Sin tinta en el tintero: hastío y desidia del patrimonio conquense

Sin tinta en el tintero: hastío y desidia del patrimonio conquense

Como ya habréis observado, lo que se venía venir ha ocurrido. Otro testigo más de nuestro pasado, convertido a escombros.

Foto del 8 de diciembre de 2024. Autor: Mario Rojo Valencia

Un inmueble con muchísimas posibilidades se derrumba debido al hastío y la desidia de los propietarios tanto actuales como pasados. Entre ellos, se debe citar tanto al Ayuntamiento de Cuenca, que en algún momento tuvo un importante porcentaje y no supo hacer nada con él, como a la Fundación Sánchez Vera, actualmente con un porcentaje mayor de propiedad, que no olvidemos, reclamó al Ayuntamiento por inactividad, se le cedió y ha llegado hasta nuestros días sin ningún uso.

Si queréis conocer más en profundidad la historia de este inmueble, se hizo ya un artículo (Cuenca en el tintero) en este medio en el que se habla más largo y tendido de los informes, escarbando en la documentación y poniendo sobre la mesa estos datos.

Foto previa a la demolición. Autor: Alfons J. Kruijer

Es paradójico porque justo enfrente, el pasado 4 de diciembre de este año 2024 se llenaba la sala Almudí en su inauguración, reflejo de una necesidad de la población. La gente reclama este tipo de espacios, los conquenses reclamamos espacios de relación que permitan compartir iniciativas. Unos espacios abren, pero otros cierran como el Centro Cultural Alfar de Pedro Mercedes que re-abre y re-cierra sin un plan de sostenibilidad del proyecto a largo plazo. Y es que no nos podemos permitir abrir uno y cerrar 2 en una ciudad tan pequeña y con tan pocos recursos como es Cuenca. Además, en una ciudad tan puntera y con una universidad tan potente como es la Facultad de Bellas Artes pero que, con gestos como estos, hacen que los artistas conquenses que se forman aquí, tengan que buscarse el sustento y promocionarse en otras ciudades. Ya pasó también con el colectivo Kanoko, que tuvo que cerrar sus puertas de su espacio físico (en esta misma calle).

Y es que es una realidad que las iniciativas que nacen en Cuenca, no encuentran un apoyo institucional fuerte para poder asentarse y crecer, lo que provoca que, o bien tengan que buscar ese apoyo en otro lado, o directamente, que no tengan los recursos ni el tiempo para llegar a realizarlo y, que finalmente, se abandonen estas iniciativas, aplastadas bajo la necesidad de supervivencia en esta rueda capitalista que no deja margen a la creatividad.

Este edificio en cuestión no ha tenido ningún uso en toda su vida útil. En la última cesión gratuita en 2009 de gran parte del inmueble por parte del Ayuntamiento a la Fundación Sánchez Vera, en el punto II del “EXPEDIENTE ADMINISTRATIVO” se dice de forma literal: 

“Que el Pleno del Ayuntamiento de Cuenca, en sesión ordinaria celebrada el cuatro de septiembre de dos mil nueve, por unanimidad, aprobara el expediente de cesión gratuita por parte de parte del Edificio sito en calle […] condicionada dicha cesión a la justificación documental de su carácter público y memoria demostrativa de que los fines que persigue han de redundar de manera evidente y positiva en beneficio de los habitantes del término municipal”

Es decir,  que la condición para esa cesión gratuita era que se interviniera el edificio de forma  que beneficiase al término municipal, pero ya en 2020, a la vista de que no se hizo nada, hubo diversos partidos de la oposición que solicitaron al Ayuntamiento que “deje sin efectos las cesiones gratuitas realizadas al CENTRO DE ESTUDIOS DOCENTES, FUNDACIÓN SÁNCHEZ VERA con todos los efectos inherentes a tal declaración” por no haber cumplido esta condición básica inicial. Pero ha llegado 2024 y al igual que pasó con el tren, parece ser que ya está demasiado deteriorado para poder ser recuperado… Y es que no se puede decir que no ha habido tiempo desde el 1941, cuando Sánchez Vera lo compra para destinarlo a un “Centro de Estudios Conquenses” quedando en 1943 el resto del inmueble en propiedad del Ayuntamiento haciéndose este último cargo de  “satisfacer para siempre jamás los gastos de conservación de todo el edificio”, incluida la parte comprada por el Sr. Sánchez Vera, que los poseerá en “usufructo vitalicio”[1].

Estado actual del inmueble a fecha 8 de diciembre de 2024. Autor: Mario Rojo Valencia

Unos usos que pasado el tiempo se llegaron a plantear como un centro cultural o una iniciativa para “traer la huerta a la ciudad” los cuales tenían un potencial enorme. Todo ello en una zona que recordemos, ya acumula 2 solares vacíos, en vías de un tercero porque hasta donde llega mi información, no hay ningún proyecto proyectado.

Una calle con historia como es la Calle de los Tintes, bisagra de la nueva y la vieja ciudad. Un lugar que potenciar tanto para atraer al turismo a la parte baja como a animar a la ciudadanía a adentrarse en el Casco Antiguo. Una calle en la que antes abundaban esos talleres que hacían correr el color en Cuenca y hoy, está empezando a ser de las calles con más solares y casas vacías de la ciudad.

Calle de los Tintes antes. Fuente: Instagram @cuenca_antes.despues
Calle de los Tintes actual. Fuente: Instagram @cuenca_antes.despues

Y aparte de todo esto, este edificio es “un bien de titularidad municipal con el carácter de bien patrimonial” donde tanto la fachada como la cerrajería que componía, están protegidas y que, como vemos, parece no importar a nadie…

Operarios cortando con radial la cerrajería del edificio. Autor: Alfons J. Kruijer
Cerrajerías en mal estado tras su retirada. Autor: Alfons J. Kruijer

He querido hacer rápido este artículo con toda la información que tengo, pero animo a que, si alguien tiene más información o quiere aportar su opinión al respecto, escriba tanto al correo de esta iniciativa (info@losojos.es) como a las redes sociales (Instagram, Facebook). Y animo también a que los verdaderos protagonistas, que son el Ayuntamiento de Cuenca y la Fundación Sánchez Vera, den su versión de los hechos ya que aquí también encontrarán un espacio en el que poder expresarse y podamos escucharles.

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