El arte del deporte
Leonel Sergio Carlos Maciel, jugador argentino de balonmano, actualmente portero del Ciudad Encantada Incarlopsa Cuenca
INTRODUCCIÓN
Originario de Buenos Aires, Leonel Carlos Maciel es, desde el 2017, el portero titular del equipo de balonmano de nuestra ciudad. Con su selección, ha disputado dos Mundiales con el combinado argentino Juvenil (Baréin 2007 y Egipto 2009) y con la absoluta ha participado en un Campeonato Panamericano (Nuuk 2018) y tres Mundiales: España 2013, Alemania/Dinamarca 2019 y Egipto 2021. En este último, la Albiceleste cosechó el mejor resultado de su historia, quedando en el 11º puesto, consolidándose Maciel como uno de los mejores porteros.
Afincado desde 2017 en Cuenca, se ha convertido en un conquense más. Aficionado al mundo de las artes, se ha involucrado con compañeros y compañeras de la Facultad de Bellas Artes y ha encontrado en ellas un apoyo y una forma más para acercarse a Cuenca, conocer nuestras costumbres e inmiscuirse en la idiosincrasia de lo urbano de nuestra ciudad. De esta forma, intenta compaginar el alto nivel de exigencia y constancia que requiere su profesión, con sus hobbies e inquietudes culturales, convirtiéndose en un puente entre dos disciplinas tan dispares aparentemente como son el arte y el deporte.
Para las preguntas relacionadas con el mundo del deporte contamos con la colaboración de Alejandro Mena Atienza, Graduado en Periodismo en UCLM.

Sección I: Deporte
- ¿Cómo se encuentra el equipo para afrontar este último cuarto de temporada? ¿Sigue siendo el objetivo acabar la Liga en puestos europeos?
La segunda vuelta venimos muy bien, con una victoria importante en Ainatasuna. La liga está muy apretada así que la clasificación a Europa está difícil. Hay una sola plaza para cuatro o cinco equipos, por lo que deberíamos hacerlo muy bien lo que queda de temporada.
- Completa esta frase: “El Sargal sin público es…”
Está desangelado, triste. Pero entiendo que la gente es la primera que quiere volver y verlo lleno. El ambiente, no solo del Sargal, sino de sus alrededores los días de partido es brutal.
- ¿Se sigue el balonmano español en Argentina? ¿Y, en particular, el Incarlopsa Cuenca?
Sí. Creo, además, que la pandemia hizo que los medios digitales explotaran, lo que hizo que aumentara el seguimiento al equipo. Cada vez más gente se suma. Sin duda, el Incarlopsa Cuenca es ahora mismo uno de los equipos más seguidos en Argentina.
- Este verano, si todo sigue con lo previsto, jugará sus primeros JJOO. ¿Qué sensaciones tiene de cara a Tokio?
Es el punto más alto para un deportista. Todos nuestros objetivos y planificaciones se basan en los ciclos olímpicos. Primero se ve la fecha de los JJOO y después se planifican esos años. Estos se han hecho esperar un año más, así que estamos aún más ilusionados y concentrados tras nuestra actuación en el Mundial, ya que estuvimos muy cerquita de meternos entre los ocho mejores. Esperamos poder competir a un gran nivel.
- El otro día conocimos los dos grupos para el torneo olímpico. España y Argentina se encuentran en el Grupo A, junto a grandísimas potencias como Francia, Alemania, Noruega, además de su gran rival en Sudamérica, Brasil. ¿Se puede decir que cada partido será una final?
Sin duda. Los equipos que nos tocaron tienen un gran nivel, algunos por su gran momento actual como España y Noruega. Quizás Alemania y Francia no estén en su mejor momento, pero se pueden presentar fácilmente en la final del campeonato sin problema. Si a esto se le suma un equipo como Brasil, probablemente sea un torneo muy duro. Hay que tomarlo desde la filosofía del partido a partido, pues la exigencia de cada uno de ellos es máxima.
- Para terminar, ¿dónde está el techo, a nivel deportivo, de Leo Maciel?
No lo sé. Estos años en Cuenca me han permitido consolidarme en España como un jugador importante para mi equipo y mi nombre empieza a tener repercusión en la liga. La suerte de ser portero es que la vida deportiva se alarga un par de años más, lo que suele coincidir con la madurez mental y física. Mi techo es conseguir que los siguientes años sean aún más felices que los anteriores aquí en Cuenca.

Sección II: Vida en Cuenca
- Habiendo viajado tanto debido a tu profesión, habrás visitado muchas ciudades, ¿qué opinión te merece Cuenca para vivir?
La verdad es que Cuenca me encantó desde el primer día. Me pareció una ciudad muy sencilla y mágica. Me pareció similar a Gondor -se ríe- cuando subí por primera vez al Castillo. A mí me flipó por ahí -más risas-. Después empecé a conocer las rutas y caminos de alrededor, como Palomera y otros pueblos de alrededor. También diría que mi sitio favorito de la ciudad es San Julián. Estoy muy contento de poder tener un paisaje tan increíble al alcance de la mano, tan cerca. Yo creo que es la estrella de Castilla-La Mancha.
- ¿ Y qué echas en falta en la ciudad?
Bueno, creo que puede estar un poco abandonada políticamente. Se podría explotar más el potencial que tiene. Además, el ser extranjero siempre da una perspectiva diferente que permite analizar y comprender que la capacidad de Cuenca es mucho mayor a nivel, por ejemplo, gastronómico o cultural. Muchos conquenses trabajan para que la ciudad siga creciendo, y mi intención es sumarme a ellos y favorecer esas oportunidades. Aunque entiendo que no son asuntos sencillos.
- Debido a tu afición por las artes te vemos por las redes sociales muy al día de las tendencias artísticas de la ciudad. Se habla mucho de la fama de la Facultad de Bellas Artes de Cuenca, ¿tienes una opinión acerca de ella?
Personalmente, tengo un montón de amigos y amigas del grado. Además mi novia también lo cursó. Creo que el tamaño de la ciudad genera un microclima que favorece la creación de arte. Todos nos conocemos. Hay una especie de gran familia o comunión que en otras universidades, según me cuentan mis compañeros, no existe. Además, hay mucho potencial en la Facultad ya que por suerte no es muy académica con temas tradicionalistas, y sí tiene muy buenos profesores y profesoras. Me parece muy buena en arte contemporáneo y hay gente haciendo cosas realmente buenas acá. El mundo del arte es complicado, pero aun así muchos estudiantes de la Facultad están teniendo carreras de éxito independientemente del valor monetario.
- En España vemos la proliferación de espacios culturales tan interesantes como Matadero en Madrid, Hangar en Barcelona, la Térmica en Málaga y un largo etcétera. ¿Crees que hay carencia de este tipo de espacios en Cuenca?
Creo que sí. De hecho, hace poco cerraron LAMOSA, que era la bandera de estos sitios. Creo que sostener estos espacios, como Antik o Casa Maty, depende de varias cosas y no sólo lo que pueden hacer los alumnos. Debería haber una ecualización entre la política regional y lo importante que pueden ser estas cosas vanguardistas en Cuenca.
- Hace poco visitamos a Mr. Trazo en Carrascosa del Campo (Cuenca) y vimos el proyecto que está intentando implantar allí, que tiene relación con lo que estábamos hablando: “La Harinera”, que consiste en rehabilitación de varias naves para uso artístico como talleres, residencia de artistas y terraza de verano, además de su propio taller. Vemos que hay gente con ganas pero, ¿ves interés por parte de las instituciones?
No conocía el proyecto, pero sí que creo que al principio nosotros mismos podemos apoyar. De hecho, es una de las cosas que a mí me gustaría hacer cuando deje el balonmano: una especie de mecenazgo, una apuesta por dirigir un lugar donde dar ese espacio a la gente. Siento que culturalmente hay cosas muy valiosas en la ciudad y que podría convivir perfectamente lo tradicional, como la Semana Santa, con lo novedoso.
- Como persona que viene a Cuenca desde fuera no sé si habrás tenido la posibilidad de conocer los distintos barrios de la ciudad (San Antón, Tiradores, etc.). ¿Qué importancia crees que tienen los movimientos vecinales para el fomento de la cultura en la ciudad?
Parecido a lo que decíamos. Creo que este puede ser uno de los enganches para acercar el arte al vecino. En Argentina hay muchas de estas iniciativas, como centros culturales, que sirven para atraer a gente del barrio. En San Antón estaba el San Potorro, por ejemplo. Sin embargo, no somos tantos para poder hacerlo y no hay ayuda desde las instituciones, pero quizás con el tiempo se pueda conseguir.

Sección III: Futuro de la ciudad
- La despoblación está asolando nuestra provincia y muchos de los que vivimos en Cuenca tenemos que marcharnos para encontrar trabajo. ¿Crees que puede estar en el deporte el futuro de esta ciudad? ¿Y en las artes?
Sí. Enfocado de una manera sana, el deporte y el arte vienen bien para las personas y, por tanto, para la sociedad. Pero esto depende de políticas, lo cual es complicado de analizar. Aun así, sí creo que hay un valor muy fuerte en la cultura que puede tender a volver al pueblo y no contentarse con ser un país de turismo o de bares. Tal vez esa sea la forma: invertir la pirámide y que pequeñas organizaciones en cada pueblo, en cada lugar, se combinen en una fuerza mayor. Pero creo que, desde el deporte y la cultura, hace falta acercarse a más gente, porque veo que muchos podrían estar interesados. La disociación de la política y la vida que hace el capitalismo podría meterse en estas acciones: una ciudad que se vuelca con el balonmano, que tenga sus centros culturales, va a conseguir que la gente pueda desarrollarse, aunque no tengan conciencia política.


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