En lucha contra la despoblación
Pedro de Verona fue alcalde de Chumillas por parte del PSOE desde 2007 hasta 2019. Su logro principal consistió en duplicar la población del municipio, pasando de 21 personas a 53 (18 de ellas menores), y abrir la escuela que llevaba 28 años cerrada, reduciendo casi a la mitad la edad media de la población. El pueblo volvió a latir durante todo el año y no solo durante los meses de verano. Este reto se consumó creando vivienda pública para familias de otros lugares usando el dinero procedente del parque eólico cercano al pueblo. Su heroica hazaña tuvo tal repercusión que el programa Salvados (2013) le dedicó buena parte de un episodio (En tierra de nadie) como ejemplo de la “España vaciada”. Tras las últimas elecciones, a pesar de ser Pedro el que obtuvo más votos (39,53%), perdió la alcaldía en favor de su anterior teniente de alcalde, nuevo candidato de Ciudadanos. Es uno de los referentes de las políticas contra la despoblación del medio rural en España y actualmente, es el delegado en la provincia de Cuenca de la Asociación contra la Despoblación Rural.
Parte 1 // Recorrido Personal
En los años 60 había alrededor de 300 habitantes dedicados fundamentalmente a la agricultura y la ganadería. ¿Cómo recuerdas Chumillas en tu infancia?
Recuerdo un pueblo vivo con gente alegre y trabajadora dedicada principalmente a la agricultura. Había tiendas y dos bares. Para que te imagines a la escuela íbamos 70 niños, una barbaridad. Era un pueblo con vida y futuro.
Como ya le comentamos, esta revista está fundada por jóvenes en torno a 25 años. Tengo la sensación con compañeros y compañeras de mi generación, que muchos, a pesar de querer ver mundo en la veintena, tenemos proyectos para ser parte de la repoblación durante los próximos años. ¿Tenía usted una sensación parecida cuando tenía nuestra edad?
No, porque no éramos conscientes del grave problema que era la desaparición del mundo rural. Es cierto, que en los años 70 ya comenzó a bajar bastante la población, la gente se iba marchando a las ciudades a trabajar y mucha gente mayor ya no se podía quedar en el pueblo, y cuando tenía 25 años cerraron la escuela. Sin embargo, no tuve esa sensación, no nos dábamos cuenta de la magnitud del asunto.
Viviendo en Moscú le proponen participar en la candidatura a la alcaldía tras tantos años en el extranjero. ¿Cómo fue el cambio de vivir en una capital cosmopolita como Moscú a un pueblo como Chumillas?
La verdad que cuando me fui a Moscú, pensaba que ya no volvería a mi pueblo. Sin embargo, para las elecciones del 2007 comencé a recibir llamadas de gente del pueblo que me pedían que liderara un nuevo proyecto para la alcaldía. No entiendo como el pueblo consiguió volcarse y preocuparse de aquella manera, pero escuchar a gente joven, a los mayores y amigos, me hizo ilusionarme. Me dije que si volvía de una ciudad de 15 millones de habitantes a un pueblo al que quedaban escasos 20 era para luchar por el pueblo y conseguir su repoblación, que era algo que en aquellos años parecía impensable. Así que me decidí y acepté. Ambos cambios, realizados por motivos muy diferentes, fueron muy grandes y me enseñaron mucho.
Parte 2 // Política y despoblación
Las medidas tomadas durante su alcaldía dieron buen resultado, pero ¿se han cumplido todas las expectativas que se propuso?
En los primeros años la verdad que sí y todo fue muy rápido. Nuestro primer objetivo, pensando que el futuro del pueblo son los niños y jóvenes, era abrir la escuela. Nos pusimos un objetivo de 8-9 niños, pero al tercer año teníamos 18. Nos pilló de sorpresa y tuvimos que lidiar con temas de vivienda y trabajo, e incluso tuvimos que decir “no” a familias que querían venir porque las condiciones que podíamos ofrecer no eran las que deseábamos. La situación nos superó, pero nos ayudó a reforzar nuestro proyecto.
Observando el éxito de la repoblación en Chumillas, ¿Por qué crees que no se ha aplicado en los pueblos cercanos?
Es un tema un poco complicado, porque la gente mayor que vive durante todo el año en el pueblo no siente que el grave problema de que su pueblo esté desapareciendo puede solucionarse. De un modo resignado se lo toma como algo irremediable. Se conforman con que sus hijos o hijas que viven en las capitales vayan durante unas pocas semanas al año. Recuerdo, que cuando me fui a Moscú en el año 2000, en Chumillas ya se respiraba un aire de pesimismo con lugareños diciendo quién iba a ser el último que iba a cerrar la puerta. Y ahora tras mi experiencia como alcalde, pienso que, con conciencia y trabajo, siempre hay una oportunidad para cambiarlo. Cuando hablo con gente o alcaldes de los pueblos de alrededor siempre digo que más importante que arreglar una calle, que, por supuesto que lo es, es la gente y el futuro del pueblo. Y esta debe ser una prioridad para la candidatura o la alcaldía de un pueblo. Hay pueblos preciosos con un patrimonio histórico y natural envidiable y, sin embargo, no hay nadie por las calles. Si no hay gente ¿para quién arreglamos las calles, las plazas y los parques?
Obviamente, nada de esto es posible sin el apoyo de las instituciones estatales y regionales. ¿Cómo crees que abordan el problema de la despoblación rural?
Al principio de mi alcaldía, catorce años atrás, este tema no le interesaba a nadie. Ahora parece que en estos últimos años la repoblación está un poco “de moda”, pero sin embargo las acciones concretas que se están tomando siguen siendo pocas e ineficaces. Por ejemplo, desde Europa se ha invertido mucho dinero para los pequeños pueblos, pero las gestiones no han sido buenas y se han empleado en arreglos de infraestructuras como aceras, parques o fuentes, que como repito también está bien, pero no se ha invertido nada en el tema de la repoblación y el futuro del pueblo.
Una de sus principales medidas fue la creación de vivienda pública para gente de fuera, debido al gran número de casas vacías que hay en los pueblos. ¿Podría ser el desarrollo de vivienda pública financiada una de las medidas clave?
Para mí este es el principal problema en la despoblación. Por ejemplo, en Chumillas durante estos meses de confinamiento el 80% de las casas han estado vacías, el 80%. He debatido mucho este tema con gente de los pueblos y compañeros que trabajan en el tema y muchos dicen que el principal problema es el trabajo, pero yo reafirmo que es la vivienda. Y lo explico del siguiente modo: si yo creo un puesto de trabajo, pero el empleado viene de otro lugar como Cuenca o Motilla del Palancar a realizar su faena y se marcha, significa que no va a influir a la apertura de otros establecimientos como escuelas, farmacias o polideportivos. Por tanto, no estoy ayudando al pueblo en la medida que se merece y no estamos consiguiendo nuestro objetivo.
Parte 3 // Cultura y naturaleza
En este tipo de municipios como Cuenca o Motilla hay variedad de estímulos, pero quizás en los pueblos muy pocos. ¿Crees que una industria cultural fuerte (proyección de películas, creación de escuelas de teatro o similares) beneficiaría a los pueblos?
Pienso que sí. Además, uno de mis últimos proyectos en el que estoy trabajando y con el que he estado en contacto con una universidad de Valencia y con la Unión Europea era crear un barrio sostenible. Consistiría en un pequeño número de casas basadas en energía renovables y sostenibilidad con la naturaleza -que no es complicado en Cuenca y provincia- donde se invitarían a artistas, pintores, escultores o escritores. También se llevarían a cabo actividades relacionadas con la permacultura o productos ecológicos. El objetivo sería traer gente que trajera nuevas ideas, realizar exposiciones, crear talleres y compartirlo con el pueblo. Ahora por desgracia está un poco parado por las circunstancias que nos ha tocado, pero pienso seguir luchando por este proyecto porque además se está realizando actualmente en pequeños municipios de España con exitosos resultados.
En cuanto al Patrimonio Histórico de Chumillas, dos actuaciones remarcables fueron la recuperación del Torreón del s. XIII y el yacimiento visigodo de Ciriyuelos del s. VIII. ¿Cómo relacionas la defensa de este patrimonio con respecto a la recuperación rural?
Está muy relacionado con la pregunta anterior. Tenemos que “explotar” nuestro patrimonio. Cada pueblo se debe sentir orgulloso de lo que tiene y debe decir a la gente: “Mirad lo que tenemos”. Debemos cuidarlo y exponerlo. Es una ayuda al turismo rural y se materializa en más bares y casas rurales en el pueblo. No podemos olvidar que cultura y turismo van de la mano.
Entonces, ¿la creación de rutas culturales y naturales podría ser un incentivo para revitalizar los pueblos?
Por supuesto, tenemos un patrimonio que no sabemos valorar. Existen puntos en común con los pueblos de alrededor y sería posible crear este tipo de rutas con ellos. Respecto a Chumillas, he estado en contacto con alcaldes de la zona y se han planteado crear dos rutas. Por ejemplo, una de ellas, “La fuente de la Mota”, aglutinaría diferentes etapas históricas que pasarían desde el poblado visigodo de Chumillas hasta la ciudad romana de Valeria. Esto también ayudaría a dar un empujón al turismo rural. A lo mejor contra la playa en verano no competimos, pero de otoño a primavera, ¿por qué no?
Parte 4 // Coronavirus y futuro de los pueblos
Cambiando un poco de tema; no podemos no hablar del coronavirus, ¿Cómo se ha vivido el confinamiento en un pueblo pequeño? ¿Cómo ha sido el comportamiento de la gente?
Bueno… vuelvo a lo mismo que hemos hablado antes. Me quejo de que, a la hora de tomar las decisiones a nivel estatal, siguen sin acordarse de nosotros. Que nos han dejado en cierta manera olvidados. ¿Cómo es posible tomar las mismas medidas en Madrid que en Chumillas? Si para dar un paseo o bajar al huerto no te cruzas con nadie. Aun así, la gente ha sido muy responsable y se lo ha tomado con mucho respeto.
Sin embargo, esta pandemia puede crear una ocasión excepcional para el retorno rural ¿Crees que puede ser un punto de inflexión en la mentalidad de la gente y sea un buen momento para revitalizar los pequeños municipios?
Pues, aunque es una oportunidad única, me temo que no. Durante estos días ha salido una noticia de que la España vaciada a través de organizaciones como Serranía Celtibérica o Pueblos Vivos de Cuenca se está empezando a movilizar para traer residencias de ancianos y casas tuteladas a pueblos pequeños. Esto significa gente y trabajo. Es una inversión grande, porque requiere las mismas condiciones y puestos de empleo que en una capital: médicos, asistentes, personal de limpieza, etc. pero trayendo gente mayor, traeremos gente joven. Es un ejemplo o una idea factible que podría llevarse a cabo. Además, hay jóvenes y no tan jóvenes que están cansados de vivir en las ciudades y que les gustaría comenzar a vivir en los pueblos. Así que, a pesar de mi temor, ojalá que me equivoque y esta oportunidad se aproveche.
El teletrabajo es otro de los temas que está en boca de todos estos días. Muchos hablan que va a ser el modelo de trabajo a seguir tanto en empresas privadas como organismos públicos. ¿Puede ser esta una oportunidad para volver a llenar los pueblos?
Siempre he dicho que los pueblos tienen un gran potencial para recibir pequeñas empresas o autónomos pero la telecomunicación a nivel de cobertura o internet no está al nivel que se requiere. Al igual que las grandes comunicaciones terrestres como autovías y AVE nos dejaron en cierta parte más aislados, la necesidad de internet tampoco nos está ayudando. Ahora mismo un teletrabajo eficiente en Chumillas es una utopía. Por cierto, ahora viene el 5G, que, aunque en teoría es bueno, ya veremos las consecuencias medioambientales y sanitarias que tiene. Debemos aprovechar estas oportunidades a través de una telecomunicación efectiva pero que esté en armonía con la naturaleza y la gente.
Para ir terminando, el aterrizaje inesperado de Teruel Existe en el congreso ha sido uno de los hechos más relevantes en las últimas elecciones y ha conseguido llevar el debate de la despoblación rural a la capital. ¿Debería Cuenca seguir la estela de Teruel Existe y crear movimientos que luchen por sus pueblos a nivel nacional?
Últimamente sí hay movimientos e iniciativas ciudadanas en Cuenca como España Vaciada de Cuenca, Serranía Celtibérica o Pueblos Vivos Cuenca que están fijándose en el ejemplo de Teruel. Ojalá que tire hacia delante, aunque personalmente, optaría más por una creación regional o incluso suprarregional de la España vaciada que se uniera a la lucha contra la despoblación. Porque es un problema no sólo de Cuenca sino de una parte muy grande del país. Me gustaría un Teruel Existe pero a gran escala.
Como delegado por Cuenca de la Asociación contra la Despoblación Rural, ¿cómo trabaja la Asociación?
Básicamente se basa en buscar pueblos que buscan gente y gente que busca pueblos. Pueden ser familias que quieren trabajar o proyectos que buscan asentarse en un pueblo. Nosotros somos ese enlace entre el pueblo y la gente y ayudamos a su integración. Es una asociación sin ánimo de lucro, de trabajo voluntario y que no recibe ningún tipo de subvención. Aquí en Castilla-La Mancha estamos las delegaciones de Cuenca y Guadalajara, pero nuestra acción es a nivel estatal. Y por supuesto, no dejamos de crear ideas que puedan ayuden a salvar los pueblos y siempre estando en contacto con la gente. Como dice Javier Pérez, presidente de la asociación: “Mira Pedro, un 1% de la población de España, que son nada menos que 470.000 personas, quiere vivir en un pueblo. A esos son los que hay que buscar”. Imagínate cuantos pueblos podríamos revitalizar y cuánto futuro podríamos inventar.
¿Qué reflexión sacarías de tu experiencia como alcalde y referente en la lucha contra la despoblación?
Que hay que cambiar la mentalidad de los pueblos pequeños. Saber que si nos esforzamos, trabajamos y abrimos los brazos a la gente que viene de fuera con el propósito de ayudar al pueblo, conseguiremos evitar que los pueblos desaparezcan.
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