Ayuntamiento en numerosas ocasiones instancias denunciando el mal estado del mismo, incluso han optado por convocar manifestaciones para hacer visible que son muchos los que demandan estos servicios. Un deporte olvidado, en una ciudad olvidada, ya que hasta 2016 el Comité Olímpico Internacional no lo incluyó en los Juegos Olímpicos, por lo que las olimpiadas del 2020 serán las primeras para este deporte, que también puede ser una alternativa para la movilidad sostenible.
Hoy en día tienen la meta de hacer llegar la cultura del patín a los más pequeños, pero esto queda muy lejos sin una remodelación integral de las pistas que, actualmente, pueden ser peligrosas para personas de corta edad o inexpertos en la materia.
¿Qué podemos hacer? Desde nuestro punto de vista, la receta principal para que las ciudades prosperen y evolucionen socialmente es la conciencia y la masa crítica. El problema de Cuenca no son las ideas: estas se pueden copiar, extrapolar de un sitio a otro. De hecho, no hace falta tener ideas inéditas, consiste en conocer, estar informado y adoptar las ideas que nosotros consideremos válidas para nuestro modelo de ciudad. Que finalmente se adopten estas medidas pasa por la comunicación entre la gente que tiene intereses comunes para formar juntos una masa crítica que den vida a estas ideas y genere otras nuevas a partir del análisis y el consenso. En definitiva, hacer que la gente se involucre, formar fuerzas sociales y trabajar conjuntamente para materializarlas.
“Los elementos móviles de una ciudad, y en especial las personas y sus actividades, son tan importantes como las partes fijas. No somos tan solo observadores de este espectáculo, sino que también somos parte de él, y compartimos el escenario con los demás participantes”.
Kevin Lynch. La imagen de la ciudad.
Para saber más
- Transporte y cambio climático
- Noticias: Los municipios de más de 50.000 habitantes tendrán que aplicar restricciones al tráfico
- Nota de prensa Ley de Cambio Climático y Transición Energética, recta final de su tramitación administrativa
- Datos de coches por habitantes en cada provincia
- Manifiesto Cuenca en Transición
- Nota de prensa: Cuenca en Transición.
1 Supermanzana: nueva célula urbana forma de organización urbana que, con su implantación, aporta soluciones a las principales disfunciones ligadas a la movilidad, a la vez que mejora la disponibilidad y calidad del espacio público para el peatón.