A línea: En torno a un patio. Vivir la naturaleza

A línea: En torno a un patio. Vivir la naturaleza

Todo empieza con un ideal, naturaleza, mediterráneo, mar y armonía, rehabilitar con el mínimo trazo un cobijo para el corazón, una arquitectura que pareciese siempre haber estado ahí.  Una casa en plena naturaleza nacida de la memoria, un dulce hogar que emocione, conecte, de felicidad, paz, color y vida.…

En el Mediterráneo, aguas turquesas acarician las costas de tres islas vigiladas por el gran Vesubio. La mayor de ellas se llama Ischia. Allí encuentro un saliente que tímidamente se va separando, llevándose con él un bosque de robles, cobijo de la memoria, hogar de una antigua construcción que ve amanecer el mediterráneo.  La isla nos recibe en sus puertos, trazando un sendero que nos conduce a través de humildes asentamientos, acantilados y un bosque de robles hasta topar con dos muros de piedra en ruinas, portada de un viaje a otra época.

Plano de situación y croquis de llegada. Fuente: Celia Espadas Alonso-Barajas

Un lugar de en sueño, donde la historia habla por sí sola, solo hay que saber escuchar, y así potenciar con un trazo mínimo y acertado su gran valor y belleza.

El dibujo sutil y preciso propio del estudio arqueológico revela pavimentos cerámicos variados y caprichosos que hablan de épocas anteriores. Suelos abrazados por muros gruesos de mampostería ciclópea que, aunque deteriorados, insinúan huecos de puertas y ventanas. Un lugar mágico que hechiza, dirigiendo instintivamente la atención a un espacio central de singular encanto, espacio que será germen del proyecto.

La memoria del lugar. Fuente: Celia Espadas Alonso-Barajas

El deseo de disfrutar este lugar, respirar la energía que emana, conectar con la naturaleza y atraer la vida, insinúa una Casa Patio atenta a las emociones, a la memoria del lugar, a sus relatos, una Casa Patio que sea respetuosa y esté en armonía con el ambiente que la rodea, donde el Patio adquiera el papel principal.

Para conseguir un objetivo tan ambicioso, la pluma que proyecte debe ser delicada, precavida y consciente en su trazo.

Sueños y sensaciones en croquis. Fuente: Celia Espadas Alonso-Barajas

Reconstruyo los muros con hormigón ciclópeo y piedras del lugar; Trazo un paseo en sombra de hojas con una pérgola de diseño ligero que cose los muros de piedra dándoles unidad; Repaso el dibujo del pavimento cerámico recolocando y completo ciertas piezas para así revelar paseos y estancias; Proyecto unas habitaciones adosadas a los muros que crecen a modo de racimo y una elegante alberca para refrescar el lugar, siendo, el Patio, el corazón de la vivienda.

A vista de pájaro. Fuente: Celia Espadas Alonso-Barajas
Recorridos y relaciones en planta. Fuente: Celia Espadas Alonso-Barajas

Un lugar de en sueño como este, se encuentra lejos de la mirada apurada, y solo perdiéndonos en el bosque podemos encontrarlo, topando de improviso con dos altos e imponentes muros de piedra que nos dan la bienvenida.

Una estrecha separación entre ellos nos permite ver algunas ramas de hojas rosadas, extrañas por la zona, un Pruno se ha proyectado para llamar nuestra atención, tras los altos muros, encontrando un jardín salvaje, donde solo se traza un banco y una ventana.

Sucesión de espacios. Fuente: Celia Espadas Alonso-Barajas

El jardín tiene como fondo un pliegue de muros y un hueco, por donde rebosa una suculenta parra. Una verja se oculta tras el pliegue y da acceso a un Impluvium techado con madera y teja recuperada, allí la naturaleza se manifiesta: llueve, nieva, entra el sol…

Un sendero de agua de lluvia nos guía y adentra en el patio trazando su camino en una acequia tallada en el pavimento, en dirección a un aljibe.  Algo nos atrae…, en nuestra piel se refleja un baile de sombras, y al alzar la vista, descubrimos que se trata de la sombra de hojas que se mueve con la brisa, estamos bajo la Pérgola, esa pérgola cuya presencia es mínima y su diseño es delicado y elegante, proporcionando una pincelada de sombra en torno al patio y culminando en una estancia vegetal con vistas al mar.

Estancias recorrido del agua. Fuente: Celia Espadas Alonso-Barajas
Sucesión de ambientes. Fuente: Celia Espadas Alonso-Barajas

Esta Pérgola se construye de forma artesanal plegando un perfil redondo hueco que, por geometría, adquiere rigidez. Toca los muros puntualmente y apoya en unos dados de piedra dejando ver el pliegue de su montaje a la vez que presenta uniones mínimas solo perceptibles para el ojo atento. Una parra que tinta el sendero según el paso de las estaciones. Siendo así, la pérgola, nexo de los diferentes elementos del patio. La Pérgola, elemento principal del Patio.

Secciones relación estancias-patio. Fuente: Celia Espadas Alonso-Barajas

En este espacio, actual Patio, hay un extremo de bosque, en el otro, un pruno y una alberca que muestren el paso del tiempo junto a una alberca que recibe en cascada el agua de lluvia, otorgando así distintos ambientes, aromas y melodías naturales a la casa.

Como cobijo, las habitaciones crecen en forma de racimo dialogando con el bosque, los muros y el patio. Proyecto la idea del paso del tiempo y la nobleza del material.  Algunas son de índole colectivo abriéndose ampliamente al patio y borrando límites, otras, son más íntimas relacionándose de manera puntual, buscando cierta privacidad. Cerámica y madera como protagonistas. Muros capuchinos de fábrica, cubiertas de teja recuperada sobre estructura de madera, y para los huecos, roble.

Secciones por el patio y la casa. Fuente: Celia Espadas Alonso-Barajas

El Patio es un lugar de vida, donde podemos disfrutar de un ambiente fresco, acogedor y cambiante, donde respirar aire puro y cargar energías, donde conectar con la naturaleza y vivir, sobre todo, vivir. EL PATIO, LA MEJOR HABITACIÓN DE LA CASA

Axonometría Egipcia. Fuente: Celia Espadas Alonso-Barajas

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