San Julián

San Julián

Ermita de San Julián el Tranquilo. Fuente: Laura Martínez Torres

Cuenca, 29 de enero de 2017. Alrededores de la Ermita de San Julián el Tranquilo, un día después de la festividad de este santo. Antes de que ponerse mascarilla fuera necesario debido a la pandemia del coronavirus, un grupo de jóvenes decide ponerse guantes para combatir otro tipo de enfermedad: la falta de conciencia ciudadana.

Durante la festividad de San Julián (28 de enero) es costumbre en la ciudad de Cuenca salir al campo a comer. Generalmente a la zona de senderismo próxima a la ermita de este santo, que suele prepararse amarrando bolsas de basura a los pinos para que la gente las utilice. Por desgracia, algunos conquenses las ignoran y parece no importarles dejar sus desperdicios en el campo una vez han terminado.

Por este motivo, hace 5 años se organizó una campaña de recogida de basura a través del área de medio ambiente de Cruz Roja en Cuenca.

Fotografía del antes de una de las zonas próximas a la Ermita de San Julián donde se realizó la recogida de basura de 2017.

Afortunadamente, este área de Cruz Roja sigue comprometida con la protección y el cuidado del medio natural. Un ejemplo de esto es su colaboración con el proyecto ”LIBERA, Unidos contra la basuraleza”, cuyo alcance abarca numerosos lugares de España (https://proyectolibera.org/).

Pero no hay que olvidar que la acción local y cualquier pequeño gesto también importan. Muestra de ello es la participación en la actividad de recogida de basuras comentada al principio. En dicha campaña participaron personas voluntarias dedicadas a cuidar el entorno natural público. Y no todos estaban vinculados a Cruz Roja aunque fuera la promotora. Esta organización humanitaria es un medio para conseguir distintos fines, pero no son los únicos que contribuyen a que, en este caso, nuestros espacios naturales estén limpios. Todos pueden ayudar a tal fin, y por eso en aquella ocasión de 2017 también participaron miembros de una organización de estudiantes (conocida en la actualidad como Estudiantes en Lucha: https://www.instagram.com/estudiantesenlucha/) y otras personas ajenas a cualquier asociación. Incluso un hombre que acostumbraba a pasear por allí se unió a la recogida al enterarse de lo que se estaba haciendo. Lo que les parece tan evidente a estos voluntarios, no lo es para todo el mundo.

Fotografía del después de una de las zonas próximas a la Ermita de San Julián donde se realizó la recogida de basura de 2017.

Un detalle importante es que el ayuntamiento de Cuenca ya había organizado labores de recogida de basuras para ese día por parte de profesionales del sector. Sobra decir que la actividad se realizó sin pretender perjudicar de ningún modo a los trabajadores contratados por el ayuntamiento, que fue informado de lo que se iba a hacer. Hasta donde se supo, nadie se vio afectado negativamente, que era lo que se pretendía. El motivo de tal acción no era sencillamente mantener limpio el monte, sino también mostrar interés por el bienestar medioambiental de la ciudad.

Obviamente, hay muchas personas que sí recogen sus desperdicios al irse, pero no todo el mundo es igual de considerado. Hasta cierto punto, es posible que todos seamos culpables. ¿Qué falla para que unos hagan las cosas bien y otros mal?

No importa el tiempo que haya pasado o las crisis sanitarias que vivamos, hay cosas que no cambian. Pero cada vez hay más gente dispuesta a dar un paso adelante para así, conseguir algo mejor entre todos.

La siguiente foto es de la mañana del viernes 28 de enero de 2022. A pesar del coronavirus y los evidentes cambios en nuestra vida social, ¿seguirá otros años igual el campo?

 

 

Fuente: Laura Martínez Torres

Quiero agradecer a Adrián, Coral, Miguel y Noemí por ayudarme a recordar algunos detalles de la recogida de basura de 2017.

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