Diosa alada de pálpitos certeros
que labra siluetas vivas
de arraigadas voluntades que centellean
en suspiros volátiles con corazón de roca.
Percibo tu amplia desnudez
en los recovecos de tu geometría imaginada,
en nidos de águilas que sobrevuelan
a vista de pájaro el cristal de tus Ríos.
Sinfonía de añiles infinitos que refleja
espacios rebosantes de originalidad
serrana y legendaria
entre chopos, sauces y retamas.
Presiento en los perfiles de tus entrañas
de angulosidad voluptuosa, caricias despeñadas
cual estampas seductoras de ingravidez serena.
Sobre el altar donde te elevas
cautivas henchida de hermosura
en un constante eco que se repite
como un credo perenne escrito en piedra.
Proyectas luz e inspiración,
porque eres el lienzo único
de melodías soñadas y versos añorados,
bajo esa verticalidad que te sublima
como a una escultura perfecta.
Visión babilónica de exuberantes jardines
suspendidos de las gargantas de tus Hoces
que lucen bajo el resplandor de la luna llena
al abrigo de tu rostro de madre.
Atesoras el poso de la divinidad
que se quedó colgada entre cielo y tierra
mostrando cual magia delirante
la irrealidad de tu belleza.