El 12 de marzo los padres y madres de los estudiantes de la Región asistíamos, aún incrédulos, al cierre de las aulas de los colegios e institutos de Castilla-La Mancha.
Nadie esperaba que la decisión se alargara meses, ni que pusiera tan de manifiesto que ni las Administraciones, ni el profesorado, ni los alumn@s, ni las familias estamos preparados para pasar de una enseñanza basada en la presencialidad a un modelo telemático; el reto era muy difícil y el segundo y tercer trimestre del curso pasado se terminaron de manera desigual dadas las circunstancias de excepcionalidad e imprevisibilidad en las que se desarrolló la pandemia sin embargo, todos pudimos aprender en el ámbito educativo que se debería impulsar una normativa general en materia de teletrabajo y conciliación efectiva de la vida laboral con la familiar, que las Comunidades Autónomas tenían que invertir más en herramientas telemáticas, que los Ayuntamientos deberían cuidar con más celo del mantenimiento y conservación de los centros de infantil y primaria, que el profesorado necesitaba recibir formación para la utilización de medios electrónicos y que algunas familias no tenían medios para recibir la enseñanza de manera telemática.
Nos hubiera gustado que las reuniones mantenidas con las Consejería en mayo y junio se hubiesen mantenido en julio y agosto. No habiendo tenido ocasión, resumimos en doce las cuestiones que más nos alarman de cara al regreso a las aulas.
- ¿Cuántos casos positivos hacen falta para cerrar una clase, un curso o un colegio? ¿Se harán inmediatamente pruebas PCR en los Centros de salud a todos los alumn@s y profesorado que tengan fiebre u otros síntomas asociados? Hemos escuchado la supuesta existencia de un protocolo por parte de la Junta de Comunidades. Desconocemos hoy, 25 de agosto, su existencia y por lo tanto, su contenido.
- Aparte del técnico de prevención, ¿van a recibir los Equipos Educativos asesoramiento continuo y directo por parte de un médico/enfermera/profesional médico adscrito a los centros educativos? Abogamos por la adscripción de una enfermera escolar a cada centro, tal y como han defendido sindicatos y diversas formaciones sociales y políticas.
- Si se acaba el material fungible facilitado por la Consejería (2 mascarillas por alumn@ y 5 litros de gel), ¿se repondrán por parte de la Administración?
- ¿Han incrementado los Ayuntamientos y la Consejería sus respectivos presupuestos para hacer frente al incremento de las tareas de limpieza? En demasiados centros era precaria antes de esta crisis sanitaria. Se hace ineludible una mayor inversión que garantice unos centros con la limpieza exhaustiva imprescindible.
- ¿Se ha mejorado la plataforma “Papas” que utilizan muchos centros como medio de comunicación con las familias? ¿Se tiene ya una plataforma de calidad para la celebración de clases online?
- ¿Se ha dado formación en julio y agosto al profesorado para la utilización de las plataformas educativas? En caso contrario, ¿se tiene previsto? Sin perjuicio de la autonomía del centro, ¿se van a dictar normas comunes en todos los centros que garanticen los mismos canales de comunicación con las familias?
- ¿Se han dotado de medios electrónicos a todas las familias sin recursos?
- ¿Se ha comprobado que los actuales contratos de servicio de comedores y rutas escolares garantizan la higiene y seguridad? En caso contrario, ¿quién sufragará el sobrecoste de la adaptación de dichos servicios?
- Ya que no se han bajado las ratios, ¿se ha informado a las familias de la posibilidad o conveniencia de matricular este curso a sus hij@s en otros centros con ratios más bajas?
- ¿Se van a permitir por la tarde las actividades extraescolares en los centros educativos?
- ¿Se va a consentir que los Ayuntamientos dispongan de las instalaciones deportivas de los centros educativos? En caso afirmativo, ¿quién limpiará esas instalaciones? ¿Habrá competiciones de Deportes en Edad Escolar?
- El anunciado refuerzo educativo para evitar el fracaso escolar, ¿tendrá lugar por las tardes en las instalaciones del centro educativo? ¿Cuándo se limpiarán las clases entonces?
Nos gustaría no quedarnos en preguntas. Nos gustaría conocer respuestas. Pero sin datos objetivos, no es posible. Pedimos un esfuerzo mucho mayor en aras de la transparencia que los tiempos requieren.
Tampoco conocemos los criterios de reparto del dinero recibido desde la Administración Central ni hemos podido hacer más aportaciones a los protocolos definitivos. Hemos tenido que estar pendientes de los medios de comunicación para ver cuál era el plan de inicio escolar en Castilla-La Mancha. Las declaraciones políticas no son suficientes para tranquilizar a los afectados. Se requieren, insistimos, datos.
Sabemos que los centros educativos no son “guardaniños”. Los padres tampoco podemos abandonar nuestros trabajos para auxiliar a los docentes en el desarrollo de sus funciones (conexiones, impresiones, escaneados, mails…) desde nuestros hogares indefinidamente. En edades poco autónomas lo hemos hecho durante cuatro meses. Prolongarlo es insostenible.
El virus seguirá estando presente durante este curso y tenemos que convivir con él de la mejor forma posible: no queremos que nuestros hij@s sean una “generación perdida”, sino que esta pandemia sea una oportunidad para sacar lo mejor de la comunidad educativa. Ojalá en el futuro los libros de texto recuerden este período como el momento en que las Administraciones y familias consiguieron sobreponerse a la pandemia y dar el salto cualitativo que la Educación Pública necesita: en nuestras manos está exigirlo y conseguirlo. El tiempo se agota.