Patrimonio arquitectónico en Cuenca: ¿Oportunidad de progreso o un lastre?

Patrimonio arquitectónico en Cuenca: ¿Oportunidad de progreso o un lastre?

Alfons J. Kruijer: Se licenció con el título de Ingeniero Técnico de Construcción y Edificación de la Escuela Técnica Superior de Haarlem (Países Bajos). Tiene una larga experiencia en la restauración del patrimonio arquitectónico en su país natal. Actualmente jubilado y viviendo en Cuenca.

El 7 de diciembre de 1996 fue una fecha histórica para Cuenca. Ese día la Unesco, en su reunión en Mérida (México), declaró a la ciudad alta de Cuenca y sus hoces como Patrimonio de la Humanidad. Excelentes noticias para Cuenca.

Analicemos lo que ocurre después:

Se crea un Real Patronato para fortalecer y potenciar las posibilidades de desarrollo cultural y turístico de la ciudad. De igual manera, se crea el Consorcio de Cuenca para coordinar y ejecutar obras en la ciudad alta. El Consorcio tiene un presupuesto de 2,4 millones de euros para 2020.

Para la ciudad alta se desarrolla el Plan Especial de la Ciudad Alta y sus Hoces1. Un documento que tiene “como una de sus finalidades la adecuación de las diferentes actuaciones, tanto públicas como privadas, a los criterios de conservación y protección, tanto de la ciudad edificada como de los trazados urbanos”.2 Es un instrumento urbanístico muy detallado que incluye, entre otras cuestiones, ordenanzas y criterios para el patrimonio arquitectónico. Además, tiene un catálogo muy amplio de los edificios y sus normas de protección hasta 7 niveles.

La ciudad baja se queda con su PGOU 3 de 1996 donde se puede leer en el capítulo 9.1: ”Es criterio generalizado el hecho de que la protección del Patrimonio Histórico, de carácter artístico, ambiental o lúdico, sea uno de los objetos primordiales de cualquier documento de ordenación del territorio. Es por ello que se considera que la mencionada protección ha de ser objeto de un detenido estudio y análisis de los posibles bienes a ser incluidos en los denominados Catálogos.”

Se añade una lista provisional de patrimonio arquitectónico y arqueológico en lugar de un catálogo exhaustivo de edificios característicos de la ciudad baja. En dicha lista, se echa de menos el edificio de la calle José Cobo nº6. Hoy en día, después de casi 25 años de vigencia del PGOU 1996, todavía no se ha terminado tal estudio con su catálogo correspondiente. Además, no cuenta ni con un Consorcio ni con ningún presupuesto. Grandes diferencias entre las dos partes de la ciudad, y no solo en sentido urbanístico.

Aquí es donde el Ayuntamiento no ha aprovechado las ventajas de ser Patrimonio de la Humanidad para dar un impulso económico y cultural a toda la ciudad. Se echa de menos una política integral y activa de protección de los monumentos arquitectónicos y culturales, tanto como una política de subvenciones y financiación de restauraciones y rehabilitaciones de los monumentos.

Al contrario que Cuenca, otras ciudades españolas, y también muchas extranjeras, sí tienen una política activa para la protección y restauración de su patrimonio cultural. Y con mucha razón, ya que saben por experiencia que tal política tiene muchos efectos positivos para toda la ciudad. Saben que invertir en restauraciones y nuevos usos de edificios protegidos influye positivamente en el valor (económico) del edificio, el atractivo de las calles sube y el empleo crece, tanto durante las obras como después en su nuevo uso.

En este aspecto es significativo lo que dice, ya en 2004, Carmen Fernández Ochoa (Catedrática emérita de Arqueología por la Universidad Autónoma de Madrid) sobre Cuenca: ”Es llamativo, por ejemplo, que no exista una concejalía de Patrimonio en el Ayuntamiento”.4

El Ayuntamiento de Cuenca se ha limitado a arroparse con el Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad y hacer solo publicidad turística. Por ejemplo, como se puede leer en el periodico “La tribuna de Cuenca” de 14 de octubre 2020 donde deciden las ciudades patrimonio diseñar nuevas mapas turísticas.5 Lo considero como una política fácil, cosmética y simbólica sin tocar el verdadero meollo de la cuestión. Es como invitar a alguien a visitar tu casa pero sin decirle que está llena de goteras.

La falta de una política activa lleva también a situaciones como la protección tardía (¡por iniciativa particular!) de la fachada del edificio de la calle José Cobo nº 6 o el de la calle Los Tintes nº 41.  Miguel Angel Troitiño ya avisa del peligro de estas situaciones a causa del gran porcentaje de propiedades particulares.6 Solo políticas activas pueden impedir estas imprudencias.

En el expediente de la calle de Los Tintes 417 no se ha hablado nunca sobre la posible restauración del edificio. Han hecho todo lo posible para su declaración de ruina urbanística. Y eso en base a la siguiente premisa: ¿Los costes de una renovación son mayor que la mitad de los costes de un edificio nuevo?8 Un cálculo muy discutible, por supuesto, y sin tomar en cuenta posibles subvenciones. Una ruina urbanística es muy diferente de una ruina técnica y constructiva (el edificio tiene un aspecto desolado pero según mi experiencia se puede restaurar muy bien). Menos mal que la Junta no ha autorizado la declaración de ruina y exige al Ayuntamiento su adecuada conservación, recuperación, consolidación y rehabilitación o reestructuración como deber de conservación del patrimonio cultural.9

Espero que el Ayuntamiento de Cuenca empiece a darse cuenta que el patrimonio arquitectónico en buen estado, y el patrimonio cultural en general, son elementos imprescindibles para el progreso económico de la ciudad en su totalidad. Además, el patrimonio arquitectónico puede servir, en este caso, como una perfecta conexión entre la ciudad alta y la ciudad baja. A ver cuando sale la primera guía (turística) sobre la arquitectura conquense desde el siglo IX hasta el siglo XXI.

Desde aquí hago un llamamiento al Ayuntamiento de Cuenca para tomar en serio la protección y restauración del Patrimonio Arquitectónico de toda la ciudad por medio de una política activa; sería aconsejable su diseño a corto plazo, por el bien de Cuenca y de sus habitantes. En esta línea también es perentorio que el Ayuntamiento cumpla con las demandas de la Junta escritas en su resolución del día 5 de agosto de 2020.

Concluyendo: ¿El Patrimonio Arquitectónico de Cuenca supone una buena oportunidad o una pesada carga? Será cuestión de elegir las buenas oportunidades.

1 Escrito por el equipo y bajo la dirección de Juan Manuel Alonso Velasco, ISBN: 84-607-6514-8

2 La evolución urbana de Cuenca, pág. 21 (min. de Cultura y Deporte (Ciudades de Patrimonio de la Humanidad).

3 Plan General de Ordenación Urbanística.

4 I Congreso de Patrimonio Histórico de Castilla La Mancha (La gestión del Patrimonio Histórico Regional), Valdepeñas 2004, (actas 2007), pág. 49

5 https://www.latribunadecuenca.es/Noticia/Z8B70C07A-ACF2-3BCA-F48BFB559A07E3FB/202010/Las-Ciudades-Patrimonio-tendran-nuevos-mapas-turisticos

6 Miguel Angel Troitiño Vinuesa: Cuenca. Evolución y crisis de una vieja ciudad castellana. Edición 1984, Capítulo IX, págs 449 – 451.

7 Edificio dentro de los límites del Patrimonio de Humanidad con un nivel 4 de protección.

8 Informe técnico del arquitecto del servicio de gestión y disciplina del ayuntamiento de Cuenca del 19 de marzo 2018 código FR-02-02-13-04

9 Resolución de la Junta del 5 de agosto de 2020, N/REF: Servicio de Cultura CVD/ABG/aao

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