Muchos son los grupos musicales que tenemos en Cuenca, pero si podemos nombrar alguno que represente nuestra ciudad y lleve el nombre de Cuenca en todas sus actuaciones es el grupo Fizzy Soup. Un grupo que destaca por la personalidad en sus canciones y en lo que podríamos denominar un estilo propio y original. Esta agrupación nació tocando en la calle y, poco a poco, ha ido creciendo hasta llegar a los escenarios más relevantes del panorama español.
Fizzy Soup es un grupo de música que está formado por 4 integrantes: Javier Corroto (Guitarra y voz), Sonia García (voz y percusión), Carlos Bueno (bajo) y Eduardo Martínez (batería). Para conocerlos mejor, me he juntado con Javier y con Sonia, dos de sus integrantes para saber más sobre el grupo.
Su estilo de música es una mezcla de varios géneros musicales (folk, rock, indie…), siempre buscando la fusión musical y experimentando cada día en la mezcla. Sin embargo, como reivindican,“no les gusta que haya etiquetas en la música ya que sus canciones un día suenan de una forma y otro día de otra”.
Su sonido es muy personal y el proceso creativo lo realizan entre todos: “Cada canción la afrontamos de una manera diferente, surgen pequeñas chispas en el día a día que detonan en melodías y letras”. Para ellos es muy importante “alimentar su cerebro”: visualizan mucho cine, leen, viajan, escuchan todo tipo de música…
Es decir, dan mucha importancia en su música al concepto audiovisual. Me explican, además, que a la hora de componer crean un guión mental donde visualizan las imágenes que quieren expresar con su música.
Es justamente esa forma de trabajar la que consigue que sus canciones sean muy personales. Esto, unido a que ellos mismos crean y diseñan sus CDs, vinilos, carteles y camisetas, hacen que todo lo que rodea al grupo sea algo único.
Hasta ahora, han compuesto un LP: Wood Room (2014); un EP: We Do This (2016); y dos discos: Not so far (2017) y Lo que no se ve (2019). En We Do This comentan que “la canción The big black wolf marca un antes y un después en nuestro estilo, es una nueva etapa, un cambio de imagen”. Ese nuevo sonido hablaba de los distintos tipos de miedos que tienen las personas y así quisieron reflejarlo en su videoclip.
Han tocado en numerosos festivales y salas. Entre ellos, destacar La Riviera (Madrid), Círculo de Arte (Toledo), Los Conciertos de Radio 3, Apolo (Barcelona), Bilborock (Bilbao), La Casa Encendida (Madrid) y muchos más.
Cuentan que una de las mejores experiencias que han tenido fue cuando tocaron en Radio 3. Como anécdota, añaden que, justo cuando se dirigían hacia Madrid, la furgoneta en la que viajaban se les averió, “como si no tuviéramos ya suficientes nervios”, pero que, gracias a la perícia de uno de sus músicos, consiguieron hacerla arrancar para alivio de todos.
“Tocar en Radio 3 fue especial porque no es lo mismo un directo que tocar en televisión” (tanto por materiales, montaje, los realizadores, la dirección…) Cuentan que para ellos fue bueno que les dejaran tocar con público, ya que el ambiente y las sensaciones que aporta la gente les ayuda. Explican que esa actuación les dio un empuje en su trayectoria, pero sobre todo se quedan con la experiencia que les aportó y que les gustaría repetir con su nuevo disco.
De cara a futuros proyectos, me cuentan que con la aparición de la Covid todo se les ha parado, ya que estaban en plena gira de su último disco.”Muchos de los festivales se han cancelado y otros han retrasado las fechas, incluso algunos festivales y salas posiblemente no vuelvan a abrir”. Pero se lo toman con filosofía y me comentan que aprovecharán este tiempo para componer.
Añaden, que con esta situación, es inviable alquilar una sala para dar conciertos, dado que los gastos de alquileres, técnicos y demás, son imposibles de afrontar con el poco aforo que permite esta situación. También piensan que la pandemia ha conseguido echar a perder la esencia y el ambiente en los conciertos, ya que no es lo mismo poder bailar y moverte que estar sentado escuchando este tipo de música. Pero las circunstancias son las que son, y el público está dando una verdadera lección de comportamiento cumpliendo todas las normas sanitarias, habrá que esperar para volver a saltar y bailar. Pero la música sigue, aunque el público este sentado y con mascarilla. Piensan que “la recuperación en el sector va a ser a base de reinventarse”.
Me explican que no hay mucho apoyo de las instituciones conquenses para los grupos de música, “solo se realiza un proyecto una vez al año y no es suficiente”. También me comentan que es muy limitado el número de salas en las que se puede ensayar o tocar y, al final, esta práctica ha sido derivada a los pubs de la Plaza Mayor, que han hecho un esfuerzo por mover a los grupos de música en Cuenca, en especial, el pub “Los Clásicos”. Echan de menos que no se organicen festivales de música en Cuenca, siendo una ciudad que es referente en música, y piensan que con la creación de estos podríamos dar mucha más visibilidad a la ciudad y conseguir también una gran cantidad de “turismo de festival” como ya tienen otras ciudades que organizan esta clase de proyectos.
Me cuentan como primicia que se está gestando una asociación cultural en Cuenca que abarque y represente a todos los músicos y, así, pueda este sector tener una voz unida para reclamar más apoyo por parte de las instituciones y para proponer proyectos que ayuden al sector y a la ciudad.
Para finalizar la entrevista, mandan un mensaje a los conquenses: “deben saber que no solo somos un grupo que está aquí para hacer música y hacerles disfrutar, estamos para pelear por el arte y la música conquense”.
Y como se despiden siempre en sus conciertos nos dicen: