Hoy, de Eduardo Bollo Miguel
Hoy la tristeza se representa en forma de temblor,
de un temblor de mi cuerpo
producido por una leve brisa
que en otro tiempo hubiera significado una bocanada de aire fresco.
Hoy busco abrigo
y no encuentro en esta tierra cálida.
Es momento de exponerse al frío
y saborear esta dulzura amarga.
Yo mismo bajé las escaleras de este pozo.
Yo mismo, ciego y resacoso,
olvidado de lo sufrido en el pasado.
Olvidado no, simplemente indiferente.
He cerrado la brecha encarnada
abierta en aquel sueño
que intenté recuperar gritando
y hoy definitivamente ha muerto.
Cede la realidad, de Adrián Heras
Habías olvidado estos paseos nocturnos:
las largas incursiones por caderas de silencios
y la densidad agotadora del castañeo
incansable de tus dientes rumiando pensamiento.
Pasillos largos por donde se escurren los deseos
y el mal olor de los cuartos tras horas de cuerpos
y tabaco consumidos por carnosos labios.
Las horas se amontonan sobre un café anodino
colado por las ratas en sus filtros de pelo.
Hubo un tiempo en que la realidad cedía
a las intenciones deshechas en infinitos bucles repetidos
en un encarcelamiento mastrubatorio
entre las sombras oscilantes de la ebriedad
con la paranoia estampada en la pared
acurrucado junto al insomnio
decidido a no salir.
Como cuando el otoño desviste el bosque, de Tirso Moreno
Como cuando el otoño desviste el bosque
e inventa un nuevo horizonte, transparente
entre los huesos de los árboles.
Como al despertar el sol de su alcoba
trae de la alondra un nuevo canto
e inunda los trigales de dorados trinos.
Como la piedra oculta bajo el musgo
que resiste, bajo sus inmemoriales hombros,
los pasos certeros y tajantes del tiempo.
Así debe hacer la poesía.
Como el azul susurro del viento
que empuja las olas sin un rumbo
pero sabiendo que hay destino.
Como el frío y obstinado martillo
cubierto de miedos y esperanzas
del caduco, ahora inmortal, corazón.
Como un beso que se busca entre tinieblas
bajo la capa de un ligero sueño
y que espera húmedo y tranquilo.
Así debe hacer la poesía.
Pintar con cada mirada.
Componer con cada aroma.
Esculpir con cada caricia.
Soñar con cada paso.
Luchar con cada palabra.
Respirar con cada verso.
Así debe ser la poesía.
Espacio de encuentro entre miradas donde repensar el futuro de nuestras tierras y territorios.
Un ecosistema innovador de encuentro y pensamiento para un tiempo que requiere propuestas y colaboración.