Muchos de los brigadistas voluntarios que llegaron a España se encontraban en paro, pero otros muchos dejaron sus trabajos. Había también aventureros en busca de emociones, intelectuales y profesionales de clases medias, que son los que después narraron en libros sus experiencias. La mayoría, no obstante, tenía claro que el fascismo era una amenaza internacional y España era el lugar apropiado para combatirlo.
Palabras de Julián Casanova en un post en Facebook del pasado 28 de julio, para hablar de la solidaridad internacional antifascista en una provincia como la nuestra donde los ineficaces golpistas no consiguieron derrocar al gobierno legítimo de la II República Española en 1936.
Atávicamente se hablaba de Albacete y su provincia en los libros y artículos sobre el tema, al estar la base de las Brigadas allí. Llegando incluso a situar el Hospital de Valdeganga en Albacete durante décadas, cuando en realidad estaba situado en el balneario de Valdeganga de Cuenca, junto al Júcar. Con todo, aparecían siempre algunas referencias a nuestra provincia. Déjennos dar unas pinceladas de lo que sabemos; lo haremos con la evolución histórica de la presencia de las Brigadas Internacionales, por una parte, y con dos breves historias de vida, por otra.
La presencia de las Brigadas Internacionales fue intensa y constante en nuestra provincia, más allá del mero paso obligado para llegar a la zona centro y los movimientos de tropas hacía Teruel a finales de 1937 y comienzos de 1938. Esa presencia estable viene mayormente a través de la Sanidad Militar desde, al menos, enero de 1937 a marzo de 1938, cuando todos sus efectivos son evacuados a Cataluña. Fueron médicos, técnicos de laboratorio, enfermeras, conductores, mecánicos, electricistas, administrativos, gestores, etc., los que estuvieron en tierras conquenses. Y millares de heridos y enfermos, de casi una cincuentena de nacionalidades, convalecieron o fueron estabilizados aquí para evacuarlos más al este.
En enero de 1937 la XI Brigada Internacional (BI) establece su base de evacuación en Tarancón, bajo la dirección del Doctor Kriegel.[1] Huete ya aparecía en el primer boceto que hemos podido documentar de la evacuación del frente de Madrid en noviembre de 1936. En noviembre es precisamente cuando se organiza la Sanidad Militar republicana en el Sector Tarancón (organizada y financiada por la Generalitat de Catalunya al igual que el Hospital Militar de Priego) que acabará siendo uno de los más importantes de la zona centro. Tarancón y Huete ofrecían la posibilidad de evacuación, y más avanzada la guerra de recepción, de heridos en los trenes hospital, aunque también se evacuaba en autobuses si el estado de los pacientes lo permitía.
La batalla del Jarama es el punto de inflexión de la presencia internacional, empezando a usarse Castillejo (Saelices) como ampliación del hospital de evacuación taranconero al menos desde mediados de febrero de 1937. Es a finales de este mes cuando la primera unidad médica estadounidense llega a Tarancón tras una breve estancia en el Romeral, Toledo. También está documentada la presencia de la unidad médica británica más los médicos de la XI BI, franceses y centroeuropeos principalmente. La enfermera estadounidense Lini de Vries describió el Tarancón de aquel febrero de 1937 como “una auténtica torre de Babel.” [2] A comienzos de marzo llegó a haber 6 hospitales en Tarancón.
Los muy numerosos bombardeos que padeció Tarancón durante las Batallas del Jarama y Guadalajara, no en vano se había convertido en estación término de tren para Madrid, y la restructuración de la ayuda médica internacional por patronazgos hizo cambiar el panorama. Así, se crea el Hospital de Villa Paz en Saelices que junto con los dos hospitales de BI de Tarancón y Castillejo quedan bajo patronazgo estadounidense. La ayuda médica británica creó el Hospital Inglés de Huete, ubicado en la Merced, y bajo su patronazgo quedó también el Hospital de Valdeganga que siguió siendo hospital militar republicano. En el caso del Hospital Militar de Uclés nunca fue un hospital de BI, pero los dos patronazgos mencionados colaboraban con los suministros y su mantenimiento económico. Finalmente, el Hospital de Villanueva de la Jara, quedó bajo patronazgo holandés, completando así la presencia sanitaria internacional en la provincia.
A primeros de julio se establece en Tarancón la Oficina Central de Hospitales del Frente Centro controlando los de Huete, Tarancón, Valdeganga y Saelices, además de los de Loeches, Villarejo de Salvanés y de Colmenar de Oreja, en la vecina Madrid. El teniente coronel de Sanidad Theodore Schmidt fue uno de los que dirigieron esta Oficina.
Tras la evacuación a Cataluña, Sonia Merims, Enfermera Jefe de los estadounidenses, y Nan Green administradora de la ayuda médica británica, permanecieron en Uclés para reorganizar su aportaciones al hospital. Y es en Uclés, en la ya Clínica Militar nº 1, donde trabajó Madge Addy [3] con otras compañeras británicas. Madge permaneció en Uclés hasta la entrada del Ejército de Ocupación, concluye así la presencia internacional en nuestra provincia; que sepamos Madge fue la última brigadista en dejar España, en junio de 1939 tras haber estado encarcelada.
Dos taranconeras, Paca y Rian, son ejemplo de las muchas e impresionantes historias de vida que generaron aquellos años convulsos en los que la República Española, a diferencia de otras repúblicas europeas de su tiempo, tuvo la gallardía de enfrentarse al fascismo, Hitler, Mussolini y Franco, durante casi 3 años. Permítannos compartirlas con ustedes.
Riánsares de los Ríos García, de la familia conocida en el pueblo como los Panchines, su tío materno era Juan García Benito concejal socialista en 1936 y su tío político por parte de madre Jorge Pérez Martínez, Secretario General de las JSU y miembro de UGT y después afiliado al PCE, capitán del Servicio de Información Militar del sector Tarancón durante la Guerra. Rían fue enfermera en un hospital internacional de Tarancón, no sabemos cuál. Se casó con un herido al que había atendido, Henri René Nollot. Aún no era Comandante de Batallón cuando fue herido en Jarama: “Es en esa época [septiembre-octubre 1937] que volví a Tarancón para unir mi vida con la que no había vacilado en darme su sangre para darme la vida.” Durante la Batalla del Jarama Norman Bethune con su equipo canadiense de transfusión estuvo en Tarancón. Rían se marchó con Henri a Barcelona cuando se evacúan las Brigadas Internacionales en marzo de 1938 y después pasó a Francia en 1939, reencontrándose con él en Clermnont-Ferrand donde el padre de Henri era el dueño de una fábrica. Allí tuvieron dos hijos divorciándose después. Riánsares nunca volvió a vivir en España.
La historia del amor de Paca, Francisca Rincón, por Vladimir Krimsky nos llega de entre la nebulosa de la memoria siempre contada a escondidas de la que mana el interés de su sobrino nieto por documentar esta historia familiar. Vladimir Krimsky, judío, Nacido en Kiew en 1899, llega a España en octubre de 1936, combatiendo con la XI BI en los frentes de Madrid donde resulta herido en enero de 1937. Al ser Ingeniero electrotécnico trabajó como electricista en los hospitales de la zona centro, incluyendo Tarancón.
Un día entró a un taller de costura para que aviaran el uniforme y le impactó una de las costureras, Paca, y se casaron sin el beneplácito de la familia de ella. Como Henri, Vladimir tiene que marchar hacia Cataluña. Ni corto ni perezoso, esconde a Paca bajo abrigo y así, con la connivencia de sus compañeros en el tren militar, ambos inician un viaje que los lleva a cruzar los pirineos andando en 1939.
En Francia se establecen cerca de Lourdes. Vladimir se integra en la resistencia francesa mientras Paca trabaja cuidando a los niños de los resistentes. El grupo de Vladimir cae prisionero en manos de la GESTAPO y acaban encarcelados en Tarbes. Judío, ruso y miembro de la resistencia, mala cosa. Vladimir es deportado primero al campo de Mechelen (Bélgica) y finalmente el 15 de enero de 1943 a Auschwitz (Polonia) donde fue víctima del exterminio nazi. Paca intentó localizarlo sin éxito y al final volvió a una España gris, muy distinta a la que había dejado.
Concluimos con una idea de Walter Benjamin, traer un momento brillante del pasado al presente, para que ilumine el futuro.
- Biografías y una explicación de la sanidad militar en este sector en Molina Gutiérrez, Máximo, coordinador. (2022). Tarancón Rojo. Españoles e internacionales en un Tarancón en Guerra. ARMHCUENCA. A la venta en Libreralia, Cuenca capital, en Tienda de las Palabras, Tarancón y Traficantes de Sueños, Madrid.
- (2020). Tarancón en la Memoria de las Brigadas Internacionales. Fanzines ARMHCUENCA nº 2. A la venta ver nota anterior.
- Hall, Chris. (2021). The Nurse Who Became a Spy. Magde Addy’s war against fascism. Pen and Sword.
Máximo Molina Gutiérrez
ARMHCUENCA