Quizá
Andaba yo pensando en el desajuste,
en como el medio técnico derrotó al entorno,
como hace poco lo leí en algo pendiente,
y, según un amigo,
hay que aprender a acabar del todo.
Delibes como sabio cazador, entendido
y entendiendo la naturaleza en lo cósmico;
Santiago Alba Rico como razonador
independizando al ser humano de un mundo acostumbrado
a obtener todo de él, sin consecuencia,
intersecan su camino.
La naturaleza envileció,
¡Que nos jodan!
Estoy harto del nihilismo mal interpretado,
de no encontrar salida en la derrota,
ni belleza en la enfermedad,
el nihilismo de los vagos.
Aunque, sí entiendo una visión orwelliana,
la terrorífica atmósfera
del nuevo dios Dinero,
reforzado por atávicas normas para que lo legal
sea pagar mal explicadas cuotas que hacen funcional
grandes engranajes de absorción,
sintiéndonos buenos y sociales ciudadanos.
Somos altivos, mezquinos, seres humanos consentidos,
orgullosos hasta de la destrucción que generamos.
Quizá, y cuando todo se nos eche encima,
nos esconderemos en agujeros, asustados,
nos arrastraremos entre grietas,
y, los más afortunados,
se descompondrán en cunetas.
Aunque nuestra voz allí y entonces, ya nunca valdrá nada,
quizá es lo que necesitemos, callarnos,
reflexionar hasta otro momento,
irnos hinchando de cábalas de esperanza,
cosas de parcial destructividad
para en el momento de abrir la boca, recompondremos,
y solo desharemos cuando toque,
liberando una presa antigua
llena de bilis, espuma y tierra enrojecida.
Puto amo este tío
Brutal, bestial, genial…