Llegas a la ciudad de Cuenca, y no sabes si podrás encontrar una forma de alimentación sana. Los supermercados tienen una gama respetable de productos ecológicos, siempre bien envasados y certificados, pero se echa en falta producto de temporada que además se haya cultivado en proximidad con métodos respetuosos con el medio ambiente. Si no estás en el ajo resulta un poco difícil conectar con gente con este tipo de interés por la dieta saludable. Irma Cantón, María Andrés e Idoia Merino se hicieron esta misma pregunta en 2007. Estas fundadoras venían de ciudades en donde ya funcionaban grupos de consumo organizados y deseaban poner en marcha una iniciativa semejante: deseaban consumir productos ecológicos de proximidad, y al no encontrar ninguna asociación o cooperativa que les abasteciese se decidieron a buscar en Cuenca hortelanos que quisieran vender sus propios productos.
La soberanía alimentaria busca permitir a los agricultores ecológicos vivir de una producción casi artesana para un público interesado en apoyar la agricultura de proximidad, se evitan intermediarios y el precio final amortiza los gastos extras de una producción no convencional. Esto es lo que Idoia, María e Irma querían encontrar y promover en Cuenca. Como comenta Irma “Si queríamos promover la agricultura ecológica necesitábamos ayudar a los pequeños productores ecológicos”, por eso la intención de Pisto desde el primer momento ha sido ayudar a los productores a mantener sus producciones sin usar pesticidas ni fitosanitarios contaminantes. Casi cuatro años después estas tres pioneras dieron de alta la asociación Pisto Ecológico, que actualmente cuenta con setenta y ocho socias y socios, la mayoría de los cuales son cabeza de familia. Como dice Marga Pardo: “Somos un grupo muy heterogéneo, edades, ocupación y caracteres muy diferentes. Nos unen los objetivos de la asociación y vamos creciendo juntos en el deseo de contribuir con nuestra práctica y otras actividades divulgativas y educativas, a que el medio natural sea sano, sostenible y a que haya personas que puedan vivir con su trabajo de producción”
Pero ¿puedo comer eco todo el año en Cuenca? Actualmente Pisto mantiene tres productores ecológicos estables y una cantidad variable de proveedores estacionales. Ana Mendiola y Anto se encargan de abastecer a la asociación de verduras durante el verano y el otoño con su huerta en Ribatajada. Rodolphe De Ghellinck hace otro tanto desde su huerta de Valencia durante el invierno y la primavera, meses en los que la climatología de Cuenca hace imposible el cultivo de hortalizas de temporada. Rodrigo González se volvió al pueblo para convertirse en pastor y quesero. Desde su pequeño obrador artesano La Cabra tira al Monte abastece a los miembros de la asociación de quesos de máxima calidad, yogures y, ocasionalmente también, de carne ecológica. Existen otros proveedores que con carácter regular sirven de complemento a la dieta de los asociados. Así un socio o socia y se responsabiliza de encontrar un proveedor, lanzar el pedido, organizarlo y hacerlo efectivo, hasta el reparto en el local. De este modo se consigue proporcionar aceite ecológico y de prensado en frío, frutas tropicales de Granada (aguacates, papayas, carambola y chirimoyas), café y chocolate ecológico de comercio justo de Nicaragua, miel, pan, empanadas y dulces, huevos y legumbres de la Manchuela.
“Esto no es una tienda, esto es algo más que una tienda. Aquí venimos no solo a consumir un producto sino a conocer cómo se cultiva, de dónde viene, cómo se produce. Los alimentos no vienen como en una tienda, la producción llega en su temporada y por tanto con todo su valor energético y su sabor auténtico”. Así resume Irma la filosofía de este variado grupo de personas que han logrado promover el consumo ecológico de proximidad, fomentando el desarrollo de productores en el entorno, y en el medio rural en particular, generando prácticas sostenibles y respetuosas con la vida.
Lo normal es que el consumidor, aunque prefiera acceder a estos productos que promueven la calidad y el respeto por el medio ambiente, piense que el incremento en el precio le haga imposible acceder a ellos. No obstante, como dice su actual presidenta María Muñoz “los precios son muy similares a los de las grandes cadenas y no te encuentras nunca con un producto que no puedes aprovechar porque no sabe a nada o está completamente verde”. El alta como socio cuesta 18 € al año, se aporta una fianza de 30 € que se devuelve en el caso de que abandones la asociación. Una cesta normal de primavera puede contener un manojo de acelgas y otro de espinacas, una lechuga hoja roble y otra maravilla, un kilo de calabacín, un manojo de remolacha y otro de zanahorias, un kilo de puerros, un colirrábano, un puñado de habas, de alcachofas o una col, todo ello por 25 €. Una cesta de septiembre, como ejemplo, lleva 2 kilos de tomate rosado y cojón de toro, 500 g de judía verde, 1 kilo de tomate de pera, 100 g de rúcula, 500 g de acelga, por 19 €.
Como cuenta su anterior Presidenta: “Nos organizamos en torno a un día de reparto semanal en verano y quincenal en invierno, lo cual te permite hacer toda la compra de verdura en un rato, socializar y pasar un buen rato con los demás”. Es verdad que el precio del productor es más elevado al no depender de un sistema de producción industrial pero al eliminarse los intermediarios el precio final es muy similar.
Todos los socios participan en la organización y las labores de la asociación sin que ello suponga una carga para nadie. “Una vez al año te toca ser responsable de sala para facilitar y ordenar el reparto de verduras y hortalizas. Hay un ambiente de colaboración espontáneo que por ahora nos funciona muy bien”, explica Muñoz. En Pisto funciona una cuenta con una lista de correo y un grupo de WhatsApp que no se satura con temas que no son estrictamente del interés del grupo. “Resulta muy rápido y eficiente, se lanzan los pedidos, se aclaran dudas, los productores nos cuentan cómo marcha la cosecha, recibimos fotos de las verduras en su medio antes de que nos lleguen a la cesta, es muy divertido”.
Pisto se sirve de un local que le cede el Ayuntamiento de Cuenca en el Centro Social de Buenavista (Calle San Leopoldo 5 D). Allí todos los martes, de seis y media a siete y media, se organiza el reparto y se encuentran todas y todos para recoger sus respectivos pedidos. Como comenta Idoia Merino: “En parte es una fiesta y en parte un disfrute de colores y olores maravillosos. También nos reunimos tres o cuatro veces al año en asamblea para abordar problemas que puedan surgir, dificultades, propuestas de mejora, actividades, nuevos proveedores, etc.”
La Asociación tiene entre sus fines apoyar el consumo ecológico, es decir, un consumo que esté basado en sistemas de producción y de comercialización sustentables, es decir, duraderos y que no comprometan el futuro. Se trata de mantener la fertilidad de la tierra, con una óptima utilización de los recursos locales, potenciando las culturas rurales, los valores éticos del desarrollo rural y la calidad de vida. Como dice Marga Pardo: “No nos limitamos a ser meros consumidores, entendemos que la importancia de este objetivo reside en la transmisión de estos valores a través de la educación. Por eso, apoyados por la Consejería Desarrollo Sostenible, llevamos tres ediciones de una campaña de Información sobre el Consumo Ecológico en colegios de la capital y su provincia en institutos y en la Universidad. A través de charlas, talleres y juegos se ha informado sobre las ventajas de la sostenibilidad y la salud que aporta este tipo de consumo a más de 2.400 alumnos en 27 centros”.
Pisto se esfuerza por construir una cultura en torno al consumo que contribuya a hacer realidad la soberanía de los consumidores en la planificación de qué, cómo y para quién producir bienes y servicios en nuestra sociedad. María insiste: “Necesitamos un mundo sostenible, con la menor huella de carbono posible. Es grave que se acuse ahora una falta de apoyo estructural a la producción ecológica y que no se tengan en cuenta las pequeñas producciones. Ceder a la presión de los agricultores intensivos no nos va ayudar en el futuro, la política agraria en Europa debería mantener la vista en apoyar iniciativas como las que apoya Pisto Ecológico.”
Si quiere contactar con esta asociación tome nota de esta fecha, del 27 al 29 de septiembre de 2024 estarán presentes en la Feria de Naturama (en el recinto ferial de la Hípica de Cuenca). También puede ampliar esta información a través de sus Redes Sociales:
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Youtube: https://youtube.com/@pistoecologico2390?si=YCRrjf9zpFiTJw2w
O sea, que ya sabes, sí se puede comer eco en Cuenca.
“Consume consciente, consume local”.
Autores:
Margarita Pardo
Eduardo Soto