Don Quijote: de la Mancha a la Serranía IV

Don Quijote: de la Mancha a la Serranía IV

“El que lee mucho y anda mucho ve mucho y sabe mucho” (Cap. XXV, II)

Desde la cueva de Montesinos en las lagunas de Ruidera, por Ossa de Montiel, y Villarrobledo, según la ruta que fija el  Reportorio de Villuga, toman dirección Nordeste y entran en la provincia de Cuenca, superan San Clemente por la orilla izquierda del río Rus y  alcanzan la ermita de Santa María del Campo Rus a dos leguas y media de San Clemente. Luego La Venta de Las Lomas en el Cañavate,  ya en el camino real de Granada a Cuenca, desde aquí a Honrubia, para cruzar el Júcar por Valverde y seguir hacia el Norte.

Este es un paisaje salpicado de encinas, de campos de cereal y viñedos. El río Rus  atraviesa la comarca. A lo largo de su recorrido es posible adivinar las ruinas de varios molinos que hace mucho dejaron de funcionar. Es la Comarca de Rus. El nombre, que referencia a toda la zona, proviene de la época romana y así ha permanecido. Tiene que ver con la planta Rhus cariana, que en árabe cambia a sumac. El zumaque se usaba como curtiente en las tenerías y se cultivaba en la comarca desde antiguo, ya en la Celtiberia. Su cultivo llegó hasta los años sesenta. Todavía quedan restos de zumaqueras aisladas en los ribazos, vestigios de antiguas plantaciones. De la planta también se obtenía un tónico  reconstituyente. Y alguno ya pensó en el bálsamo de Fierabrás, la poción mágica de don Quijote capaz de curar todas las dolencias del cuerpo humano.

El personaje del primo guía a don Quijote y a Sancho, les propone donde cobijarse esa noche. No lejos de aquí  -respondió el primo- está una ermita, donde hace su habitación un ermitaño, que dicen ha sido soldado, y está en opinión de ser un buen cristiano, muy discreto, y caritativo además. Junto a la ermita tiene una pequeña casa, que él ha labrado a su costa; pero con todo, aunque chica, es capaz de albergar huéspedes. (Cap. XXIV, II) 

La ermita, con la casilla del santero, es reconstrucción de la antigua. Se halla en un cerro, y a la derecha se ven hoy un molino y unas casas. Por esta zona de San Clemente Cervantes buscó a un amigo que fue soldado en Lepanto. Quién sabe si, por haber sido soldado, el ermitaño era conocido de Cervantes y vivía allí cansado del oficio de la pica. El primo sugiere beber un trago de lo caro en la ermita y quizás brindar por la confusión del turco. En las ermitas se solía vender vino, pero no estaba el ermitaño en la casa, aunque si el sotaermitaño: una beata de la ermita o la querida del ermitaño que solo les pudo ofrecer agua, cosa que no agradó mucho a Sancho.

Con esto dejaron la ermita y picaron hacia la venta… llegaron a la venta a tiempo que anochecía (Cap. XXIV, II)

La venta está más arriba de la ermita, a unas pocas leguas, según les había informado un mancebo que habían encontrado en el camino y que iba a alistarse a infantería a Cartagena.

Ermita de Santa María del Campo Rus. Fuente: Autor

Siguen camino a la Venta de Las Lomas, como a dos leguas de San Clemente por lo que la venta estaría en el pueblo del Cañavate. Aquí el río Rus cambia de nombre, pasa a llamarse Córcoles, del mozárabe alqurnuq, por la abundancia de alcornoques que hubo en un tiempo. Estamos en la serrezuela del Cañavate, importante lugar como cruce de caminos de Granada a Cuenca, y del centro al Levante. Esta parte es pasajera desde Toledo a Valencia y de Murcia a Cuenca. Su importancia como núcleo de comunicaciones está atestiguada por los múltiples restos arqueológicos desde la antigüedad. Romerales, y montes bajos conforman el paisaje. Y desde este punto a Honrubia una legua. Después se impone la llanura: tierras de labranza, tierras de pan llevar.

Hasta hace poco existía la venta de Las Lomas, conocida en el pueblo hace tiempo como venta del pueblo. Las lomas de la serrezuela dan nombre a la posada. Y aquí para entretener a los viajeros de la venta Maese Pedro monta su retablo. Cuando Don Quijote y sus acompañantes llegan a la venta: Preguntó don Quijote al ventero qué maese Pedro era aquel y qué retablo y qué mono traía. A lo que respondió en ventero: Este es un famoso titerero que ha muchos días anata por esta Mancha de Aragón enseñando un retablo… Pregunta de nuevo Don Quijote, ahora a Maese Pedro, por las habilidades del mono: – Señor. Este animal no responde ni da noticia de las cosas que están por venir, de las pasadas sabe algo, y de las presentes algún tanto. -¡Voto a Rus –dijo sancho-, no dé yo un ardite porque me digan lo que a mí ha pasado!, porque ¿quién lo puede saber mejor que yo mismo? Cap. XXV, II)

Es la oportuna y contundente expresión de Sancho, pues se encuentran junto al río Rus. El juramento es una forma eufemística de ¡Voto a dios! Esta exclamación de Sancho no se volverá a emplear en la novela, ni antes se había empleado. Cervantes alude sutilmente al lugar.

Y aquí se cuenta la historia del rebuzno Algo que sucedió… en un lugar que está a cuatro leguas y media de esta venta. (Cap. XXV, II)

Posible Venta de las Lomas en El Cañavate. Fuente: Autor

Un regidor de un pueblo perdió un asno, lo buscó y no lo encontró. Días después otro regidor dijo que había aparecido. Fueron a buscarlo los dos al monte. No lo hallaron. Decidieron una treta: rebuznar uno por cada lado al mismo tiempo… lo encontraron comido de los lobos. No rebuznaron el balde / el uno y el otro alcalde. Esta historia la contaban por estos contornos. Unos fijan la historia del rebuzno en El Peral, antigua aldea de Alarcón cerca de las Valeras. Y a los de Alconchel de la Estrella, del partido judicial de Belmonte, los llaman con el mote de los burros y los del rebuzno.

En el retablo Maese Pedro representa la historia de don Gaiferos y su esposa Melissendra, cautiva de los moros. Don Quijote alucinado, creyendo el peligro que corría la pareja perseguida por los moros la emprende contra el tablado y los títeres y diciendo y haciendo, desenvainó la espada… comenzó a llover cuchilladas sobre la titera morisma… Posiblemente el destrozo causado originó el uso de la alocución No dejar títere con cabeza.

… el retablo se acabó y todos cenaron en paz y en buena compañía, a costa de don Quijote que era liberal en extremo… casi a las ocho del día dejaron la venta y se pusieron en camino, donde los dejaremos ir. (Cap. XVII, II)     

La Serranía de Cuenca y el Señorío de Molina, en la provincia de Guadalajara, son los últimos lugares recorridos por don Quijote antes de salir de Castilla La Mancha. A partir de la Venta, los caminos no se conocen y Cervantes tampoco da pistas. Accede a Aragón por la Serranía de Cuenca y las parameras de Molina, pero no menciona ningún lugar que pueda ser identificado. Abandonan la llanura manchega, cruzan el Júcar cerca de Valverde, siempre rumbo al Norte. La sierra aparece, se estrechan los caminos  y se encañonan. El paisaje de las hoces con las  fantasmagóricas formas de los farallones hubiera excitado la imaginación de don Quijote, pero don Quijote no es el de anteriores salidas.

… después de haber salido de la Venta determinó ver primero las riberas del Ebro y todos aquellos contornos, antes de entrar en la ciudad de Zaragoza… Con esta intención siguió su camino, por el cual anduvo dos días sin acontecerle cosa alguna de ponerse en escritura, hasta que al tercero… se metieron en la alameda, y don Quijote se acomodó al pie de un olmo y Sancho al de un haya, que estos tales árboles y otros sus semejantes siempre tienen pies y no manos. (Cap. XVIII, II)

Entonces debía de haber ejemplares de hayas en la zona del Alto Tajo. Cervantes, sabía de árboles, y también que el haya es una especie rara propia de lugares fríos y húmedos, que en la Mancha no existen y tampoco en el sur de Aragón.

Hoz de Tragavivos. Fuente: Autor

Y conocía estos remotos parajes en los que había actividad económica por la madera, las cañadas reales de la Mesta, los ríos bataneros, y la ganadería. Y sabía de estos oficios de la serranía de Cuenca, pues en alguna ocasión pasó por ellos para visitar a su hija Isabel de Cervantes, cuyo marido tenía una fundición inmediata a Carrascosa de la Sierra, en la Herrería de Santa Cristina, entonces perteneciente a Carrascosa. Allí tuvo unas rentas sobre unas fraguas Luis de Molina, yerno de Cervantes. De la Herrería de Santa Cristina, antes llamada Huerta Bellida ya se habla en fuentes romanas.  Se despobló en 1.425, y años después  pasó a ser de Cañizares.

Herrería de Santa Cristina. Fuente: Autor

Está constatado que su hija y su yerno vivieron en una Herrería de Santa Cristina entre 1611 y 1615. Isabel de Cervantes y su esposo Luis de Molina tuvieron arrendada dicha herrería tras casarse en 1608. Y fue también en 1611 cuando un solo y abatido Miguel de Cervantes estuvo en esta zona de la Serranía. Preguntamos en la Herrería, y nos responden que Cervantes estuvo aquí ¡escondido!  En el III Centenario de 1905 se concluye que don Quijote y Sancho pasaron por la Herrería en su viaje a Barcelona o vuelta.

Desde La Herrería de Santa Cristina se avista al fondo el Picón de Rocines, topónimo de la roca que preside la hoz del Guadiela o de Tragavivos, y la franja verde inferior entre ambas filas de piedra Poyal de Rocines. Coincidencia el topónimo Rocines ? Fuente: Autor

En la Carta Geográfica de los Viajes de don Quijote y Sitios de sus Aventuras grabado por Manuel Antonio Rodríguez de 1798, se les hace avanzar desde Priego o Beteta, seguramente por la Herrería de Santa Cristina, cruzando el río Guadiela y por Carrascosa de la Sierra para continuar por Valsalobre o Poveda de la Sierra hacia las parameras de Molina de Aragón. Y en este punto despedimos a don Quijote y Sancho en su periplo conquense.

Tú, lector, pues eres prudente, juzga lo que te pareciere, que yo no debo ni puedo más… (II Cap. XXIV)

Esta entrada tiene 2 comentarios

  1. Alfonso Calle

    No sé quien es el autor de este trabajo, pero La Herrería de Santa Cristina no ha pertenecido jamás a Cañi8zares. En el propio Ayuntamiento de Cañizares existe el libro firmado por el Rey Felipe II en el que da título de Villa a Cañizares de 1581 (creo),. En el figura es término completo y detallado de Cañizares y no figura como perteneciente a ese municipio, y si no lo era en 1581, malamente lo podría ser en el 1606 que es cuando se publica la primera parte del Quijote, y tampoco en 1611 que es cuando dice que estuvo allí Cervates.

  2. Alfonso Calle

    ¡Qué coincidencia! El pie de la última foto con el Picón de Rocines al fondo y la franja del Poyal de Rocines, es prácticamente el mismo (y la foto casi también) que el que yo publiqué en mi Blog de Alfonso Calle el 22 de julio de 2019. ¡Y dice que la fuente es el autor!

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