Cuartel-O, es el nuevo Cuartel de Zona para la Guardia Civil de Toledo, en la llanura de la Peraleda, uno de los tres enunciados propuestos para el Proyecto Final de Carrera en la Escuela de Arquitectura de Toledo del curso 2022. Un reto que jamás imaginaría que iba a acabar haciendo cuando entré a estudiar en arquitectura, allá por el 2016 y que tan satisfactorio ha resultado como culmen en mi trayectoria universitaria e inicio a la vida profesional como arquitecta.
Y sí, digo reto, porque para mí, como estudiante, lo fue. Nunca antes me había enfrentado a un proyecto tan amplio en superficie y programa de necesidades.
El Nuevo Cuartel de Zona para la Guardia Civil es un proyecto real que actualmente está muy presente en la ciudad de Toledo, debido a que el actual Cuartel no cumple con las necesidades que la comandancia requiere, siendo uno de los problemas principales la falta de espacio tanto para las dependencias como para sus familias, ya que además, todos ellos dentro del cuartel conviven como si fuesen una gran familia, donde el patio de armas, que para ellos es como para nosotros la plaza del pueblo, los niños juegan y, además, es lugar de celebración de sus fiestas patronales. Al final, todo el conjunto del cuartel es una ciudad dentro de otra ciudad.

Por lo tanto, nuevo Cuartel se presenta como una solución ante el debate de si debe situarse en un espacio de la ciudad de carácter tan natural y tan próximo al río Tajo, como es la Peraleda.
La idea del proyecto nace del estudio y dibujo del lugar en el que se encuentra, la Vega Baja de Toledo (realizado junto a mi compañera Celia Peces Martín). Una arquitectura que atiende a lo que subyace, en un gran espacio casi desconocido para la mayoría de los toledanos. Destacando de él, la gran dimensión que ocupa en la ciudad. Es ahí, en el lugar donde tras un análisis y mirada precisa se encuentran las claves para actuar. Recogiendo el nuevo Cuartel la esencia de su emplazamiento y vinculándose a su entorno más próximo y al paisaje que le rodea. Una arquitectura atemporal que siempre podría haber estado allí.
Una Vega Baja muy rica en historia, patrimonio y cultura, que actualmente se sigue estudiando y analizando. Una parte de Toledo donde cada límite con el resto de ciudad es diferente. Al sur, una muralla que encierra un casco histórico muy densificado, pasando por el puente de San Martín que cruza el río Tajo, siendo este su límite más natural y más dinámico, con su vegetación típica de ribera (álamos, olmos, sauces, cañizos…), una topografía muy pronunciada donde se encuentran Los Cigarrales, llegando a tocar a los pueblos vecinos a través de sus huertas. Hacía el lado este, se encuentran sus límites de grandes bloques de los años 50 y 60, los barrios de Palomarejos y Santa Teresa. Terminando con un gran parque, el parque de La Vega, antiguo paseo de entrada a la ciudad histórica desde Madrid, cuyos extremos están coronados por el antiguo Hospital de Tavera y Puerta de Bisagra.
La Peraleda, lugar de proyecto, una llanura a su paso por el río Tajo en la Vega Baja de Toledo. Un antiguo espacio de huertas, donde ahora solo convive el Hospital de Parapléjicos junto con el Polideportivo Rafael del Pino y la antigua Casa de los Quitapesares. Un lugar carente de estructura urbana, donde no hay un recorrido que te incite al disfrute de todo lo que le rodea como es el río, su vegetación, sus vistas del casco histórico y de las partes de la ciudad con topografía más pronunciada. Un lugar de la ciudad distanciado y poco valorado, que actualmente se utiliza de manera puntual cuando hay eventos como playa de aparcamiento.

Con todo el proyecto se implanta una geometría circular y perfecta que aporta orden al espacio. Surgiendo así un nuevo centro que jerarquiza de manera concéntrica y radial todo el lugar. Una traza racional en el entorno natural de la Peraleda.
Exteriormente, debido a la proximidad del río Tajo, uno de los grandes problemas que tiene la Peraleda es que en momentos de fuertes lluvias se inunda casi por completo. Por ello, en todo el entorno del cuartel y a partir del nuevo centro se crea hacia el exterior una intervención paisajística de movimientos de tierra concéntricos para frenar las inundaciones, y que así la comandancia pueda seguir dando servicio sin que el agua sea un impedimento.
Todo el cuartel está aterrazado. El patio de armas, es la cota más alta y el centro de toda la estructura circular, a partir de la cual va creciendo y expandiéndose todo el Cuartel. Es el espacio más importante y punto central de crecimiento, con carácter de plaza mayor. Un patio rodeado circularmente mediante una sucesión de fachadas iguales con un espacio porticado, y tres puntos más permeables de acceso. Un acceso principal desde la carretera de la Peraleda, un acceso a las dependencias desde el patio y otro acceso para vehículos. Este crecimiento radial se produce a partir de machones que se van desplazando entre ellos sucesivamente y unidos a partir de arcos. En el subsuelo también se puede ver este orden central de arcos que soportan todo el cuartel.

La planta se divide en dos partes. Una parte orientada al oeste y suroeste, dedicadas a la zona más privada, las viviendas. Y la otra parte la noreste donde se encuentra la zona pública de dependencias. Ambas protegidas por una muralla vegetal ligada a la vegetación de ribera, para dotar de privacidad al interior. Una vegetación que al ser casi toda ella de hoja caduca, permitiría, en invierno proteger el interior de los fuertes vientos predominantes y permitir el paso de la luz del sol. Y en verano proteger todo el cuartel del sol, propiciando sombra y dotando de frescor a todo el Cuartel. Además, toda esta vegetación cuenta también en la mayor parte de su perímetro con un tanque de tormentas, que si en alguna ocasión se llega a llenar de agua por fuertes lluvias, podría abastecer a los cultivos de la zona posteriormente. Al estar todo el Cuartel rodeado por una gran masa de árboles, quedaría camuflado desde una vista lejana de la ciudad.

Viviendas y dependencias, organizadas de manera central, se unen mediante calles concéntricas, las cuales, contarían a su vez con una serie de canales concéntricos subterráneos que filtran el agua de lluvia y lo verterían al tanque de tormentas.
La terraza de cota más baja tendría las viviendas más grandes y las dos siguientes terrazas de cota más alta, las viviendas de superficie intermedia.
La zona de las dependencias es un espacio libre y abovedado para que pueda tener un uso flexible y adaptarse a todos los usos que requiere el nuevo cuartel.
El nuevo Cuartel no supera los 15 m de altura, para no tener un gran impacto en toda la llanura. Un espacio que en un futuro puede seguir creciendo concéntricamente hacia el exterior de manera radial y hacia el interior transformando su uso si dejase de usarse como Cuartel para la Comandancia.

Las cimentaciones en arco, los canales de evacuación de aguas, los pavimentos, los machones, los arcos de atado, los muros de cerramiento y las bóvedas, en definitiva, todo el proyecto se resuelve con un mismo material, el ladrillo hueco. Un material natural, sostenible, aislante, que pesa poco, barato, duradero y que, tratado con cuidado y bien conservado se puede volver a reutilizar. Además, utilizado en todas sus posibilidades permite resolver todas la partes del proyecto tanto estética como estructuralmente, generando espacios acogedores y únicos. El ladrillo desnudo, da carácter y sensibilidad al espacio gracias a su materialidad y textura.
Un material tradicional y natural, presente en la ciudad histórica de Toledo. Atemporal, del presente, del pasado y del futuro, que ha formado siempre parte de la arquitectura popular y vernácula tradicional de nuestras ciudades y pueblos.

El nuevo Cuartel de la Guardia Civil de Toledo es un nuevo centro en el lugar, una traza racional en lo natural, que se implica y respeta el pasado y su entorno, así como la ciudad histórica y patrimonial de Toledo. Comprometido en mejorar y proteger la calidad de vida de los que habitarán el lugar. Una ciudad dentro de otra ciudad. Un nuevo espacio fruto de los condicionantes del lugar, del paisaje y de las tradiciones constructivas locales, como resultado ante los problemas desconocidos y encontrados.