LAS CONQUENSES ILUSTRES VII: Carmen Bravo-Villasante, escritora y pionera en literatura infantil

LAS CONQUENSES ILUSTRES VII: Carmen Bravo-Villasante, escritora y pionera en literatura infantil

Conocí a Carmen Bravo Villasante por el libro editado y prologado por ella, “Cartas a Galdós”, de Emilia Pardo Bazán, publicado en 1975 por Turner; un libro pionero que desvela los amores de los dos grandes escritores del Realismo español y que hoy se sigue editando y sirve de fuente para obras de teatro tan actuales como la representada recientemente en el Teatro Auditorio de Cuenca, “Galdós Enamorado”, del dramaturgo Alonso Zurro. 

Imagen 1: Foto de Carmen Bravo Villasante. Fuente: https://www.heroinas.net/

Las relaciones de esta autora con nuestra ciudad, en la que su hija Carmen trabajó algunos años como profesora en el Colegio Universitario, son diversas. Entre ellas, el hecho de que sea en el campus universitario conquense donde están depositados los fondos de su colección de literatura infantil, más de ocho mil volúmenes que fue reuniendo a lo largo de su vida, entre los que destacan antiguas ediciones de los siglos XVIII y XIX, las primeras obras escritas para niños en España, antiguas colecciones de revistas infantiles, etc. Una colección que ha sido objeto de exposiciones y que, desde el año 2000, se encuentra en la Biblioteca Pedro Cerrillo del Centro de Estudios de Promoción de la Lectura y la Literatura, en la Facultad de Educación, de la Universidad de Castilla La Mancha, campus de Cuenca.

Méritos sobrados para que su nombre figure en el callejero de la ciudad y para incluirla en nuestra sección de mujeres ilustres conquenses, con objeto de conocerla un poco más.

Carmen Ruíz Bravo-Villasante, en una breve biografía que escribe de su madre para la web de la Real Academia de la historia, la define como “creadora, biógrafa, historiadora de la literatura, crítica, traductora de varios idiomas, especialista y pionera en literatura infantil y bibliófila”.

Nuestra autora nació en Madrid, el 25 de diciembre de 1918 y falleció en la misma ciudad, en 1994. En su ciudad natal estudió en la Alliance Française, adquiriendo un dominio del francés que le permitiría más tarde realizar traducciones de obras literarias escritas en esta lengua, además de adquirir el gusto por la literatura. Más tarde, fue alumna del Instituto Escuela, de la Institución Libre de Enseñanza, codeándose con las pocas mujeres que estudiaban en España y recibiendo enseñanzas con la pedagogía más innovadora en nuestro país. Esta institución organizaba cursos y viajes de sus estudiantes en el extranjero; precisamente, Carmen estaba en uno de estos viajes en Alemania cuando estalló la guerra civil en España, por lo que tuvo que interrumpir su estancia en aquel país. Al final de la guerra, el gobierno franquista puso fin a las actividades de la ILE.

Carmen Bravo-Villasante, según su hija Carmen, siguió estudiando alemán con un amigo de esta nacionalidad, en Madrid, y se aficionó a la literatura romántica alemana. De esta afición dan cuenta las traducciones que hizo de varias obras y biografías de autores germanos: Kleist, Bettina Brentano, Goethe, Holderlin, Hoffmann, etc.

Terminada la guerra se licenció en Filología Románica. Más tarde, casada y con cuatro hijos, realizó su tesis doctoral La mujer vestida de hombre en el teatro español del Siglo de Oro, obra publicada en forma de libro que obtuvo un gran éxito, dirigida por el poeta y director de la RAE, Dámaso Alonso,.

Por entonces, en 1950, publicaría su primera gran biografía, la del novelista andaluz Juan Valera. Otras biografías famosas que publicó fueron la de Galdós, de Doña Emilia Pardo Bazán, Gertrudis Gómez de Avellaneda, Bettina Brentano, etc. La extensa y variada actividad intelectual de Carmen Bravo-Villasante es fruto, según su hija, de una “intensa dedicación al estudio e investigación … y se complementaba con la participación en la vida literaria y la asistencia a congresos en diversos países”.

De 1960 a 1970, trabajó como profesora de Literatura española en el Middlebury Institute y el Smith College de Madrid; más tarde en el Instituto de Cultura Hispánica, donde dio cursos sobre teatro español y literatura infantil.

Su preocupación por los derechos de la mujer la llevaron a pertenecer a la Asociación de Mujeres Universitarias. También formó parte de organizaciones de escritores, de ámbito nacional e internacional.

Entre los premios que recibió, dentro y fuera de España, figuran los siguientes: Premio Aedos de Biografía, en 1956; el Nacional de Traducción Fray Luis de León, en 1975; y el Nacional de Investigación en Literatura Infantil, de 1980. También fue candidata a la Real Academia Española y socia muy activa del Ateneo de Madrid, participando en su Junta directiva al lado de otra mujer, Carmen Llorca.

Imagen 2: Portada de Antología de la literatura infantil española 1. Fuente: https://www.goodreads.com/

Las obras de Carmen Bravo-Villasante siguen publicándose y contando con gran número de lectores, y muchas de sus biografías han sido la base de futuras investigaciones, sobre todo las referidas a mujeres a quien ella fue la primera en rescatar del olvido. Entre estas obras habría que destacar, además de las señaladas anteriormente, las contenidas en sus libros Biografía y literatura, Veinticinco mujeres a través de sus cartas, y las autoras de literatura infantil, grandes olvidadas en la historia de la literatura, a las que presta especial atención. Además, ha sido objeto de tesis doctorales en universidades españolas, japonesas, australianas y anglosajonas.

Sus prólogos son verdaderos estudios de los personajes y de sus obras, aunque, en algunos casos, sean muy breves. Por ejemplo, en la Carta al editor, que es el prólogo de 25 Mujeres a través de sus cartas, escribe: “En un tiempo de literatura objetiva, el género epistolar resulta terriblemente subjetivo. El subjetivismo de las cartas nos lleva a las pasiones. ¿Y por qué no volver a una literatura de pasiones? El corazón vacío es aburrido y aburrida la obra que pretende ser artística sin pasión. Ninguna de estas mujeres que escribieron cartas fueron tibias, siempre apasionadísimas. Por el amor de los hombres, por el amor divino, por la sabiduría, por la ambición, por la belleza, y hasta apasionadas curiosas. ¿Cómo voy yo a escribir un libro objetivo, yo que amo apasionadamente las cartas…? …Además, es que quiero ser subjetiva”.

En este libro nos descubre a Isabel de Guevara, una de las pocas mujeres españolas que fueron a América en tiempos de la Conquista, de la que nos ha quedado una sola carta. A la poeta italiana Vittoria Colonna, amiga de Miguel Ángel, con el que se escribe cartas que muestran la admiración y respeto mutuos que se tuvieron. Las cartas de Cristina de Suecia, Teresa de Ávila, lady Montagu, “para quien escribir cartas se convirtió en un placer, no exento de perversidad”. Además, en estas biografías, cita fuentes de otras mujeres ilustres, como la autora del prólogo a la biografía anterior de la viajera lady Montagu, Mary Astell, “que alaba la encantadora sencillez del estilo y lo destaca entre tantas monótonas referencias de hombres viajeros”. Hace también elogio de Consuelo Bergés, biógrafa de Stendhal antes que ella misma, de la que resalta su admirable precisión y aguda penetración. Otras biografías son las de madame de Sevigne, que escribe cartas a su única hija; madame de Epinay; la monja portuguesa Mariana Alcoforado, célebre por las cinco cartas de amor que escribió a un caballero francés; la inglesa Dorothy Osborne, que cuanto más aburrida está más inspiradas están sus cartas; madame de Stäel, que escribe desde el exilio a su amiga madame de Récamier; Bettinna Brentano y sus cartas de amor a Goethe; Emily Dikinson; Caroline Shelling; Elisabeth Barret ; la hermanas Brönte; Rosalía de Castro o Virgilia Woolf.

Imagen 3: Portada de Vida de Bettina Brentano. Fuente: https://www.todocoleccion.net/

Carmen Bravo Villasante, en la solapa del libro, confiesa que se considera una escritora epistolar, que ama profundamente las cartas, y que desde las más distintas partes del mundo las ha escrito y las recibe. Puede que, algún día, su hija nos sorprenda con la publicación de estas cartas que acrecentarían la fama de su madre y contribuirían a aumentar el aprecio de sus lectores.

Dentro del libro, en alguna de estas biografías, reflexiona sobre temas que hoy son recurrentes en feministas del mundo de la cultura, como en los distintos ciclos de conferencias “Ni ellas musas ni ellos genios”, organizado Laura Freixas y Pilar. V. De Foronda, de Clásicas y Modernas, asociación para la igualdad de género en la cultura. El tema de las conferencias era la poca visibilidad de la mujer en las parejas de intelectuales y la denuncia de que él haya sido considerado siempre el genio y ella, su musa. Carmen Bravo Villasante, muchos años antes, había escrito sobre este mismo tema a propósito de  Brentano y Goethe, y llama al autor alemán “el muso ideal y evanescente, tallado en mármol de Carrara, que la propia Bettina construyó en la imaginación de sus años juveniles” (Bravo-Villasante, 1975, p.122), mientras que es el propio Goethe quien concederá a Bettina la naturaleza de genio, en una cita que transcribe Carmen: “De igual suerte, hay entre las mujeres alemanas algunas naturalezas geniales, que escriben en un estilo admirable, tanto que sobrepujan a nuestros más alabados escritores” (Bravo-Villasante, 1975, p.122).

 

BIBLIOGRAFÍA

Bravo-Villasante, C. (1975). 25 Mujeres a través de sus cartas. Madrid: Almena.

Bravo-Villasante, C. (1969). Biografía y Literatura. Barcelona: Plaza y Janés.

Ruíz Bravo-Villasante, C. Carmen Bravo-Villasante Arenas.  https://dbe.rah.es/biografias/9123/carmen-bravo-villasante-arenas

Sánchez García. S. y J. Martínez Soria (coords.) (2000). Colección Carmen Bravo-Villasante: catálogo Bibliográfico (fondo antiguo). Cuenca: Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha.

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