La Semana Santa de Cuenca es una de las más importantes y conocidas de España, lo que ha originado que sea objeto de análisis y estudio en diversas disciplinas. Por ello, ha servido de fuente de inspiración para muchos escritores y artistas a lo largo de la historia, reflejando cómo ha ido evolucionando esta festividad y especialmente el impacto y la pasión que genera en los conquenses y en los ciudadanos que acuden a la ciudad a conocerla y disfrutarla.
Son muchas las novelas donde Cuenca y su Semana Santa juegan un papel importante, pero en esta ocasión me centraré en “El Hereje”, novela de Miguel Delibes publicada en 1998. La elección resulta muy interesante debido a la época en la que el escritor sitúa su historia, desarrollándose durante el siglo XVI, una época de gran agitación política y religiosa en España, así como en gran parte de Europa.
Cuenca es el escenario donde el protagonista de la obra, Cipriano Salcedo, pasa su infancia y adolescencia. Gracias a la descripción detallada proporcionada por Delibes, los lectores podemos experimentar cómo era la vida en Cuenca durante estos años, conociendo detalles de su arquitectura, su gastronomía y su cultura local.
En sus idas y venidas de Valladolid a Cuenca, al protagonista le ocurren acontecimientos fundamentales en la trama que influyen en su evolución como personaje principal, especialmente destacables los eventos tan trágicos que tendrán lugar en el río Júcar.
En general, Cuenca se convierte en un elemento importante en la novela, siendo el lugar donde Cipriano va a formar y desarrollar su carácter y su identidad, todo ello sirviendo como telón de fondo histórico para este momento de gran agitación religiosa y política.
Como mencioné anteriormente, la Semana Santa conquense aparece en varias ocasiones durante la novela, ya que al igual que en nuestros días, era entonces una celebración muy arraigada en la ciudad. Delibes describe detalladamente una de las procesiones más importantes, la del “Encuentro” en la que se celebra la reunión de los dos pasos que representan a la Virgen y a Cristo Resucitado. Es parecida a la procesión que aún se celebra cada Domingo de Ramos, pero con ciertas variaciones que los lectores conquenses podrán identificar y analizar.
Además, refleja minuciosamente el papel importante que en el siglo XVI realizaba la Inquisición con respecto a la Semana Santa de Cuenca, siendo la encargada de mantener el control religioso en la ciudad. Esto creará diferentes tensiones y rivalidades entre las diferentes cofradías y hermandades que participan en las procesiones, mostrando las complejidades y todo el trasfondo social que conlleva esta celebración.
La implicación de los habitantes conquenses es un punto muy destacable en estas descripciones, con las cuales también podríamos encontrar muchos parecidos a la participación actual.
Pero ‘El Hereje’ es una novela mucho más compleja que solo el reflejo de la Semana Santa de Cuenca. Es una de las novelas más extensas de Delibes, en la cual el autor realiza una profunda reflexión sobre la libertad individual y las luchas por la tolerancia religiosa en una época muy complicada de intolerancia y fanatismo. A través de la vida de Cipriano, Delibes explora temas como la fe, la libertad, el amor y la familia, al mismo tiempo que cuestiona las diferentes normas y estructuras de poder protagonistas de la España del siglo XVI.
En conclusión, es una novela muy interesante y conmovedora que aborda temas universales muy relevantes en la actualidad, mientras nos ofrece una visión detallada de la vida en España en este siglo. Es una lectura muy recomendable para fechas cercanas a la celebración de la Semana Santa.
Por supuesto, existen muchas más novelas que muestran esta festividad conquense, como “La Semana Santa de Cuenca” de Luis Rodríguez de la Sierra, publicada en 1945 y centrada en el siglo XVII; o más actuales como “El sonido de la noche” de Sergio C. Fanjul, publicada en 2016, donde se narran los días previos de una familia conquense a la Semana Santa de Cuenca.