Julio Diamante, veranos de un cineasta en Cuenca

Julio Diamante, veranos de un cineasta en Cuenca

En la piel de los demás/ me gusta a mí de ponerme,/ que entendiéndoles a ellos/ yo comienzo a comprenderme./ Si no ves y si no escuchas/ lo que pasa en este mundo/ y no rompes el silencio/ eres ciego, sordo y mudo. (Julio Diamante: Soleares.)

La estrofa anterior describe muy bien la personalidad del personaje del que vamos a hablar, su compromiso con la humanidad que le supuso vivir en conflicto con la sociedad que le tocó vivir, aquella de la España de Franco y su secuela.

La relación con Cuenca del director de cine, Julio Diamante, fallecido en agosto del 2020, le viene por su familia paterna. En primer lugar, fueron sus tías abuelas Esther y María, que vivían en la calle Alfonso VIII, y después, también la hermana de su padre, Carmen Diamante. Carmen, de quien hablo en la sección Las ilustres conquenses, en esta revista, tiene una calle con su nombre en el barrio de la Horca. Fue una mujer muy querida y conocida en la vida cultural de esta ciudad. Durante muchos años fue presidenta de la sección conquense de la Asociación de Lucha contra el Cáncer. Antes había sido miembro de La Barraca, el grupo de teatro fundado por García Lorca para llevar la cultura a los pueblos, y después, durante la guerra civil, auxiliar de la Cruz Roja en el hospital de sangre en Madrid.

Julio, como la mayoría de su familia, tuvo un pasado republicano. Su abuelo, su padre y él sufrieron años de cárcel por defender sus ideas. También como su padre y sus tíos, desde pequeño, pasaba los veranos y la mayoría de las vacaciones con sus tías, en Cuenca. Un tío suyo, Fernando Diamante, enfermo de asma, estaba aquí, con ellas curándose de su afección respiratoria cuando estalló la guerra civil y se enroló con la milicia conquense para ir al Frente a defender la República. Más tarde en la postguerra, siguió viviendo en Cuenca trabajando como abogado, hasta que se jubiló.

Julio Diamante, el director de cine del que hablamos, tenía un recuerdo entrañable de Cuenca y de su familia conquense, como lo demuestran algunas cartas y un esbozo de guion sobre nuestra ciudad que conserva su viuda, Sagrario Muñoz.

Aquí, en el casco antiguo donde vivía con sus tías, era vecino de Carlos y de Antonio Saura, más de este último, aunque por su profesión tuviera más cosas en común con el primero. Su amistad con el pintor Antonio Saura, que venía de la adolescencia, se mantuvo a lo largo de toda la vida. Hay fotos y proyectos comunes, algunas publicadas por Sagrario en Julio Diamante la verdad desvelada, el libro póstumo en el que recopila documentos y recuerdos personales, que constituye un homenaje a la memoria de su marido, recientemente fallecido.

Julio nació en Cádiz, en 1930, pero muy pronto su familia se trasladó a Madrid. Durante los años de postguerra, la escasez de alimentos lo llevaba a pasar más tiempo en Cuenca, en casa de las tías. La cercanía de las dos ciudades y la separación de sus padres ayudaron también a que sus estancias conquenses fueran más frecuentes.

En Madrid, Julio estudió dos carreras bien distintas, Medicina y Cine. Se graduó en 1961 en el Instituto de Investigaciones y Experiencias cinematográficas, germen de lo que sería la Escuela Oficial de Cinematografía de Madrid, donde fue profesor. De aquel tiempo guarda amistades con directores de cine que serían muy importantes en la filmografía española: Juan Antonio Barden, Luis Berlanga, José Luis García Sánchez y otros.

Barden, el autor de la película rodada en Cuenca, Calle Mayor, le escribe una emocionada dedicatoria en la portada del plot ( sinopsis o argumento), que le envía. Puede leerse: “A pesar de tantas desilusiones, frustraciones, errores y pasos atrás …al menos tú y yo seguimos luchando por todo aquello que ya entonces estimábamos justo, necesario, imprescindible y obvio. Lo cual, querido Julio, es absolutamente gratificante”.

La colaboración con el director de cine Carlos Saura se ve en el proyecto cinematográfico Antes del desayuno, sobre el que escribe: “Esta película ha sido para mí una gran experiencia y confío en que pronto Julio Diamante y yo podamos realizar algunas de las cosas que hoy por hoy nos parecen utópicas.”(MUÑOZ, p.107)

Siendo estudiante fue director del Teatro de la Universidad y entró a formar parte del PCE, Partido Comunista de España, en la clandestinidad, junto a Enrique Múgica y Jorge Semprún.

Escribió crítica de cine en revista especializadas, Nuestro film y Film Ideal, y guiones cinematográficos, aunque no todos pudo realizarlos por falta de medios económicos. Seguramente, eso pasó con el guion sobre Cuenca, que dejó inédito.

Desde 1971 fue el director del Festival Internacional de Cine de Autor de Benalmádena. Festival que, en palabras del crítico Diego Galán, “durante los 18 años en que Julio Diamante lo dirigió se dieron a conocer en él autores y cinematografías hasta entonces ignorados, y que el festival se convirtió en un apasionado foco de debate, imprescindible en aquellos años de represión”

Entre sus películas están Organillo, de 1959, Velázquez y lo velazqueño de 1961, Los que no fuimos a la guerra, de1962, filme que permaneció inédita a causa de la censura, aunque hace unos años la Filmoteca Española la restauró con todo el material censurado, que hoy podemos ver y comprobar que muchos de sus temas siguen siendo actuales. Su denuncia de los males de la guerra y su propuesta de evitarlas, son hoy tan válidos, y quizá más necesarios que en 1962, cuando la dirigió. La guerra que aparecía en la película era la I Guerra Mundial, aunque la que tendría en mente el espectador hubiera sido la guerra civil española, la que era impensable poder mencionar bajo la Dictadura. El actor Pepe Isbert, padre de la protagonista, que es germanófilo, para insultar al vecino que es del bando contrario, llama a su perro franchute. En clave de humor se denuncian los nacionalismos y la violencia. El héroe que viene de la guerra es un pícaro que se ha enrolado en la Legión extranjera donde la guerra le daba licencia para matar, asesinatos de los que presume en la taberna: “He matado una de boches, salían y salían, patas arriba todos.”

Otra nota moderna de esta película, basada en una novela de Wenceslao Fernández Flórez, es la defensa del trabajo de la mujer después del matrimonio.

Aunque, en mi opinión, es el mensaje pacifista lo que otorga más vigencia a este film. Los desastres de aquella guerra pueden extrapolarse a la de Ucrania y demás conflictos bélicos existentes: su denuncia de la polarización de la sociedad en buenos y malos, la enemistad de los que antes eran amigos, el boicot y la ruina de los negocios, por ejemplo, la taberna de Fandiño, a causa de la intolerancia, etc.

Otros títulos suyos son Tiempo de amor, de 1964, El arte de vivir, de 1965, Helena y Fernanda, de 1970, Sex o no sex, de 1974, con Carmen Sevilla de protagonista, La Carmen de 1975, que es una revisión del mito a través del flamenco, con actuaciones de Enrique Morente. Además de numerosos cortometrajes, Antes del desayuno, de 1954, El proceso, de 1955 y La lágrima del diablo, de 1960.

Su trabajo fílmico que más contribuye a la recuperación de la memoria histórica de este país es su documental La memoria rebelde, de 2012, donde recoge testimonios de algunos protagonistas de la reciente historia de España, desde el final de la Guerra Civil hasta la Transición.

También publicó poesía, una muestra es la estrofa que reproducimos al principio de este artículo. Títulos suyos son Blues jondo y Cantes de ida y vuelta y los ensayos Los trabajos y los días, De la idea al film y Cine, cultura y libertad: contra las sombras y el silencio.

Para finalizar vamos a recordar el proyectado documental de Julio sobre Cuenca. En el borrador del guion, escribe la nota: “Dado que tengo mucha familia en Cuenca, creo que el rodaje me sería más fácil y cómodo que en cualquier otro sitio” (MUÑOZ, p.235)

El guion tiene tres partes, la primera sobre Cuenca ciudad, con escenarios en el casco antiguo, entre las dos hoces de los ríos Júcar y Huécar, las Angustias y la meseta donde están los Paules. La segunda parte sobre La Ciudad Encantada y la tercera, sobre los tres pueblos Uña, Las Majadas y Tragacete, que por economía podría dejar sol este último. Ya que este pueblo, aparte de una gran belleza natural, posee un grupo folklórico de canciones y danzas realmente excepcional.”

Julio Diamante. Autor: Gonzalo del Arco (ctxt.es)
Portada del libro Julio Diamante: la verdad desvelada.

Bibliografía

– Muñoz, Sagrario. Julio Diamante la verdad desvelada. Madrid, Calamar, 2021.

– Conversaciones con Sagrario Muñoz, viuda de Julio Diamante, Madrid, 2022.

Esta entrada tiene 2 comentarios

  1. Antje

    Muy interesante. Revisad el artículo, porfi, hay bastantes erratas (mayúsculas y minúsculas sobre todo)

    1. Eduardo Bollo Miguel

      Buenos días Antje,

      Muchas gracias por tu comentario. Luz, la autora, lo ha tenido en cuenta y ha modificado las erratas que ha identificado en el mismo.

      Un abrazo,
      Eduardo Bollo

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