Del 5 de junio al 4 de julio en el Café central (Cuenca)
La pintora y activista conquense Carmen Pinuaga conoció a Shadi Ismail en el Otoño del 2023. Este fue su primer contacto con el drama palestino. Desde entonces ha estado en permanente contacto con él, y de resultas de este encuentro, surgió la idea de hacer una exposición de sus fotografías. Shadi, además de fotógrafo es un activista comprometido, defensor de la causa palestina y de su cultura desde hace tiempo. Vivió en Egipto y Estambul. Cuando empezó el genocidio viajó a Gaza a visitar a sus padres, allí quedó encerrado, y ya no pudo salir. Vivió el genocidio durante más de un año y medio. Es un superviviente más de Gaza.
Durante todo el mes de junio de 2025 se expone una pequeña selección de un archivo de más de 300 fotografías en el Café Central de Cuenca.
La suya es una fotografía humanitaria que trae la realidad insufrible del pueblo de Gaza. Sus fotografías captan lo que siente, y estas imágenes pueden hablar directamente a los corazones y a las mentes de las personas sin que medien palabras. A Shadi le interesa sobre todo cómo sobrevive la gente.

Cuenta Shadi que durante años usó la cámara para capturar animales, flores y paisajes: fragmentos de la belleza en un mundo frágil. Pero todo esto cambió cuando el 6 de Octubre de 2025 al regresar con su familia a Gaza, y ante los horrores insoportables que está soportando el pueblo de Gaza, decidió dar testimonio vivo de todo un pueblo. Cada imagen, cada fotograma contiene una historia, una herida y quizás un destello de esperanza. Cada día se juega la vida al intentar conseguir un poco de harina para comer porque son bombardeaos continuamente. Las fotos hablan de momentos de la cruda realidad gazatí: desplazamientos, destrucción y resiliencia. “Ayer fuimos desplazados, hoy hemos regresado. Vamos a reconstruir Gaza, y todas las potencias satánicas del mundo no serán capaces de arrancarnos de esta bendita tierra “.

La lluvia inunda las tiendas de campaña y traen más miseria.
Los burros ayudan a la gente de Gaza más que algunos regímenes árabes para vergüenza de los líderes árabes.

El burro era y es el más común medio de transporte en Gaza. En la literatura árabe de Nasrudin, el burro es símbolo de servidumbre y resiliencia. ¡!!Larga vida al burro¡!!
A Shadi le afecta mucho la situación de niños pequeños que viven solos y han perdido a todos sus familiares. En la imagen un niño palestino vive solo en una tienda rota en la playa de Deir al-Balan. Va a verlo y charlar con él a menudo. Vive de vender algo que encuentra en las basuras.
Shadi tiene un hijo que no conoce, nació en Estambul cuando quedó atrapado en Gaza.

A pesar de las ruinas, de los recuerdos, de la ausencia de la familia y de la identidad que quedan atrás, aún sueñan con construir un futuro.
Hemos de amar y pensar en el futuro si queremos llevar a término la revolución.
Leila Khaled